Bodegón con precios súper baratos: pasta libre a solo $15.000 y asado para dos por $35.000

Con la Navidad y el Año Nuevo a la vuelta de la esquina, es una tradición para muchos empezar a buscar un buen lugar para comer con amigos, familiares o compañeros de trabajo y así despedir el 2025. Si lo que queremos es ir a comer, obviamente que un punto clave en esa búsqueda va a ser el costo. Es por eso que te presentamos este bodegón en el que podés comer muy bien y con precios muy accesibles.

Bodegón con precios súper baratos: pasta libre a $15.000 y asado para dos por $35.000

Se trata del bodegón Buona Mangiata, ubicado en Avenida Scalabrini Ortiz 802, Villa Crespo. Sobre este restaurante armaron un video en El Club del Bajón a través de su cuenta de Instagram @clubdelbajon.

En este lugar es así: por tan solo $15.000, te podés pedir toda la pasta que quieras, podés elegir entre fusiles, ravioles y ñoquis y combinarlos con una gran variedad de salsas. Incluso se puede probar todas las clases de pastas que hay y repetir las veces que quieran. Hay que tener en cuenta que todas las pastas son caseras y se hacen en el momento.

Además, esta promoción incluye un flan mixto de postre de regalo.

Si no estás para pasta y lo que te gusta es la carne, por $35.000 podés pedir una tabla parrillera con papas fritas incluidas. La parrillada incluye asado, vacío, bondiola, chinchulines, chorizo y morcilla.

A esto se suma una barra de ensaladas libre para armarte todas las combinaciones que quieras: rusa, arroz, zanahoria, berenjenas al escabeche, toppings a lo loco y mil combinaciones. También te incluye postre de regalo. 

La única manera de acceder a ambas promociones es comprando por la aplicación "Morfy". Para eso, tenés que buscar el perfil de "Buona Mangiata" dentro de la app, elegir la promoción y pagar a través de Mercado Pago o Tarjeta. Después simplemente te presentás al local con el código de compra y listo.

La promoción está disponible, por ahora, hasta el 23 de diciembre.

La historia del bodegón Buona Mangiata

El clásico restaurante que todos los días abría sus puertas en la esquina de Ángel Gallardo y Virasoro, un día con pena tuvo que decir adiós. Eran tiempos difíciles, el avance de nuevas inversiones inmobiliarias aplastaba maravillosas esquinas y una pandemia poco conocida que obligaba además a bajar las cortinas. Aquellos sueños se fueron en silencio dejando en un rincón a un puñado de trabajadores envueltos en una desesperante incertidumbre.

Buona Mangiata no podía cerrar así y los trabajadores no podían permitirse bajar los brazos. Así, con el guiño de un bodegón con tanta historia y acostumbrado a golpes bajos, se juntaron y con mucho esfuerzo, dudas, trabajo y constancia lograron levantar ese gigante que apenas estaba dormido.

Después de un largo camino al que nunca se permitieron mirar hacia atrás, lograron colgar ese hermoso y luminoso cartel que solo indica que su casa, la que levantamos con el corazón, está abierta.