El cardenal de EE.UU. con trayectoria en Latinoamérica que puede suceder al papa Francisco
Con el deceso del papa Francisco, el lunes, a los 88 años, se da inicio al ritual del cónclave que definirá al próximo sucesor como máxima figura ante más de 1.400 millones de católicos en el mundo. Este proceso, el cual se basa en cientos de años de tradición y secreto, terminará con la elección del próximo pontífice.
Este hecho despierta especulaciones sobre el posible perfil del nuevo papa y su orientación "política". En este sentido, el cardenal Robert Francis Prevost, de nacionalidad estadounidense, pero con larga trayectoria en Sudamérica, ha surgido como uno de los nombres con gran posibilidad en Roma.
El perfil de Robert Francis Prevost
Prevost, de 69 años, es actualmente prefecto del Dicasterio para los Obispos, uno de los cargos más importantes en el Vaticano, encargado de supervisar el nombramiento de obispos en todo el mundo. Además, preside la Pontificia Comisión para América Latina, y es visto como una figura cercana al estilo pastoral promovido por el propio Francisco. Su elección sería inédita: Estados Unidos nunca ha tenido un papa, y el peso geopolítico del país ha sido tradicionalmente un obstáculo.
Cabe mencionar que la mayoría del colegio cardenalicio con derecho a voto fueron nombrados por Francisco, por lo que es probable que se busque un perfil que siga en esa línea. Sin embargo, el cónclave se definirá dentro de la Capilla Sixtina, bajo secreto total, donde los 138 cardenales electores menores de 80 años deberán llegar a un consenso de dos tercios. El proceso puede ampliarse durante varios días, con hasta cuatro rondas de votación diarias y vigilancia permanente de la famosa chimenea que anuncia el resultado con humo blanco o negro.
La historia del posible sucesor del papa Francisco
Robert Prevost nació en Chicago en 1955 e ingresó en la Orden de San Agustín en 1977. Fue enviado muy joven a Roma para estudiar Derecho Canónico en la Universidad Pontificia Santo Tomás de Aquino. Ordenado sacerdote en 1982, comenzó su trabajo misionero en Chulucanas, al norte de Perú, al año siguiente. Entre 1988 y 1998 tuvo un rol clave en la formación agustiniana en Trujillo, donde también fue vicario judicial y profesor de Teología, según la Oficina de Prensa del Vaticano.
Asimismo, el conocimiento de la realidad eclesial latinoamericana es profundo. Fue obispo de Chiclayo entre 2015 y 2023, y vicepresidente de la Conferencia Episcopal Peruana desde 2018. Francisco lo integró en la Congregación para el Clero en 2019 y en la de Obispos en 2020, antes de nombrarlo prefecto del nuevo Dicasterio en 2023.
También es miembro de al menos seis dicasterios adicionales, lo que lo convierte en uno de los cardenales con más funciones operativas en la Curia romana, según datos de la Pontificia Comisión para América Latina.
A pesar de su nacionalidad, Prevost cultivó un perfil discreto y multilateral, más cercano a la tradición pastoral del sur global que a las dinámicas eclesiásticas estadounidenses. Su edad relativamente joven podría jugar en su contra si los electores buscan un papado corto, aunque su amplia experiencia en gestión y formación episcopal le da una posición destacada en las deliberaciones.