Cómo funciona y cuánto cuesta la Tirzepatida en Argentina, la nueva droga inyectable anti obesidad

La llegada de la Tirzepatida a la Argentina marcó un antes y un después en el abordaje de la diabetes tipo 2 y la obesidad. El fármaco, aprobado recientemente por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), se comercializa bajo el nombre Mounjaro y generó una enorme expectativa tanto en el ámbito médico como entre los pacientes, por sus resultados inéditos en control glucémico y descenso de peso.

Desarrollado por el laboratorio Eli Lilly, Mounjaro es promovido, comercializado y distribuido en el país por el Laboratorio Adium, en el marco de un acuerdo entre ambas compañías. Se trata de un medicamento inyectable de aplicación semanal, que se presenta en una lapicera prellenada KwikPen, similar a las utilizadas por personas con diabetes para aplicarse insulina.

El doctor Daniel (Dong Hoo) Woo (MN 106085), jefe de la Sección Nutrición del Hospital Italiano y doctor en Ciencias de la Salud, explica que la Tirzepatida "imita dos hormonas naturales del organismo, conocidas como incretinas: el GLP-1 y el GIP". Esta doble acción es la gran novedad del fármaco. "Mejora la secreción de insulina, reduce la resistencia a la insulina, disminuye el apetito a nivel cerebral y aumenta la saciedad al enlentecer el tránsito gastrointestinal", detalla. El resultado es un mejor control de la glucemia y una pérdida de peso significativa, "sin grandes sufrimientos".

Por qué genera tanta expectativa

Según Woo, los ensayos clínicos mostraron descensos de peso que superan ampliamente a los de otros medicamentos disponibles y que, en algunos casos, "se acercan a los resultados de una cirugía bariátrica". A diferencia de drogas como la liraglutida o la semaglutida, que actúan solo sobre el receptor GLP-1, la Tirzepatida suma el efecto del GIP, lo que potencia su eficacia.

Los estudios indican que los pacientes pueden perder entre el 15% y el 26% de su peso corporal, un número inédito para un tratamiento farmacológico. "No es lo mismo que una cirugía, que suele lograr un descenso mayor y más rápido, pero es una alternativa menos invasiva y muy valiosa para quienes no pueden o no quieren operarse, o incluso como paso previo a una cirugía bariátrica", aclara el especialista.

No es para bajar "unos kilos de más"

Uno de los mensajes que más enfatiza el nutricionista es que Mounjaro no tiene un fin estético. Está indicado para personas con obesidad (IMC mayor o igual a 30), para quienes tienen sobrepeso (IMC mayor o igual a 27) con comorbilidades —como hipertensión, prediabetes, colesterol elevado o apnea del sueño— y para pacientes con diabetes tipo 2.

"La Tirzepatida es una herramienta, no un reemplazo de los cambios de hábitos", subraya Woo. "Siempre debe ir acompañada de una alimentación saludable y actividad física. Sin un cambio de estilo de vida, el fármaco pierde eficacia".

En ese sentido, recomienda una dieta equilibrada, de bajo índice glucémico, rica en fibras y omega 3, con buena hidratación y comidas regulares. "Porciones pequeñas, comer despacio y masticar bien son claves", agrega.

Como todo medicamento, la Tirzepatida no es inocua. Los efectos adversos más frecuentes son gastrointestinales: náuseas, vómitos, diarrea, estreñimiento y reflujo. Por eso, el tratamiento es escalonado: se comienza con 2,5 mg semanales para que el cuerpo se adapte y luego se aumenta progresivamente la dosis según la tolerancia y la respuesta del paciente.

"El uso sin supervisión médica puede generar problemas, frustraciones o rebotes de peso", advierte Woo. "No es para todo el mundo y puede interactuar con otros medicamentos".

Además, los estudios muestran que, si se suspende el tratamiento sin haber consolidado cambios profundos de hábitos, existe una alta probabilidad de recuperar el peso perdido. "La obesidad es una enfermedad crónica. Si se deja el tratamiento, puede reaparecer, como ocurre con la hipertensión o la diabetes", explica.

Cuánto cuesta la Tirzepatida en la Argentina

Mounjaro se vende bajo receta médica y actualmente está disponible en dos presentaciones. La versión de 2,5 miligramos, que contiene cuatro dosis de 0,6 mililitros, tiene un precio de $584.199,20, mientras que la presentación de 5 miligramos, cuesta 783.858,40 pesos.

El precio elevado es uno de los principales obstáculos para sostener el tratamiento en el tiempo. "Muchas personas pueden iniciarlo, pero terminan abandonando por no poder mantenerlo económicamente", reconoce Woo. En cuanto a la cobertura, señala que "para diabetes suele haber algún nivel de cobertura, pero para obesidad es una lucha constante, porque muchas obras sociales y prepagas todavía no la reconocen como una enfermedad".

Frente al boom que generó su llegada al país, el especialista insiste en un mensaje clave que atraviesa todo el debate en torno a la Tirzepatida, la diabetes tipo 2 y la obesidad. El impacto de Mounjaro, con sus resultados en control glucémico y descenso de peso, despierta expectativas comprensibles, pero también exige responsabilidad. "La Tirzepatida no es una solución mágica, pero sí una herramienta muy potente cuando está bien indicada y usada de forma responsable", remarca Woo. Y concluye con una advertencia que busca poner el foco más allá del medicamento: "El verdadero cambio no está solo en la inyección, sino en aprender y sostener hábitos saludables. El éxito no se mide solo por el número de la balanza, sino por la mejora de la salud metabólica integral".