El dolor produce empatía en la sociedad y la tragedia por la muerte accidental de Sofia Kabudi y sus hijos Rafi Jabbaz, de 3 años; Orly Jabbaz, de 7; y Esther Jabbaz, de 9 y Camila Jabbaz, de 17 años, quien falleció en el incendio al intentar rescatar a sus hermanitos menores, debería, al menos, dejar enseñanzas al resto de la comunidad para entre todos tener una ciudad más segura.

Todos ellos vivían en el séptimo piso del edificio situado en la calle Ecuador 1026 donde se produjo un incendio voraz que en pocos minutos se expandió por todo el piso. Según los técnicos de los Bomberos de la Ciudad, el foco ígneo se desencadenó en el living comedor del departamento y la causa sería "la súbita reacción exotérmica de baterías de litio, pertenecientes a un scooter monopatín eléctrico".

Las pericias de los expertos van a continuar y el caso en particular merecerá la atención de los técnicos pero lo cierto es que en la Ciudad de Buenos Aires, repleta de edificaciones en altura, nadie parece estar demasiado seguro luego de esta tragedia.

Sin embargo, existen herramientas de prevención y sistemas de protección pasiva contra incendios que podrían garantizar, ante una conflagración repentina, ganar valiosos minutos de tiempo que pueden salvar vidas. Tiempo con el que no contaron los integrantes de la familia Jabbaz.

Saber usar los extintores de los edificios es esencial para combatir un incendio

Extintores, un elemento clave para los incendios en edificios

Una de las primeras medidas que debieran adoptarse, casi de manera urgente de parte de las autoridades porteñas, es capacitar a la población en general para saber utilizar un extintor frente a un principio de incendio.

Sofocar el fuego o intentar hacerlo desde que se genera con un extintor puede evitar tragedias humanas y pérdidas materiales. Sin embargo, fuentes consultadas de administradores de consorcios que hablaron con reserva de sus nombres, expresaron que casi nadie que vive en edificios podría indicar con seguridad donde se encuentran los extintores. Y, mucho menos, saber cómo utilizarlos.

Luciana Giordano vive en la planta baja de un edificio de ocho pisos de la calle Artigas en el barrio de Flores. Hoy se pregunta si "estarán cargados los extintores que puede ubicar en uno de los pasillos pero suponiendo que se desate un incendio y llegue al extintor, la verdad es que no sabría utilizarlo", dice con sinceridad.

Juan Albornoz, es vecino de Liniers donde está llegando la manía de las construcciones en altura en todas las cuadras de un barrio con tradición de casas bajas, el vecino sostiene: "Yo sé como utilizar un extintor, pero vivo en un 5ª piso en la calle Acassuso de un edificio relativamente nuevo. Pero, en el 7ª hay dos departamentos con una pareja de adultos mayores y una señora que vive sola que tiene más de 70 años. Estoy completamente seguro que en el séptimo piso nadie sabe cómo utilizarlo".

Son algunos testimonios que podrían replicarse en varios barrios y en varios edificios por lo que saber utilizar un extintor se convierte en un conocimiento necesario en estos tiempos. Detalles para aprender: como sostenerlos, como accionarlos, hacia donde dirigirlos, etc.

Por lo que las empresas de venta y recarga de extintores sumados a los responsables de los consorcios que realizan controles periódicos acerca del mantenimiento de estas herramientas contra incendios deberían incluir entre sus propuestas la capacitación a través de técnicas virtuales o con capacitadores que expliquen, rápidamente, la manera de actuar ante una urgencia y ganar esos segundos que salvan vidas.

Además de los extintores, hay otras medidas que pueden contribuir a prevenir y combatir incendios en edificios

Incendios: qué otras medidas se pueden tomar

Otro de los métodos que deberían tomar en cuenta los arquitectos, constructores, ingenieros y las autoridades para su implementación en CABA es la utilización de sistemas de Protección Pasiva contra incendios en los edificios.

Estas medidas permiten retrasar la propagación del fuego y ganar tiempo para la evacuación de la edificación y consiste en barreras físicas destinadas a fortalecer las resistencias necesarias de la construcción hasta que lleguen los bomberos profesionales y voluntarios preparados para tal contingencia.

Incluir en el diseño, muros, entrepisos, tabiques, puertas, sellos de pasada y sellado de juntas, conductos y revestimientos, que ayuden a minimizar el riesgo de colapso producto de las llamas y limite la propagación del humo, de esa manera se puede asistir a personas en riesgo y, al permitir el combate al fuego en el interior de la edificación, posibilita minimizar los daños materiales asegurando la recuperabilidad del edificio siniestrado.

Por ello, en el Código de Edificación de la Ciudad de Buenos Aires y sus modificaciones, figura el concepto de compartimentar que se utiliza para que, durante un tiempo dado, pueda limitarse la propagación del incendio y del humo. Compartimentar se convierte en sinónimo de resistencia al fuego.

Las normas vigentes permiten el uso de soluciones constructivas que han sido validadas en Europa y permiten el uso de muros, cielorrasos y tabiques resistentes al fuego.

El incendio en Recoleta alertó sobre la importancia de los extintores y de la capacitación de los vecinos de edificios

Cemera es una cámara empresarial que agrupa a las compañías de protección contra incendios. Entre sus recomendaciones aseguran "Toda construcción debe asegurar medios de salida exigidos, para que los ocupantes puedan desalojar el edificio sin correr riesgo de ninguna índole, e instalaciones de equipos y elementos de extinción que eviten de manera eficaz la propagación del incendio." Además, resaltan la necesidad de contar con "Instalaciones de sistemas de alarma y detección de incendios" y, especifican, con respecto a las medidas de evacuación, que debe haber un sistema de "señalamiento luminoso para emergencias ante incendios, consistentes en la indicación de las salidas del local, colocado en el piso o a una altura no superior a los 0,30 m. de altura".

Javier Aguirre habita en un semipiso del barrio de Caballito sobre la calle Púan, pero vivió muchos años en la localidad de Sáenz Peña en la provincia de Chaco y rememora: "Allí los bomberos, casi todos voluntarios, aprobaban los planes contra incendios que presentaban los especialistas en seguridad e higiene para poder autorizar, con los requisitos mínimos que se exigen, un edificio en altura, un local comercial o un salón de eventos en seguridad contra incendios. Al menos se los consultaba porque usualmente saben tanto como un gasista matriculado o un electricista experto. Incluso, supervisaban que hubiera herramientas para trabajar en caso de una desgracia. Ahora bien, yo no veo que eso pase en Buenos Aires. Bomberos debería pasar más seguido a controlar"

Más allá de los deberes y funciones de los servidores públicos en la CABA, la primera lección que debemos extraer del triste hecho ocurrido en el edificio de la calle Ecuador, es que las instalaciones de los edificios deben contar con los materiales contra incendios: extintores, rociadores, válvulas hidrantes, mangueras, lanzas, red, sistema de bombeo y abastecimiento de agua, entre otras. No sólo deben estar operables ante la urgencia sino que además los habitantes de las edificaciones deberían ser capacitados con asiduidad.