El valor del agua en la pirámide nutricional
La Organización de las Naciones Unidas conmemora el 22 de marzo el Día Mundial del Agua para reforzar la concientización en la población mundial sobre el valor del agua en sus múltiples dimensiones: económica, social y cultural.
Es también un momento de reflexión sobre qué es lo que consumimos, a fin de analizar y poner en relieve cuál es la calidad del agua necesaria para aportar beneficios, en la nutrición, hidratación y en la buena salud para el conjunto de la población, bebes, niños, jóvenes y adultos mayores.
En Argentina, según un informe de Hydration for Health, sólo el 38% de los adultos mayores a 18 años consume la cantidad de líquido diario necesaria. Esto indica que más de un 60% de la población no alcanza los valores medios imprescindibles, exponiéndose así a riesgos derivados de la deshidratación, desnutrición y otras patologías que afectan al desarrollo físico y mental.
El abordaje de esta problemática es un gran desafío para toda sociedad y en particular para los actores públicos y privados más relevantes. Como en toda situación crítica, un paso importante es la toma de conciencia. En esta línea, no es extraño el lugar central que se le otorga al agua, en la gráfica alimentaria para la población argentina del Ministerio Salud de Nación.
Por eso, para garantizar su rol vital en la vida y en la salud, el agua debe cumplir con estrictos parámetros y criterios de calidad y salubridad. Precisamente, la determinación de los parámetros de calidad del agua debe realizarse en base a estrictos criterios físicos, químicos y biológicos, establecidos por la normativa vigente que permite comprender las diferentes tipologías existentes.
Así es como, no todas las aguas embotelladas resultan iguales ni, por supuesto, cumplen con los mismos estándares de calidad a pesar de cierto aspecto que pueda aparentar similitud. De esta manera, se entiende por agua mineral natural el agua apta para beber, de origen subterráneo, procedente de un yacimiento o estrato acuífero no sujeto a influencia de aguas superficiales y proveniente de una fuente explotada mediante una o varias captaciones en los puntos de surgencia naturales o producidas por perforaciones.
Los especialistas destacan el factor diferencial y claramente superior en cuanto a calidad de la denominada agua mineral natural, que proviene de los mejores recursos subterráneos. Tal es el caso del agua que tiene origen proviene de la Reserva Natural Protegida de Villavicencio, ubicada en la provincia de Mendoza. Cuenta con años de filtrado natural y más de 2700 controles de calidad al año en laboratorios exhaustivos, lo cual permite garantizar el aporte de calcio, magnesio y otros 21 minerales importantes para la nutrición.
En esta diferenciación, cabe destacar, que Villavicencio es la única agua natural de manantial certificada como Empresa B, alcanzando los más altos estándares de desempeño social y ambiental, transparencia y responsabilidad, en un camino de mejora hacia los desafíos sociales ecológicos.
El Día Mundial del Agua nos invita a tomar conciencia de qué es lo que consumimos y pone en la balanza la importancia de acceder a agua de calidad que aporte beneficios e impulse la buena salud.
(*) Ana Fiorentino, Directora de Research & Innovation Waters, Aguas Danone Argentina