Cuando aún se transitan las últimas semanas del invierno y atento a la delicada situación económica, financiera y cambiaria en la Argentina, el gobierno de Uruguay aceleró la toma de decisiones para sostener la temporada de verano, cuyo éxito depende en gran medida del flujo de visitantes que emigre de este lado del Río de la Plata.

Con ese objetivo, la administración de Luis Lacalle Pou anunció este miercoles una serie de medidas impositivas que tienen como finalidad abaratar los costos de vacacionar ante el desfasaje en el tipo de cambio en ambas orillas.

El dólar en Uruguay inició 2022 a un valor de $44,71 por unidad y al cierre de hoy tuvo una apreciación de casi 10% cotizando a $40,40.

En el caso de la Argentina, el camino fue exactamente el inverso y además la situación se complica a partir de los diferentes tipos de cambio vigentes. El dólar blue –al que puede acceder un consumidor para realizar un viaje- pasó de $205 el 3 de enero a $296, lo que implica una depreciación de su valor del orden del 50%. En tanto, el dólar tarjeta –que se utiliza para financiar compras con tarjetas de crédito- sufrió un incremento en su alícuota impositiva (parte del valor del oficial $144,29 y se le suma 30% de impuesto país y 45% de percepción del impuesto a las Ganancias) y al cierre de hoy cotiza a $252,51.

Uruguay: beneficios impositivos para turistas

Con este escenario, el gobierno oriental anunció que desde el 1° de septiembre y hasta el 30 abril de 2023 los turistas extranjeros gozarán de a tasa cero en el impuesto al valor agregado para servicios de gastronomía y alquiler de vehículos. Este beneficio su suma del devolución del 10,5% en el alquiler de viviendas de uso turístico. Asimismo, se estableció que los vehículos con patentes extranjeras acceden a un descuento de 30% en los combustibles.

"Es un esfuerzo que está haciendo el gobierno para que sea un poco más atractivo desde el punto de vista económico para algunos mercados como el argentino", sostuvo el ministro de Turismo Tabaré Viera durante una conferencia.

Lacalle Pou. El Gobierno de Uruguay busca incentivar el arribo de turistas argentinos.

Las medidas resultan un alivio para los golpeados bolsillos de los argentinos.

Por ejemplo, un litro de nafta en Uruguay tiene un valor aproximado de u$s80, equivalente a u$s2. Tomando el cierre del "dólar tarjeta", esto implica $504 por cada litro de nafta. El descuento del 30% que aplicará Uruguay lo reduce a unos $350, el doble de lo que cuesta en los surtidores nacionales. Por consiguiente llenar un tanque de 50 litros demandará alrededor de $17.500 contra los $25.000 que hubiera demando la misma carga sin el beneficio estatal uruguayo.

En el caso de los alojamientos el escenario es mucho más abierto debido a la variedad de inmuebles y a las necesidades de cada visitante. Pero las ofertas que hoy pueden observarse en la web se inician desde valores mínimos de $25.000 la noche para la tradicional semana de Navidad y Año Nuevo para locaciones muy básicas para 3 o 4 personas. A medida que crecen las comodidades y los amenities de los departamentos o casas los valores se disparan.

En el alquiler de automóviles un Renaul Kwid o similar tiene un valor de $21.900 diarios, que se reduce a $17.000 luego del descuento del IVA. A esto queda añadirle, por ejemplo, el gasto adicional de la extensión del seguro, servicio que no tiene contemplada la reducción del impuesto.

Alimentos y bebidas: los precios en Uruguay

En el caso de la comida, un tradicional chivito canadiense en una de los restoranes más populares de Uruguay tiene un valor de 755 pesos uruguayos, equivalentes a unos u$s19. A la billetera argentina le costaría algo más de $4.700. Una hamburguesa al pan completa tiene un valor de U$300, que resultan u$s7,5 y $1.890. Una pizza clásica de muzzarella está siendo promocionada a U$490, a razón de u$s12 y $3.100.

En tanto, la cerveza más representativa de Uruguay se vende a U$175, u$s4,3 dólares, que representan $1.100 nacionales. Una gaseosa de 600 cc cuesta U$98, lo que equivale a u$s2,45 dólares o $617 argentinos.

Los beneficios impositivos buscan atenuar el alto costo de bienes y servicios en el Uruguay.

Si la alternativa es el supermercado y cocinar en casa se logra reducir gastos, pero aún en valores muy superiores a los que rigen de este lado del Plata. Por el lado de las carnes, las diferencias son importantes. En una de las tiendas más populares el kilo de asado se ofrece a U$389, que implican cerca de $2.500 de los nuestros. La colita de cuadril cotiza a U$469, que al cambio nacional representan cerca de $3.000. Un cuarto trasero de pollo puede conseguirse a U$249 por kilo, que significan $1.600.

En el caso de las bebidas, las gaseosas de 1,5 litros fluctúan entre de U$ 100/110, que marcan un valor superior a los $1.400.

Por el lado de las bebidas con alcohol, por ejemplo vinos, los precios de arrancan desde $2.500 y las cervezas desde los $806.

Para acceder a los beneficios anunciados los visitantes deberán guardar todos los tickets de compra, presentarlos al salir del país y luego se acreditarán en las cuentas de las tarjetas utilizadas.

Sin dudas, con estos valores los visitantes argentinos de clase media deberán ajustar muy bien las cuentas para gozar de unos días de placer en las playas uruguayas sin comprometer sus finanzas al regreso.