El joven músico y cantautor Juan José "Colo" Vasconcellos, quien fue uno de los fundadores de Huayra y ahora es uno de los pilares de Ahyre, se sentó a conversar para el ciclo Rockear las Comunicaciones sobre la manera en que la tecnología impactó en su vida profesional.

-¿Qué impacto te generó la tecnología en este tiempo?

-En mi caso, la tecnología se ha dado como una herramienta que me ha brindado dos grandes caminos. Uno (el más offline) relacionado con la producción donde, desde cualquier lugar (en casa, viajando o donde sea) puedo trabajar con el "Pro Tools" para producir.

El segundo camino es el "online". El que que nos han brindado los puentes de comunicación que son las redes, las plataformas digitales. A partir de ahí hemos tenido de pronto la misma posibilidad que tienen absolutamente todos y todas las artistas del mundo a lo largo de todo el planeta, de cada ciudad en donde emerge la música, en donde hay una nueva propuesta artística.

-¿Y qué canción marcó una bisagra en tu experiencia?

-La primera canción del primer disco de Ahyre se llama "Bella Sombra", que grabamos con Raly Barrionuevo. En todo momento, hicimos esa producción de manera online, por una cuestión de distancias, por una cuestión de tiempo, de agenda y es muy loco.

Nos pasó exactamente lo mismo con Abel cuando cantamos "Cómplices". De hecho, antes de la pandemia pudimos grabar el videoclip de "Bella Sombra" con Raly, pero "Cómplices" salió en plena pandemia, y todo el tiempo en el que se gestó esta canción, tanto en imágenes como en audio, ha sido todo absolutamente remoto. Abel hizo la mitad del vídeo en Buenos Aires y nosotros la otra mitad en Salta. Lo mismo pasó con el audio, y la mezcla fue hecha por Uriel Dorman, un ingeniero increíble, que se sumó también y estaba en Buenos Aires. Carlitos Laurenz en el mastering de la sombra. Luego lo mezclamos con Orlando Vito, un ingeniero que está en Miami. Fue una experiencia muy loca.

-¿Generó la pandemia una aceleración en el uso de estas herramientas o ya las tenías?

-En algunos aspectos ya las habíamos usado. Fundamentalmente en la cuestión del audio, en poder pasarnos "data" vía mail y poder ir trabajando sobre el proceso de las canciones a través de internet, pero nunca habíamos tenido la posibilidad. De hecho, no nos hubiéramos imaginado hacer así. El contexto forzó un poco a que termináramos haciendo "Cómplices" con Abel de esta forma, en donde Agustina Tafet, la directora de Buenos Aires con Emi Nadal, el director de Salta, se pudieran "linkear" para empezar a trabajar sobre locaciones en común, la iluminación en común, la edición en común, el concepto de cámara y todo eso para que pareciera y tuviéramos la intención y tuviéramos el resultado final de que estábamos con Abel en el mismo lugar.

-¿Qué recordás de tu infancia en relación al consumo de música?

-En lo personal, era muy artesanal y analógica, porque éramos súper inquietos. Siempre estábamos buscando. Yo tuve la suerte, al igual que mis compañeros, de crecer en hogares en donde sonaba Fito, El Cuchi, Queen, Los Chalchaleros y todo eso es hoy, de alguna manera, el resultado final de quienes somos a la hora del gusto musical.

-Hablamos de la tecnología "off line" y de las redes. Ahora hablemos de narrativas, de "storytelling". Vos naciste en una casa en donde tu padre, José Adolfo "El Puma", te puso una pluma en la mano.

-Totalmente. Es que uno termina siendo el resultado del camino que ha ido recorriendo, y a partir de ahí es maravilloso para mí poder siempre contar de toda mi primera etapa. No solamente como un ser humano, sino como alguien que pretende dedicarse a transitar el camino del arte, de la música.

Esa infancia, esa primera infancia artística, ha sido hermosa para mí, como bien decías, tener a tu viejo que se la pasaba escribiendo y que las sobremesas de casa eran con algún otro músico. Siempre cito a Lito Nieva, uno de los mejores músicos que ha dado la historia al folklore de Salta y de Argentina. Lito con mi viejo escribiendo de pronto canciones en la sobremesa y siempre buscando. Siempre en la constante búsqueda de la palabra, de la melodía. En aquel momento, yo habré tenido seis o siete años, estaba mucho más conectado con los autitos, sentado en el piso que otra cosa…pero, evidentemente todo eso fue quedando y todo eso va saliendo décadas después. Creo que es muy importante toda la influencia que ni siquiera yo tengo conscientemente que ha sembrado ahí mi viejo en todo este camino.

Juan José "Colo" Vasconcellos conversando con Carlos Mazalán

- ¿Cuál es tu consejo en ese proceso creativo?

- El tema de la creación, para mí, tiene mucho que ver fundamentalmente con el animarse. Animarnos a poder ver, extrovertir lo que vamos sintiendo y haciendo. Yo soy un convencido de que todos tenemos la capacidad de poder expresar, de una manera o de otra, lo que llevamos dentro. Por supuesto, a medida que vamos decidiendo distintos caminos, o haciendo diferentes elecciones en cuanto a la vocación, a la profesión y demás, esa capacidad y esa posibilidad de ser creativos se nos va presentando con distintos colores, distintos sabores. En lo que respecta a mí, ha sido la búsqueda de la creatividad a través de la música. No solamente a la hora de expresar los pensamientos, los sentimientos, las sensaciones, sino también al modo de catarsis, a modo de dejar ser, dejar ser a tu persona y tratar de compartir fundamentalmente la música siempre ha funcionado como puente. Es muy loco lo que pasa con cada canción porque te encontrás a través de una música, de una letra, de la melodía, de una frase. Una frase que de pronto ha empezado a identificarte.

-Quiero que compartas un poco más quién sos porque, además de tremendo guitarrista, también sos productor, entre otras cosas. Contanos un poco más de tus peripecias.

-Yo creo que la formación que he tenido ha sido un poquito de cada cosa, ha tenido un poco de cada ingrediente: la calle, la escuela, mis viejos, mis amigos. Siempre citamos al maestro Sábato, donde él dice: "Yo no soy lo que escribo, soy lo que leo". En la música nos pasa algo muy parecido. Muchas veces nos terminamos identificando mucho más con lo que escuchamos que con lo que terminamos creando porque esa creación, en parte, es producto de la inspiración, de todo lo que te va generando tu entorno y en ese entorno está están los referentes y los artistas que admirás y, a partir de ahí, empezás también a aprender un montón de recursos.

De cada disco que escuché he podido aprender, al menos, una mínima técnica de grabación y una manera de cantar, de frasear, de expresarnos. A eso, si lo mezclás con toda la información que hay en Salta de los cuartetos folclóricos, de las armonías vocales. Recién nombramos a Lito. Lito es al folklore y a los conjuntos vocales lo que fue Quincy Jones a la música del mundo, a la música de Michael Jackson por hacer una comparación. Creo que todo eso ha sido la escuela para mí.

Por Carlos Mazalán (@cmazalan), comunicador y presidente de Mazalán Comunicaciones.