Maduro desafía a Trump y la Casa Blanca adelanta que es inminente un "anuncio importante"
Donald Trump enfrenta una situación cada vez más compleja en su intento de desalojar a Nicolás Maduro del poder en Venezuela. La presión militar estadounidense no logra doblegar al régimen, mientras en Washington crece el escándalo por un presunto crimen de guerra vinculado a un ataque en el Caribe.
"Tenés que abandonar el país ahora", le dijo Trump a Maduro, ofreciéndole un salvoconducto solo si renunciaba de inmediato.
En este contexto delicado, Trump convocó a una reunión de gabinete y anunció que haría un comunicado importante, lo que generó expectativas sobre un posible anuncio respecto a Venezuela. La Casa Blanca no precisó el tema, pero la tensión crece tanto en el plano internacional como en el interno.
El lunes, Trump se reunió con sus principales ministros y mandos militares para analizar las opciones en Venezuela, tras una comunicación telefónica con Maduro en la que le dio un mensaje "contundente" para que deje el poder. Según trascendió, Trump ofreció inmunidad y un salvoconducto a Maduro y su familia si aceptaba renunciar, pero el venezolano rechazó la propuesta y exigió condiciones como inmunidad global para él y otros 100 funcionarios, una transición encabezada por Delcy Rodríguez y el control de las fuerzas armadas. Trump rechazó las contrademandas y le dio un ultimátum, que Maduro ignoró.
Nicolás Maduro desafía y Donald Trump enfrenta obstáculos internos
Al vencer el plazo, Maduro bailó ante una multitud en Caracas, desmintiendo rumores de que cedería ante la presión estadounidense. "No queremos la paz de los esclavos, ni la paz de las colonias", proclamó, mientras bailaba un remix con su propia voz. La estrategia de presión militar de Trump no logra resultados inmediatos y el venezolano demuestra habilidad para resistir y manejar los tiempos.
Mientras tanto, Estados Unidos mantiene un despliegue militar masivo en el Caribe, con el portaaviones más grande del mundo, destructores, submarinos, cazas, misiles y unos 15.000 efectivos. Trump evalúa lanzar una ofensiva limitada contra objetivos ligados al narcotráfico en Venezuela, como pistas de aterrizaje y puertos, pero descarta una invasión a gran escala.
La retórica de Trump se intensifica: amenazó con ataques a cárteles de drogas en Venezuela y declaró que el espacio aéreo del país debería considerarse cerrado. Sin embargo, el 70% de los estadounidenses rechaza una intervención militar, según una encuesta de CBS, y el Congreso investiga un ataque estadounidense en el Caribe que podría ser calificado como crimen de guerra.
El foco está puesto en el secretario de Defensa Pete Hegseth, acusado de ordenar un segundo ataque contra una embarcación sospechada de transportar droga, que habría causado la muerte de sobrevivientes. "Maten a todos", habría ordenado Hegseth, según fuentes citadas por The Washington Post. El gobierno primero descalificó el reporte como "fake news", pero luego Trump defendió a Hegseth.
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, afirmó que el almirante Frank Bradley actuó dentro de la ley al ordenar la ofensiva, pero funcionarios del Pentágono están molestos por la actitud de Hegseth. El Congreso, tanto demócratas como republicanos, exige explicaciones y el general Dan Caine ya fue citado para declarar ante las comisiones de las fuerzas armadas.
Trump busca una salida en medio de la crisis
En este escenario, Trump intenta encontrar una solución para la crisis venezolana, pero el tiempo juega en su contra. Las presiones internas aumentan, el escándalo por los ataques militares crece y Maduro sigue firme en el poder, desafiando abiertamente a Estados Unidos.
La crisis en Venezuela se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza para Donald Trump, que enfrenta obstáculos tanto en el plano internacional como en el interno, mientras la figura de Nicolás Maduro se fortalece ante cada intento de presión.