Proponen vender el autódromo para hacer un barrio cerrado y llevar la pista a otro lugar
La agenda urbana de Rosario podría tomar un giro inesperado a partir de una discusión que un concejal quiere imponer. Carlos Cardozo, hombre del PRO, presentó una propuesta disruptiva que busca solucionar lo que él considera un "conflicto histórico" que involucra al Autódromo Municipal "Juan Manuel Fangio": su relocalización y la venta del predio actual para financiar la construcción de un nuevo circuito moderno. El destino del valioso terreno no sería otro que un emprendimiento urbano premium, lo que reaviva la discusión sobre los barrios cerrados en la ciudad.
La iniciativa del edil no solo apunta a darle un nuevo destino a un espacio que genera constantes tensiones vecinales por ruidos y molestias, sino que propone derogar la ordenanza que desde 2010 prohíbe habilitar nuevos barrios cerrados. Según Cardozo, esta prohibición ha frenado inversiones multimillonarias y mantiene a la ciudad desfasada de la normativa nacional. Su proyecto busca transformar un problema de convivencia en un motor de desarrollo urbano y financiamiento de obra pública.
"Estamos frente a un conflicto histórico. ¿Por qué no pensar en transformar ese problema en un motor de desarrollo urbano?", planteó el concejal. La ecuación, que promete ser un esquema virtuoso y transparente, busca poner en valor el suelo municipal para generar recursos genuinos.
El futuro del autódromo de Rosario: ¿barrio cerrado y mudanza para un circuito moderno?
El corazón de la propuesta de Cardozo reside en el financiamiento. El edil argumenta que el valor del predio del Autódromo, que ha quedado rodeado por nuevos barrios residenciales y un condominio, es sustancialmente mayor si se destina a una urbanización privada de alta calidad en lugar de mantener un equipamiento urbano en conflicto permanente.
La idea es que la venta del terreno a alguna desarrolladora se canalice a través de un fideicomiso público. Estos fondos serían destinados, de manera exclusiva, a financiar y construir un Autódromo nuevo, con mayor aptitud, mejor accesibilidad y menor impacto ambiental en un sitio más adecuado de la ciudad.
Este esquema de venta e inversión busca ser un modelo transparente y financiado "sin cargarle un peso al contribuyente". El concejal propone un cambio de paradigma: utilizar el capital privado captado por un desarrollo de alta gama para dotar a la ciudad de una infraestructura pública moderna, resolviendo al mismo tiempo un problema crónico con los vecinos de la actual ubicación del circuito.
Autódromo de Rosario: integración urbana obligatoria y el nuevo marco legal
La propuesta de habilitar barrios cerrados se ampara en el Código Civil y Comercial de la Nación, que en su reforma de 2015 incorporó la figura de los Conjuntos Inmobiliarios. Para el concejal, Rosario necesita urgentemente actualizar su normativa para no seguir perdiendo oportunidades de inversión y desarrollo.
El proyecto de habilitación de barrios cerrados incorpora exigencias estrictas para los desarrolladores, buscando garantizar que el beneficio privado se traduzca en obras públicas:
- Cesiones de espacio público de alto valor.
- Integración urbana obligatoria.
- Provisión de infraestructura completa y sustentabilidad ambiental.
- Convenios urbanísticos con compensaciones significativamente más altas que las exigidas para desarrollos abiertos.
- Exigencia de un impacto urbano positivo.
Cardozo defendió la medida argumentando que "un barrio cerrado, bien regulado, aporta mucho más a la ciudad que una urbanización común". También señaló que este tipo de desarrollo no requiere necesariamente de enormes superficies, sino que pueden ser proyectos de escala media (apenas dos manzanas), factibles en sectores como Nuevo Alberdi o zonas mixtas del sudoeste.