La solución que Nordelta le propuso al Gobierno en materia de obra pública

El paisaje urbano del norte del Gran Buenos Aires se ha transformado radicalmente en las últimas décadas, con el auge de grandes urbanizaciones privadas como Nordelta. Sin embargo, el crecimiento poblacional y vehicular no siempre fue acompañado por la infraestructura de transporte necesaria y basta con ver el tráfico en la Autopista Panamericana en hora pico para comprobarlo. La estación de tren de Nordelta, un proyecto vital para aliviar el tránsito, es un claro ejemplo de esto.

Tras el cese de buena parte de la obra pública decidido por el Gobierno, y a pesar de que el gobierno declaró la emergencia ferroviaria impulsando algunas reanudaciones puntuales, esta estación no forma parte de la planificación a corto o mediano plazo. Es en este contexto que surge una propuesta inusual: la propia desarrolladora de Nordelta estaría dispuesta a asumir el costo y la finalización de la obra.

Nordelta podría hacerse cargo de "su" estación de tren de la línea Mitre

Desde la asunción del gobierno de Javier Milei, la paralización de la obra pública ha sido una política central en el marco de la reducción del gasto estatal. Si bien la situación generó un parate en cientos de proyectos a lo largo y ancho del país, el sector ferroviario, que cuenta con una declarada emergencia, ha visto algunas excepciones. Sin embargo, la estación de la línea Mitre que había arrancado a hacerse en Nordelta -entre las estaciones Pacheco y Benavídez- e iba a llevar el nombre de María Remedios del Valle – Capitana de la Patria (Nordelta), no fue una de las obras priorizadas para su reanudación, quedando en un limbo de incertidumbre.

Fue el sitio especializado enelSubte el que reveló que la desarrolladora inmobiliaria de Nordelta ha iniciado conversaciones con Trenes Argentinos Infraestructura (ADIF) para hacerse cargo de las obras inconclusas. Esta información fue confirmada por fuentes de ADIF a dicho medio, destacando el interés de la empresa privada en finalizar un proyecto que consideran clave para la conectividad de la zona.

El proyecto de la estación Nordelta inició en 2021, fue licitado a mediados de 2022 y adjudicado en septiembre de ese mismo año a la constructora Proba. Las obras, que se iniciaron a mediados de 2023, avanzaron a paso firme por unos meses hasta quedar paralizadas por el cambio de gobierno.

La saturación vehicular en la Autopista Panamericana es un problema diario para los residentes del norte del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). El crecimiento exponencial de urbanizaciones en la región no fue acompañado por un desarrollo similar en la infraestructura de transporte público, generando una fuerte dependencia del vehículo particular y, por ende, enormes congestiones en las horas pico. En este sentido, la finalización de la estación de tren es vista como una solución vital para mejorar la calidad de vida y la movilidad de miles de personas.

Estación Nordelta del tren Mitre: cómo se reanudaría la obra

Aunque todavía no hay un acuerdo formal, el esquema que se baraja es similar al que se utilizó con la estación Hospital Ezeiza de la línea Roca, cuyas obras fueron cedidas al municipio local para su finalización. Esto significaría que ADIF transferiría las obras a la desarrolladora de Nordelta, quien asumiría la responsabilidad y los costos para concluir los trabajos pendientes. Cabe destacar que, según fuentes de ADIF, el contrato con la constructora aún no ha sido rescindido y sigue vigente.

Cómo sería la estación Nordelta del tren Mitre

La futura estación María Remedios del Valle (Nordelta) está estratégicamente ubicada a 3 kilómetros de la estación Pacheco y a 5 kilómetros de Benavídez, en la intersección con el túnel a El Talar del Lago. El diseño del proyecto original contemplaba:

• Dos accesos: Uno principal frente a Nordelta (lateral este) con boletería, y un acceso secundario con salida hacia el centro comercial Lirios del Talar (lateral oeste) con módulo SUBE.
• Andenes: Dos andenes enfrentados de 150 metros de longitud.
• Infraestructura: Edificios operativos, sanitarios en ambos andenes y rampas reglamentarias, además de cámaras e iluminación LED.

Originalmente, los andenes se iban a construir elevados, pensando en la proyectada electrificación del tramo José León Suárez – Benavídez de la línea Mitre, un proyecto que tampoco fue licitado y cuya realización futura es incierta. De hecho, el proyecto de modernización del Mitre con financiamiento del Banco Mundial, que incluía esa electrificación, fue recortado. Hoy, solo algunos aspectos se mantienen en ejecución, mientras que otros, como la electrificación Victoria – El Talar, fueron directamente dados de baja.

La falta de inversiones significativas no es exclusiva del Mitre en esta zona. La línea Belgrano Norte, que también cubre parte del corredor, sigue operando con una concesión vencida y sujeta a prórrogas precarias, y el proyecto de electrificación está congelado. Incluso, la renovación y electrificación de la línea San Martín, que llega a Pilar, otra zona de crecimiento urbano, fue cancelada por las actuales autoridades, y el crédito del BID asignado fue redirigido a gastos no ferroviarios.

Frente a este panorama de desinversión en el transporte masivo y guiado, la iniciativa de Nordelta no solo sería una solución para sus residentes, sino que podría sentar un precedente para otras zonas del país donde la infraestructura es una necesidad urgente y la mano del Estado parece no llegar.