Michael Collins. El astronauta olvidado. El compañero de Neil Amstrong y de Buzz Aldrin en el histórico cohete que llegó a la Luna y donde pudieron pisar el suelo del satélite de la Tierra. Todos menos él, de ahí que se lo conozca como el astronauta olvidado, quien falleció sin haber pisado el suelo lunar.

Michael Collins falleció a los 90 años, de acuerdo a la información confirmada por su familia a través de un comunicado que se publicó en las redes sociales. 

"Lamentamos compartir que nuestro querido padre y abuelo ha fallecido hoy, después de una valiente batalla contra el cáncer. Pasó sus últimos días en paz, con su familia a su lado. Mike siempre enfrentó los desafíos de la vida con gracia y humildad, y enfrentó este, su desafío final, de la misma manera. Lo vamos a extrañar muchísimo", señalaron sus familiares.

"Sin embargo, también sabemos lo afortunado que se sintió Mike de haber vivido la vida que hizo. Honraremos su deseo de que celebremos, no lamentemos, esa vida. Únase a nosotros para recordar con cariño y alegría su agudo ingenio, su tranquilo sentido de propósito y su sabia perspectiva, obtenida tanto al mirar hacia atrás a la Tierra desde la perspectiva del espacio como al contemplar las tranquilas aguas desde la cubierta de su barco de pesca", finalizó el comunicado, que está acompañado de dos fotos familiares. 

Family Statement on Passing of Astronaut Michael Collins pic.twitter.com/6OAw7CzFaz — Michael Collins (@AstroMCollins) April 28, 2021

El viaje de Collins en el Apolo 11

Michael Collins, el astronauta olvidado, viajó junto a Neil Amstrong y Buzz Aldrin en el cohete llamado Apollo 11. Los primeros hombres en pisar la Luna lo hicieron en el año 1969, el 20 de julio de aquel año. 

Neil Amstrong, Michael Collins y Buzz Aldrin

¿Por qué fue el astronauta olvidado?

El nombre de Collins es el que más cuesta recordar en la misión Apolo 11, dado que no tuvo el privilegio de pisar el polvo lunar, como sí lo tuvieron Neil Armstrong y Buzz Aldrin. Sin embargo, su trabajo fue fundamental para que la misión finalizara con éxito, ya que era el encargado de orbitar la Luna -algo que hizo un total de 30 veces, es decir, 30 vueltas a la Luna- en la nave Columbia mientras Armstrong y Aldrin descendian al satélite en la cápsula Eagle.

Desde el momento en que Amstrong y Aldrin bajaron de la nave, Collins estuvo solo entre el metal y los controles que flotaban en medio del espacio y alrededor del satélite de la Tierra. Pero hay algo más aterrador: cuando alcanzó el lado oscuro de la Luna, perdió toda comunicacion con el control y con los otros dos astronautas. De hecho, se escribió mucho sobre la soledad de Collins en aquel momento, incluido un relato propio que dejó en sus memorias sobre la misión Apolo 11, "Carrying the fire".

Michael Collins falleció este miércoles 28 de abril a los 90 años

"Ahora estoy solo, verdaderamente solo y completamente aislado de cualquier tipo de vida", escribió, aunque rechazó ser llamado "el hombre más solo del mundo". Su miedo en aquel momento era regresar sin Armstrong y Aldrin. "Tenía café y música, así que aprendí a disfrutar de la soledad", relató en una entrevista que dio años después de haber regresado a la Tierra. 

Una vez sus compañeros consiguieron ser los primeros hombres en poner sus pies sobre el satélite terrestre, empezó otra peligrosa maniobra, que fue el regreso. El Eagle debía reunirse de nuevo con el Columbia, y cualquier error podía suponer un escenario terrible. De hecho, el entonces presidente de los Estados Unidos, Richard Nixon, tenía un comunicado preparado para anunciar el desenlace fatal, según se supo más adelante. 

Pero ese discurso jamás salió a la luz y los astronautas pudieron volver a reunirse con sus familias. 

Luego de aquella histórica misión, Collins no volvió a participar en otras y se retiró de la NASA tan solo un año después, en 1970. A partir de entonces se dedicó a trabajar en el Departamento de Estado como Secretario asistente de Estado para Relaciones Públicas. Más adelante, fue nombrado director del Museo Nacional del Aire y el Espacio, cargo que ocupó hasta el año 1978, cuando lo dejó para ser subsecretario del Instituto Smithsonian. En 1980 empezó a ejercer como vicepresidente de LTV Aerospace, cargo que abandonó en 1985 para abrir su propia firma de consultoría.