Ropa barata: así es el nuevo servicio que ofrece la Gran Dulce, el outlet que quiere destronar a La Salada y Flores
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Ubicado en el cruce estratégico de la Avenida General Paz y Puente La Noria, en Villa Celina, a pocas cuadras del Autódromo de Buenos Aires, el centro comercial La Gran Dulce avanza en su posicionamiento como uno de los polos emergentes del comercio en el Área Metropolitana. Con una superficie de casi 100.000 metros cuadrados, el predio apuesta a una modalidad de venta minorista con precios mayoristas, en un entorno que combina seguridad, accesibilidad y servicios complementarios, como estacionamiento gratuito con capacidad para 15.000 vehículos.
El centro comercial alberga una amplia variedad de locales que operan bajo la lógica del precio mayorista sin requerir compra por volumen. Esta modalidad permite que el público general acceda a productos a precios competitivos sin restricciones mínimas de compra, una estrategia que busca captar tanto a consumidores individuales como a revendedores y comerciantes de pequeña escala.
El proyecto se propone como una alternativa para compras económicas en un entorno estructurado y de acceso directo, aprovechando su localización próxima a importantes vías de circulación y su cercanía con nodos urbanos del sur del conurbano bonaerense y la Ciudad de Buenos Aires.
Servicios de traslado: micros exclusivos hacia La Gran Dulce
A partir de abril, La Gran Dulce pondrá en funcionamiento un servicio de micros propios que conectará puntos clave del conurbano y la Capital Federal con el predio comercial. Las unidades partirán durante todo el día desde localidades como Lomas de Zamora, Liniers, San Isidro, Laferrere y distintos barrios porteños, con un costo estimado de $5.000 por tramo.
Cada pasajero podrá transportar hasta dos bultos sin cargo adicional, y habrá opciones disponibles para quienes necesiten trasladar mayor cantidad de mercadería. La modalidad contempla una estadía de dos horas en el predio antes del viaje de regreso, con el objetivo de brindar una experiencia de compra ordenada y programada.
Además, se encuentra en etapa de preparación un playón de 200 metros cuadrados destinado a la recepción de micros de larga distancia. Esta infraestructura permitirá que visitantes provenientes de otras provincias puedan incluir a La Gran Dulce como parte de sus recorridos de compra, en una lógica similar a los tours comerciales que tradicionalmente incluyen centros como Once, Avellaneda, La Salada y la zona de Nazca.
Diferenciación operativa frente a otros mercados populares como Flores o La Salada
La propuesta de La Gran Dulce se distingue por su esquema operativo. A diferencia de mercados como La Salada —que funciona tres días por semana en horarios restringidos—, el predio de Villa Celina opera de forma continua todos los días del año, con excepción del 1 de mayo, el 25 y el 31 de diciembre.
El horario de atención es de lunes a jueves de 10 a 20 horas, y de viernes a domingo de 10 a 21 horas. Esta disponibilidad busca captar una demanda sostenida durante la semana y ofrecer una alternativa comercial a quienes no pueden acceder a otros mercados populares debido a restricciones horarias o logísticas.
Si bien no existe una declaración oficial sobre una competencia directa con La Salada, el crecimiento de La Gran Dulce se produce en un contexto de búsqueda de nuevas plazas comerciales que combinen escala, infraestructura y cercanía urbana.
Precios directos de fábrica y talles especiales
Una de las principales ventajas del lugar es que los fabricantes venden directo de fábrica, lo que permite acceder a ofertas muy convenientes. Por ejemplo, jeans para hombre en promoción: dos unidades por $10.000 cada uno, aunque su precio regular puede alcanzar los $35.000. Todos los productos se pueden probar y cambiar sin inconvenientes.
En cuanto a camperas, las inflables arrancan en $25.000, mientras que los camperones largos con capucha impermeables rondan los $50.000. En el caso de las mujeres, hay camperones metalizados largos a $22.000, aunque en otros locales del mismo complejo pueden encontrarse hasta por $45.000. Las zapatillas parten desde los $30.000.
La oferta de ropa deportiva también se destaca: en muchos locales, cada prenda —ya sea calzas largas o cortas, joggings, remeras, camperas deportivas o tops— se vende a $10.000.
En la parte central del predio -más alejada del sector de marcas- los precios bajan aún más. Muchos locales comercializan ropa fabricada localmente, en algunos casos por los mismos proveedores de marcas conocidas. Allí, por ejemplo, los jeans de hombre pueden costar $10.000, las camperas simil cuero desde $25.000, y packs de 12 pares de medias desde $4.500.
Una característica destacada es la inclusión de talles especiales, principalmente para hombres. Las remeras o chombas de hasta talle 14 tienen el mismo precio que las talles S, una política que no se ve habitualmente en otros centros comerciales.
También se venden artículos para el hogar como acolchados doble plaza desde $20.000, pantuflas desde $6.000 y pijamas desde $20.000. Y hay un área de perfumería donde pueden encontrarse productos de primeras marcas a precios muy competitivos: perfumes sin tapa desde $10.000 para hombres y $15.000 para mujeres.
Distribución del predio y propuesta de marcas
Una de las áreas más destacadas del centro es el Outlet Premium, un espacio de 3.000 metros cuadrados impulsado por el empresario Arturo Alacahan, también vinculado al Luxury Outlet de Palermo. Esta sección está ubicada en el margen izquierdo del predio y cuenta con indumentaria y accesorios de marcas internacionales como GAP, H&M, Bershka, Forever 21, Pull&Bear, Pepe Jeans y Carpisa.
Las prendas están organizadas mediante un sistema de etiquetas de colores, lo que facilita la identificación de precios y categorías. Según información del centro, algunos de los precios de referencia incluyen musculosas de H&M desde $11.000, remeras de GAP desde $20.000, vestidos de Bershka desde $40.000 y tapados importados desde $90.000.
Este esquema apunta tanto al comprador final como a comerciantes interesados en productos de marca a precios competitivos, en línea con el modelo de venta por unidad a valor mayorista.
Atracciones visuales y experiencia general
El ingreso al predio está marcado por dos réplicas de dinosaurios gigantes que funcionan como punto de referencia y atractivo visual para los visitantes. Esta disposición forma parte de una estrategia general para generar una experiencia de compra distinta, que combine aspectos funcionales con elementos visuales distintivos.
La infraestructura del predio incluye calles internas asfaltadas, señalización de orientación, presencia de seguridad privada y puntos de información para los visitantes. Asimismo, se prevé la incorporación progresiva de servicios complementarios, como espacios gastronómicos, áreas de descanso y servicios financieros.
La Gran Dulce se presenta como una opción en expansión dentro del mapa comercial del Área Metropolitana. Su localización, combinada con su modelo de precios y estrategia de conectividad, le permite captar un público amplio que busca alternativas a los circuitos tradicionales de compras mayoristas.
El lanzamiento de los micros exclusivos y la habilitación del playón para micros de larga distancia marcan un avance en la estrategia de regionalización del predio. De esta manera, el centro busca consolidarse no solo como un espacio comercial de cercanía, sino como un destino dentro del circuito de compras a gran escala en el país.
Con este enfoque, La Gran Dulce se suma a las transformaciones que atraviesan el comercio informal y semiformatizado en el área metropolitana, que en los últimos años ha visto una progresiva profesionalización en términos de logística, servicios e infraestructura. La evolución de este centro comercial y su relación con el ecosistema de compras populares será un aspecto a seguir en los próximos meses.