Durante el verano pasado, y debido en buena parte a la incertidumbre generada por la pandemia, se disparó la demanda para alquilar casas en barrios cerrados. La posibilidad de pasar unos días en un lugar con verde y pileta, cerca de Buenos Aires, hizo que mucha gente eligiera esta opción para sus vacaciones por sobre los destinos "típicos".

Sin embargo, con el avance de la vacunación y un mayor grado de certeza de cierta "normalidad", la tendencia cambió de cara a la nueva temporada estival. Es que los centros turísticos (tanto en la Costa Atlántica como en el resto del país) se preparan para un verano "récord", desde el sector inmobiliario especializado remarcan que la demanda para alquilar casas en countries o quintas, cayó fuertemente respecto del año pasado.

Si bien, por una cuestión de mercado, los precios también descendieron en comparación con el verano 2021, al buscar distintas alternativas para alquilar en barrios cerrados del Gran Buenos Aires, se encuentra –en su mayoría– cotizaciones en dólares y difícilmente los valores se ubican por debajo de los u$s3.000 el mes.

Los precios

Alquilar una casa en un barrio cerrado durante el verano cuesta al menos unos u$s3.000 al mes

Aunque la demanda cayó considerablemente, según destacan desde el sector, la oferta se mantuvo. Es por eso que es posible encontrar en las inmobiliarias especializadas en este tipo de alquileres, una amplia variedad de opciones, tanto en las comodidades del inmueble, como en su ubicación.

Por ejemplo, una casa de cuatro habitaciones y cuatro baños, con pileta y vista al lago, cuesta en uno de los barrios de Nordelta u$s9.900 para todo el mes de enero. También hay opciones en el mismo barrio por u$s6.000 para el primer mes del año y a u$s5.500 para febrero.

En tanto, una casa de cinco ambientes en un barrio cerrado de Pilar, con cuatro baños, cuesta u$s3.500 desde el 20 de diciembre hasta el 31 de enero. El valor incluye el servicio de jardinero y piletero, además de contar con los servicios. Aunque las expensas se pagan aparte (cuestan $20.000).

Por su parte, una casa de seis ambientes, también en un barrio cerrado de Pilar, puede costar u$s4.500 desde el 30/12 hasta el 31/1. Es decir, que en este caso cuenta con la posibilidad de pasar Año Nuevo.

En tanto, en la zona oeste del Gran Buenos Aires, es posible encontrar una casa de seis ambientes con cuatro baños en un Club de Campo y Polo de General Rodríguez, que cuesta u$s10.000 para pasar las Fiestas (tanto Navidad como Año Nuevo) y todo enero. Las expensas están incluidas. En otro barrio cerrado de General Rodríguez, es posible alquilar un inmueble desde el 30/12 hasta el 31/01 por u$s3.200, con cancha de fútbol y una pileta con playa húmeda.

Si la intención es buscar un lugar en la zona sur del Gran Buenos Aires, una casa de cinco ambientes y cuatro baños en Canning, con pileta y vistas a un campo de golf, cuesta u$s20.000 para toda la temporada. Hay también una casa en Canning de cuatro ambientes y tres baños, para la segunda quincena de enero, por u$s2.300; se le deben sumar los gastos de gas y luz.

En tanto, en un club de campo de San Vicente, una casa de cuatro ambientes y con dos baños sale u$s4.500 durante enero y u$s3.500 en febrero.

Demanda

"Las consultas son pocas, este año se alquiló mucho menos con respecto al año pasado", aseguró a iProfesional Mariana Mariana Lamborizio, de Lambo Propiedades, una inmobiliaria que se especializa en alquileres temporarios en quintas y casas de barrios cerrados. "Diría que se alquiló un 20% de lo que se alquiló el año pasado, muy poco", agregó.

Generalmente, son familias con hijos de Capital quienes alquilan las casas en el verano

La especialista destacó que, pese a lo que se creía, las medidas impuestas por el Banco Central de restringir el financiamiento en las compras de pasajes y servicios en el exterior no incrementaron el interés por este tipo de alquileres. Otro factor que podría incidir, sostuvo, es la incertidumbre generada en torno a la variante Ómicron: "Aunque por el momento, no se nota en el mercado".

En ese escenario de merma en la demanda, los valores de los alquileres también tienden a descender. "Los precios están bajando, porque es un tema de oferta-demanda. Hay mucha oferta, de gente que alquila sus casas hace seis o diez años, y que este año no las está pudiendo alquilar. Empezó bien en agosto o septiembre, cuando empiezan los alquileres temporarios, y se perfilaba como una buena temporada", contó Lamborizio.

Al analizar el perfil de las personas que alquilan quintas o casas en barrios cerrados para pasar el verano, la experta sostuvo: "Generalmente son familias, con hijos, que tienen que por algún motivo quedarse en Buenos Aires para trabajar. O que tienen previsto un viaje para más adelante y enero deciden pasarlo en un lugar verde con pileta. Generalmente es gente que vive en Capital Federal".

Por otro lado, explicó que usualmente los propietarios que alquilan sus casas viven en ellas durante el año. "La gente alquila sus casas para sacar una renta en enero. Muchas personas, con lo que cobran por el alquiler, se van de vacaciones. Otras se van a un departamento más chico para tener una ganancia en el verano. Muchos, como es el caso de las quintas, es porque se van de viaje y no quieren dejarlas vacías. Pero la mayoría de la gente vive en las casas durante el año", concluyó Lamborizio.