El ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández y su par de la ciudad de Buenos Aires, Marcelo D’Alessandro firmaron este jueves un acuerdo de "pautas de convivencia" para ponerle fin a los acampes que ya llevan más de una semana en Recoleta y causaron enfrentamientos entre manifestantes y la Policía.

La novedad llega después de varios cruces entre la vicepresidenta Cristina Kirchner y el jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta sobre las facultades que posee la jurisdicción en el manejo de las fuerzas de seguridad, marchas y cortes de calle.

Los acampes iniciaron la semana pasada en apoyo a la exmandataria, quien está acusada de liderar una asociación ilítica junto a empresarios y exfuncionarios de su gestión durante su gestión entre 2011 y 2015. Las manifestaciones durante los últimos días iniciaron con un grupo de personas que se mostró en contra del pedido de condena contra la jefa de Estado, pero luego provocaron incidentes con los efectivos policiales y numerosos reclamos de los vecinos del barrio.

El Gobierno y la Ciudad prohiben acampes en Recoleta

Del acuerdo al que suscribieron los ministros de seguridad, también participó el jefe de Gabinete porteño, Felipe Miguel. El objetivo de la decisión es comprometerse a que las eventuales concentraciones frente al edificio de Cristina Kirchner se lleven a cabo "procurando ocasionar la menor afectación posible a los vecinos de la zona".

Según anticiparon fuentes de la negociación a Infobae, los funcionarios de ambas administraciones se comprometieron a que las concentraciones de personas que se realicen frente a la casa de Cristina Kirchner sean "procurando ocasionar la menor afectación posible a los vecinos de la zona".

Entre los detalles, se menciona que "no se realizarán acampes, ni ferias, ni se emplearán fuegos artificiales, ni se permitirá la instalación de parrillas. Se impedirá la realización de batucadas y cortes de calle".

Cristina Kirchner volvió al Congreso y fue criticada por cuestionar la autonomía de la CABA.

Cristina Kirchner se cruzó con Larreta y recibió críticas por acampes

El inicio del conflicto data desde este sábado cuando durante la madrugada, el jefe de gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, mandó a colocar vallas en las cercanías del domicilio de Cristina Kirchner para evitar cortes de calle y mayores incidentes durante los acampes y concentraciones. Desde el kirchnerismo y su militancia lo tomaron como una provocación para parar con las movilizaciones.

El nivel de tensión creció durante los días próximos a tal punto de que la Policía debió enfrentarse con los manifestantes, se registraron varios detenidos y hasta 20 efectivos heridos. Tras un discurso de la expresidenta y una reunión convocada por la Justicia, de la cual participó D'alessandro, Aníbal Fernández, el viceministro de Justicia, Juan Martín Mena y el ministro del Interior, Wado de Pedro, la situación comenzó a calmarse.

El malestar de los vecinos en Recoleta se replicó en los funcionarios de la oposición. Eso quedó demostrado en la vuelta de la presidenta del Senado al Congreso, cuando le llovieron las críticas desde diferentes legisladores por apoyar este tipo de manifestaciones en su favor. El radical Patricio Losteau fue uno de los que mostró su desacuerdo fervientemente. "Lo hace para distraer la atención del pésimo desempeño de este Gobierno", lanzó en una sesión convocada para sancionar proyectos sobre nanotecnología y promoción de la industria.

Simultáneamente, la expresidenta había pedido "replantear" la autonomía de la ciudad de Buenos Aires, lo que molestó a Larreta y otros miembros de Juntos por el Cambio. De esta forma, este acuerdo parece extraño en un momento de tanta tensión entre oficialismo y oposición.