La oveja Dolly se convirtió en el primer mamífero clonado en la historia de la humanidad allá por 1997 en Estados Unidos. Hace unos 20 años, Argentina también tuvo su primera clonación de una ternera llamada Pampa y ahora Lucas, Murray, Robert y Milton, los perros clonados de Javier Milei, se convirtieron en las mascotas presidenciales más famosas del mundo. Sin embargo, dado el avance de la ciencia, ¿es posible que cualquier ciudadano común clone a su mascota en el país? La respuesta breve es sí, pero no.

¿Qué implica clonar un animal y cómo es el proceso?

Un clon es una copia genéticamente exacta de otro organismo; es decir, son dos individuos con la misma secuencia de ADN. Sin embargo, según Luciana Sapia, bióloga, doctora en Ciencias Médicas y Profesional Adjunto en el Centro de Investigaciones Cardiovasculares del CONICET, un individuo es mucho más que secuencias de ADN y genes.

"Es el producto de la expresión diferencial de los genes en el tiempo, y esa expresión diferencial está dada por el ambiente donde se desarrolla el individuo. Cuando hablamos de ambiente, nos referimos no solo a dónde vive, sino a sus costumbres, a su alimentación, a la exposición a contaminantes, a las relaciones que establece con otros individuos y a muchísimos otros factores que van determinando cuándo expresar un gen, cuándo silenciarlo o cuándo expresar otra variante de un mismo gen", detalla.

Por lo tanto, podemos decir que Lucas, Murray, Robert y Milton son genéticamente iguales a Conan, pero no son Conan, porque el ambiente donde se desarrollan no es el mismo, partiendo de la base de que Conan era único en relación a su dueño, Javier Milei, y sus clones son cuatro perros interactuando entre sí.

"Es como los gemelos, son genéticamente iguales, pero son dos individuos diferentes y no necesariamente tendrán la misma personalidad", agrega Sapia.

El proceso de clonación de animales, según María José Pérez, médico veterinario y magíster scientia en producción animal de Balcarce, es sencillo y se divide en dos etapas.

Milton, Murray, Lucas y Robert son los clones de Conan, su primer "hijo de cuatro patas" fallecido en 2017

En la primera etapa, se extrae una célula del animal que se desea clonar a través de una biopsia. "Generalmente se toman muestras de la barriga, y es un procedimiento poco invasivo para el animal", aclara.

La segunda etapa es la de Transferencia del núcleo, es decir, una vez que se ha extraído la célula del animal a clonar, se le extrae el núcleo, que contiene la información genética del animal. Por último, se introduce el núcleo en un óvulo previamente desovado."

En el exterior existe la posibilidad de mantener criopreservadas células de nuestras mascotas para ser usadas a futuro. También pueden extraerse muestras del animal muerto, pero el mismo debe mantenerse refrigerado, no congelado, y se debe tomar la muestra lo más temprano posible ya que, a medida que pasan los días, la posibilidad de disponer de células vivas se reduce drásticamente", agrega.

Para clonar al Mastín inglés del Presidente, participaron dos empresas estadounidenses. PerPETuarte se encargó de la toma de la muestra y su preservación, mientras que ViaGenPets fue la responsable de la clonación. Según los trascendidos, Milei habría pagado unos u$s50.000 y, dicen, que haber logrado obtener cuatro perros fue un caso excepcional.

Sin embargo, remarca Sapia, hay que saber que la clonación tiene más fracasos que logros. "Para que Dolly fuera exitosa se lanzaron aproximadamente 277 ensayos para lograr tener 29 embriones de los cuales solo uno llegó a término", detalla a iProfesional.

Además, advierte, hay evidencia científica de que los animales clonados desarrollan enfermedades perinatales y postnatales con más frecuencia que los individuos no clonados. "También se observa una baja tasa de fertilidad, exhiben mayor sobrepeso, malformaciones y un envejecimiento prematuro, como sucedió con Dolly".

Se estima que en Argentina se clonan alrededor de 400 caballos por año

¿Se puede clonar una mascota en la Argentina?

Desde el punto de vista técnico, es totalmente posible clonar animales en Argentina; hay mucho conocimiento sobre el tema e incluso trayectoria. Sin embargo, coinciden los especialistas, si hablamos de mascotas, perros y gatos, en Argentina no hay, al menos hasta ahora, un mercado posible debido a los altos costos que implica el procedimiento.

Para lo que sí hay mercado en Argentina es para la clonación de caballos, más específicamente caballos de carreras y de polo; deportes que se manejan con altos presupuestos. Se estima que por año se clonan alrededor de 400 equinos.

El costo de clonar un caballo en Argentina varía según la empresa que lo realice. En general, oscila entre los u$s100.000 y u$s250.000.

Kheiron Biotech, empresa 100% nacional, fue la pionera y se dedica tanto a la clonación de equinos como a la criopreservación y guarda de células en su propio banco para luego ser usadas para clonación cuando el criador lo decida. Sinergy Cloning, fundada en 2021, es otra de las empresas especializadas en clonación de equinos.

¿Es ético reemplazar a un ser querido por una copia genética?

Aunque el dolor que implica la pérdida de una mascota es innegable, la opción de la clonación con fines sentimentales es un tema que genera controversias éticas y morales.

"La clonación me parece una herramienta muy superadora para curar enfermedades o desarrollar órganos, pero el límite es ese. Creo que intentar llevar a la inmortalidad a una mascota es un acto de omnipotencia y egoísmo. No hay que olvidar que clonar implica más fracasos que éxitos y en el camino los objetos de experimentación son los animales que muchas veces son sometidos a prácticas en las que sufren, embriones y fetos que no llegan a término y son desechados. ", justifica Sapia.

Clonar mascotas en el país es posible, pero no hay mercado que justifique la inversión que implica. Mejor, adoptar

La médica veterinaria Pérez coincide y cree que desde el punto de vista de la ciencia y la biología, clonar organismos es un avance sumamente importante, teniendo en cuenta el abanico de soluciones terapéuticas que se abren, así como también incrementar la eficiencia en producción de alimentos, preservación de especies en extinción, investigación básica y las múltiples aplicaciones actuales y potenciales que conlleva esta tecnología.

Sin embargo, al igual que Sapia, cree que la clonación de mascotas es un límite. "Si la vida nos regala seres inigualables, como nuestras mascotas, disfrutémoslas a pleno en vida para que, cuando ya no estén, las podamos seguir disfrutando al evocar los innumerables recuerdos que entonces nos habrán dejado", recomienda.

No está de más recordar los miles de perros y gatos abandonados a su suerte en las calles y el trabajo de los rescatistas que, sin duda, de hacerse un hábito la clonación de mascotas, dirían: no compres ni clones, adoptá.