El ultimátum que Trump dio a Maduro por teléfono: "Tenés que abandonar el país ahora"

El presidente Donald Trump le impuso a Nicolás Maduro un ultimátum en una llamada telefónica la semana pasada, en la que el mandatario estadounidense exigió que el venezolano abandonara Venezuela , ofreciéndole incluso un salvoconducto. Pero Maduro se negó y pidió una "amnistía global" para él y sus aliados, en medio de una fuerte tensión bilateral y un gran despliegue militar estadounidense frente a las costas venezolanas.

El llamado habría ocurrido el 21 de octubre y su existencia fue confirmada por el propio Trump, aunque sin detalles oficiales sobre el contenido de la conversación. El domingo, al regresar de Palm Beach a Washington, el presidente comentó desde el avión presidencial que la comunicación había tenido lugar y se limitó a decir a los periodistas: "No diría que fue bien o mal, fue una llamada telefónica".

La presión de Donald Trump a Nicolás Maduro: "Tenés que abandonar el país"

Según publicó el Miami Herald, con base en fuentes al tanto de la comunicación, Trump envió un mensaje "contundente" para que Maduro dejara el poder. "Tenés que abandonar el país ahora", le habría dicho. "Podés salvarte y a tus seres más cercanos, pero tenés que abandonar el país ahora", insistió Trump, quien incluso ofreció un salvoconducto para Maduro, su esposa y su hijo, "solo si aceptaba renunciar de inmediato".

Sin embargo, Maduro se habría negado y presentó una serie de contrademandas, que incluían inmunidad mundial ante procesos judiciales y la posibilidad de ceder el control político, pero conservar el manejo de las Fuerzas Armadas. "Primero, Maduro solicitó una amnistía global por cualquier delito que él y su grupo hubieran cometido, y esta fue rechazada", precisó una fuente con anonimato.

"Segundo, pidieron mantener el control de las fuerzas armadas, similar a lo ocurrido en Nicaragua en 1991 con Violeta Chamorro. A cambio, permitirían elecciones libres". Según la misma fuente, el esquema se asemejaba a un "modelo cubano" en el que el verdadero poder quedaba detrás de escena. Washington rechazó también esa alternativa. El tercer punto crítico fue el tiempo: Estados Unidos exigió una renuncia inmediata y Caracas se negó.

El Herald afirmó que no hubo más contacto directo tras la llamada, aunque Maduro habría solicitado otra comunicación el fin de semana posterior, luego de que Trump declarara el espacio aéreo venezolano "cerrado en su totalidad". "El gobierno de Maduro… no recibió respuesta", aseguró el Herald, que indicó que la primera conversación fue facilitada por Brasil, Qatar y Turquía.

Mientras tanto, Estados Unidos incrementó la presión con ataques a embarcaciones que supuestamente transportaban droga en el Caribe y el Pacífico, que dejaron más de 80 personas muertas. Además, estacionó en la zona el USS Gerald Ford, el portaviones más grande y moderno del mundo, junto a destructores, submarinos y aviones de guerra, dentro de la ofensiva "Operación Lanza del Sur", que incluye 15.000 efectivos.

Trump, quien señaló a Maduro como líder del Cartel de los Soles, también afirmó que Estados Unidos detendría el tráfico de drogas venezolano por tierra "muy pronto".  En un gesto que sugiere que evalúa acciones que podrían ir más allá del mar, Trump convocó en el Salón Oval a ministros clave y altos mandos militares. Participaron el secretario de Guerra Pete Hegseth, el jefe del Estado Mayor Conjunto Dan Caine, el secretario de Estado y asesor de Seguridad Nacional Marco Rubio, la jefa de Gabinete Susan Wiles y el subjefe Stephen Miller, entre otros.

Los expertos señalan que Trump no lanzaría un ataque a gran escala, pero sí una ofensiva limitada a bombardeos dirigidos como es el caso de pistas de aterrizaje, puertos e instalaciones ligadas al narcotráfico. Maduro aseguró que se prepara para resistir la "ofensiva del Imperio".

Con un despliegue masivo en el Caribe, Trump analiza cuidadosamente qué camino tomar. Por un lado, buscaría un triunfo militar similar a su operación quirúrgica contra instalaciones nucleares en Irán, donde no hubo bajas estadounidenses, desviando así la atención de los problemas económicos internos y del caso Epstein. Pero, por otro lado, enfrenta la presión de su electorado, que no quiere involucrar al país en conflictos lejanos. De ahí un posible enfoque más "dialoguista".

Una intervención terrestre en Venezuela podría ser problemática: el 70 % de los estadounidenses se opone a una acción militar en ese país, según una encuesta de CBS.