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De Misiones a Kenya, sin escalas: fabrican cosechadoras de té y yerba y exportan a destinos no tradicionales

Lory es una Pyme que diseña y produce cosechadoras de té y yerba mate, actividades que están poco mecanizadas; en 2018 comenzaron a exportar estos equipos
ACTUALIDAD - 20 de Noviembre, 2021

Metalúrgica Lory fue fundada en los 70 en la ciudad misionera de Oberá. Era un pequeño taller donde don Julio Lory, quien cosechaba té para una empresa japonesa, creaba sus propias máquinas y herramientas para mecanizar su trabajo. De a poco, el taller se hizo conocido. Otros productores empezaron a encargarle máquinas, y don Julio, que con sus 82 años aún recorre diariamente la fábrica, dejó de cosechar para dedicarse a diseñar y producir cosechadoras.

Ya en los años 90, su hijo Jorge junto a su esposa se incorporaron a la empresa y le dieron una visión más industrial, estandarizando equipos y procesos, y contratando profesionales. Y en 2015 se incorporó David, tercera generación e ingeniero electromecánico. "En 2016 hicimos la primera exportación de una cosechadora de té a Ecuador", cuenta David. "Fue un trabajo por encargo del cliente. Ellos viajaron a Misiones a conocer la empresa y visitar a nuestros clientes productores, y luego mi padre viajó allá para diseñar la máquina, ya que el tipo de suelo y de cultivo eran diferentes a los de acá", apunta.

Actualmente trabajan en la compañía 10 personas, además del fundador, su hijo y nieto y sus esposas. Aunque es una pyme familiar, la profesionalización e incorporación de herramientas tecnológicas y de management es constante. A comienzos del año pasado, a partir de un trabajo conjunto con la referente del INTI Misiones, Andrea Acosta, la firma participó en el programa Kaizen Tango. "Recibimos la visita de expertos japoneses y una capacitación en la filosofía Kaizen de mejora contínua", cuenta David Lory.

De izquierda a derecha: Julio Lory, Jorge Lory, Silvia Weber, David Lory, Dana Chamula

Boom yerbatero y diversificación

Hasta 2018 la firma solo fabricaba cosechadoras de té, y a partir de entonces incursionaron en cosechadoras de yerba mate y tabaco.

Ese mismo año comenzaron a exportar cosechadoras de té a Kenya, un mercado que estiman promisorio y esperan retomar en cuanto mejore la situación global por la pandemia. "En ese y otros países de Africa, la cosecha de té aún se hace manualmente, pero las nuevas generaciones están dejando de trabajar en el campo para irse a las ciudades y hay una necesidad de mecanizar actividades que antes eran artesanales. Por eso hay un buen mercado allí", afirma David.

Descarga a granel de yerba mate

"Y así como en Argentina la cosecha de té era manual antes de los '70, y luego se fueron incorporando máquinas, hoy está ocurriendo algo similar con la yerba mate y el tabaco", comenta.

Ocurre que las grandes empresas mecanizaron la producción diseñando sus propias máquinas, pero los pequeños y medianos productores continuaban cosechando a mano. Hasta que, sobre todo en los últimos años, se les dificultó conseguir mano de obra, dado que es un trabajo duro y mal pago, al que las nuevas generaciones se resisten.

Cosechadora de yerba mate

"Comenzamos a trabajar con productores de yerba medianos, en la mecanización de la cosecha. A partir de la pandemia, aumentó mucho la producción y se ampliaron las plantaciones. El hecho de tomar mate en forma individual hizo que aumente la demanda en el mercado interno. Y también crecieron las exportaciones a Siria, el principal comprador. Paradójicamente, el proceso de migración sirio, expandió el mercado de yerba mate a otros países", explica Lory.

Otra de las líneas de trabajo es la producción de cosechadoras de tabaco. "Estamos haciendo un desarrollo junto a una firma tabacalera. Esto nos permitirá exportar, ya que es una actividad que se está mecanizando en todo el mundo", señala.

Cada cosechadora tiene un valor de entre $2 y $8 millones. La firma tiene una patente otorgada y cinco en trámite en Argentina, Paraguay y Brasil. Por el momento la mayor parte de las ventas se dirigen al mercado interno. Con el aumento de la demanda, los productores de yerba mate están invirtiendo en maquinaria.

La compañía también se prepara para una expansión. El último año, en plena pandemia, amplió la planta en 1.000 m2 e instaló una cabina de pintura, todo con fondos propios.

La yerba mate está dejando de ser una infusión de consumo interno, para ser un producto de exportación. Y la fabricante de cosechadoras de yerba Lory se alista para dar ese gran salto.

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