Los datos son contundentes y hablan a las claras del complicado panorama que se plantea a la hora de querer vender una propiedad. Según los registros del sector inmobiliario, actualmente hay alrededor de 160.000 inmuebles publicados en la Ciudad de Buenos Aires y por mes se realizan apenas unas 2.000 operaciones.

En este contexto, el estado del inmueble juega un rol clave en un mercado de sobre oferta y poca demanda. Por eso los especialistas recomiendan a los propietarios que realicen algunas mejoras básicas para conseguir un mejor valor y vender más rápido. A continuación todos los tips.

"Hay algunos casos, por ejemplo en los departamentos, que se pueden hacer algunas mejoras estéticas y con muy poca plata defendes mejor el valor de la propiedad. Muy distinta es la situación si es necesario remodelar toda la unidad, quizás es mejor bajar el precio, venderla más barato y no hacer el trabajo de remodelación. Lo cierto es que en la práctica lo que se ve en el mercado es que cuanto mejor presentada esté la propiedad mejor se va a vender.

Algo similar pasa cuando vamos a mostrar un inmueble a un posible comprador, si está todo desordenado o desarreglado eso juega en contra. Siempre mi consejo a los propietarios es que tengan en cuenta todos estos puntos que son fundamentales a la hora de vender", explicó en diálogo con iProfesional Ariel Champanier, presidente de RE/Max Premium.

Justamente teniendo en cuenta no solo posibles remodelaciones, la prolijidad de una propiedad que hoy está amueblada e incluso habitada y que está a la venta cumple un rol estratégico. Incluso, a la hora de sacar las fotos por parte de la inmobiliaria, hay estudios de fotografía profesional que pasan una serie de tips a tener en cuenta para presentar el inmueble y también corren al momento de mostrarla a un posible comprador.

Un ambiente ordenado se ve más confortable y puede ayudar en la venta de una propiedad

En el caso de la cocina recomiendan que las mesadas y la bacha se presenten sin vajilla, guardar comida y cualquier electrodoméstico pequeño. Para el living/comedor, mesas, escritorios y sillones deben estar despejados con la menor cantidad de adornos posibles. En las habitaciones, las camas deben estar hechas y no debe quedar ropa y calzado a la vista. La fórmula también se repite para los baños, quitar desde las toallas, hasta los artículos de aseo personal. Además, como último ítem lo ideal también sería quitar de la vista portarretratos con fotos personales o familiares.

La razón es muy lógica, el comprador debe proyectarse como posible habitante de ese inmueble y si este se encuentra repleto de una decoración que no le agrada, desprolijo o con recuerdos de viajes de terceros, esa posibilidad se esfuma. Además, algunos especialistas también recomiendan algo que es muy habitual en el mercado de Estados Unidos, brindarles a los visitantes la sensación de un hogar cálido. Quizás el tip de hornear galletitas puede sonar mucho pero no debería descartarse.

Más allá de lo estético también se puede avanzar con remodelaciones de base y aquí también hay varias cuestiones a tener en cuenta. "Es algo totalmente lógico poner en condiciones una propiedad antes que salga a la venta. Sobre todo porque ese departamento o casa está valuada en dólares y si está en buenas condiciones o modernizada le aumenta el valor en dólares. Mucho más teniendo en cuenta que las obras se pagan en pesos y hoy construir o hacer modificaciones en una unidad sigue estando barato en comparación a años anteriores, entonces conviene", detalló en diálogo con iProfesional Gabriel Brodsky, CEO de Predial.

Las remodelaciones de cocinas y baños siempre agrega valor a la propiedad

El especialista del sector inmobiliario es todavía más gráfico a la hora de explicar las conveniencias de mejorar una propiedad antes de venderla: "Por ejemplo, en una modernización de la cocina y el baño se puede gastar unos u$s7.000 y el valor que le generás a esa misma propiedad puede estar entre los u$s15.000 y u$s20.000. En otros inmuebles más allá de actualizar baño y cocina o pintar, juegan a favor las aberturas que brindan aislación térmica y acústica que es algo que se está pidiendo mucho. Obviamente, el inmueble entra por los ojos y si está agradable y obviamente está actualizado va a ser mucho más atractivo a los ojos del comprador", explica Gabriel Brodsky.

En este contexto, recientemente un informe de Reporte inmobiliario detalla que en términos de dólares vuelven a mínimos históricos los costos para refacciones de un baño o una cocina. Actualmente para remodelar ambos ambientes hay que invertir alrededor de u$s7.720 billete mientras que a comienzos del 2018 se necesitaban u$s17.070 para realizar los mismos trabajos. Estos valores se refieren a la cotización del dólar a inicios de julio ($180,5). Si se compara el valor actual con el correspondiente a un trimestre hacia atrás, se deben invertir 1.280 dólares menos que en ese momento.

Por supuesto esta opción corre para aquellos propietarios que cuentan con el dinero para concretar una inversión que puede redundar en un mejor precio dentro de un mercado de alta competencia. De lo contrario, también es válido los arreglos estéticos de bajo costo como pintar, cambiar por ejemplo el mueble del baño si está en mal estado, emprolijar las plantas del balcón, entre otros ítems. Las opciones son múltiples para que los vendedores ejecuten una buena venta.