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No sabe por qué apuñaló 50 veces a su abuela pero el FBI "leerá" su mente con su celular

El organismo tomará medidas extraordinarias relacionadas con la tecnología para una investigación que podría afectar la vida de muchos ciudadanos
30/03/2021 - 08:05hs
No sabe por qué apuñaló 50 veces a su abuela pero el FBI "leerá" su mente con su celular

Un ex infante de marina que había trabajado en comunicaciones frente a las costas de Irán y Siria, y que incluso había sido calificado de "héroe" por el congresista de Arizona Paul Gosar, apuñaló a su abuela decenas de veces. El asesino confeso no recordaba por qué la había matado.

En entrevista con el FBI, el individuo, que no ha sido identificado, respondió a preguntas como cuántas veces creía que había apuñalado a su abuela, diciendo "tal vez 53". Otro entrevistador le preguntó qué había estado sintiendo durante el apuñalamiento, a lo que respondió, "nada". Cuando le preguntaron qué estaba sintiendo mientras lo entrevistaban, el sospechoso dijo, "sin remordimientos".

El FBI investigará un crimen por medio del celular.
El FBI investigará un crimen por medio del celular.

Debido a la aparente falta de motivo para el crimen, el FBI está llevando a cabo una búsqueda en el iPhone 11 del sospechoso, un dispositivo del que había recopilado datos previamente, incluso cuando estaba bloqueado. En la parte superior de la lista de razones para la búsqueda se encuentra cualquier signo de "intención, plan o motivo para matar o dañar a cualquier persona, su 'mens rea' o su estado mental". 'Mens rea' es la conciencia de la infracción en el acto de cometer un delito, en otras palabras, intención criminal.

Y ese es el aspecto novedoso de la investigación del FBI: aunque es común que busque evidencia incriminatoria al examinar los dispositivos electrónicos de los sospechosos, es raro que el FBI declare explícitamente que está buscando señales de cordura en la búsqueda de un teléfono, de acuerdo con un reporte de Forbes.

Tecnología en la mira

Si bien en este caso la tecnología será usada para investigar un crimen, los delitos informáticos no paran de crecer en varios países y son un grave problema.

Los delitos cibernéticos crecen año a año.
Los delitos cibernéticos crecen año a año.

Según el FBI, los Estados Unidos registró el récord de 791,790 denuncias por delitos cibernéticos en 2020 que fueron responsables de más de 4,200 millones de dólares en pérdidas, asegura la edición 2020 del informe Internet Crime Report (ICR) que realiza el FBI. En comparación con 2019, el número de denuncias presentadas por víctimas de diversos tipos de delitos cibernéticos aumentó en 69%. Este fenómeno no ocurrió solo en Estados Unidos, sino que en varios países sucedió algo similar el último año.

Como era esperable, el año pasado estuvo plagado de estafas que buscaban explotar diversos aspectos vinculados a la pandemia del COVID-19, lo que provocó que el Centro de Denuncias de Delitos por Internet (IC3) del FBI recibiera más de 28.500 denuncias. La mayoría de los casos giraron en torno a paquetes de ayuda económica y fondos de estímulo en el marco de la pandemia, y muchas de las víctimas informaron que no se enteraron de que los estafadores habían utilizado su identidad para el envío de solicitudes para recibir estos seguros de desempleo hasta que ellos mismos presentaron su solicitud.

Una vez que los gobiernos comenzaron a implementar programas de vacunación contra el COVID-19, muchos ciberdelincuentes cambiaron de marcha y comenzaron a circular varias estafas vinculadas con la vacuna, incluidos anuncios fraudulentos que ofrecían la oportunidad de comprar las vacunas.

La estafa conocida como Business Email Compromise (BEC) una vez más sigue siendo el tipo de fraude más costoso en la lista del FBI; sin embargo, el número de víctimas en realidad disminuyó y pasó de casi 24.000 en 2019 a unas 19.000 el año pasado. A lo largo de los años, las tácticas de fraude también han evolucionado. Los ciberdelincuentes utilizan varios modelos de estafas, como la extorsión, la estafa del soporte técnico o estafas románticas para engañar a las víctimas para que compartan información personal y sobre su identidad, la cual utilizaron los criminales para abrir cuentas bancarias y recibir fondos robados que se cambiaron por criptomonedas.