Pirotecnia prohibida en Navidad: lo que hay que saber
Las celebraciones de fin de año en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) enfrentan un cambio de paradigma histórico. Tras años de reclamos por parte de asociaciones civiles, grupos de padres de personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA) y entidades protectoras de animales, el Gobierno porteño oficializó la prohibición del uso de pirotecnia sonora en todo el territorio capitalino. Esta medida, que busca transformar la manera en que los vecinos festejan la Navidad y el Año Nuevo, pone fin a la utilización de estruendos que, lejos de ser una diversión para todos, representaban una verdadera tortura para los sectores más vulnerables de la sociedad.
La decisión, anunciada por el Jefe de Gobierno Jorge Macri, extiende la restricción que anteriormente solo regía en "zonas calmas" —como las inmediaciones de hospitales y reservas ecológicas— a la totalidad de los barrios porteños. El argumento central de la normativa radica en el impacto nocivo que el alto decibelaje provoca en la salud pública y el ecosistema urbano. Con esta resolución, Buenos Aires se alinea con la Ley de Pirotecnia Cero que ya rige en la Provincia de Buenos Aires y en numerosos municipios del interior del país, consolidando una tendencia que prioriza la convivencia y la salud por sobre las tradiciones de estruendo.
Navidad: qué pirotecnia está prohibida y qué se puede usar
La nueva regulación es tajante respecto a la naturaleza de los artefactos: queda terminantemente prohibido el uso de cualquier artificio pirotécnico que tenga efecto audible. Esto incluye los clásicos petardos, bombas de estruendo, morteros y cualquier dispositivo cuya principal característica sea la detonación sonora. La prohibición no solo alcanza a los particulares en sus festejos privados, sino que también se aplica de forma estricta a todos los eventos y espectáculos organizados por el sector público de la Ciudad, marcando un precedente de ejemplo estatal en la materia.
Sin embargo, es importante aclarar que la medida no implica la desaparición total de los fuegos artificiales. Siguen estando permitidos aquellos productos denominados "amigables", que son exclusivamente lumínicos o de bajo impacto sonoro. Las tradicionales estrellitas, las bengalas de colores y los espectáculos visuales que no generan explosiones auditivas permanecen habilitados, siempre y cuando cuenten con la autorización de la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMaC). El objetivo es fomentar una celebración de más luces y menos ruido, donde el brillo visual reemplace a las detonaciones que afectan la sensibilidad auditiva de bebés y ancianos.
Navidad: Multas por uso de pirotecnia y cómo denunciar infracciones
Para garantizar el cumplimiento de esta normativa, el Ministerio de Seguridad y la Agencia de Protección Ambiental (APRA) intensificó los operativos de control en las zonas comerciales y puntos estratégicos de distribución. Las sanciones por incumplir la prohibición son severas y buscan desalentar el uso de estos materiales mediante fuertes multas económicas. En casos donde se detecte la comercialización ilegal en la vía pública o el uso de pirotecnia sonora en eventos privados, las autoridades procederán al decomiso inmediato del material y a la aplicación de actas de infracción que pueden alcanzar montos millonarios para los reincidentes.
Los vecinos tienen un rol fundamental en la fiscalización de esta medida. Se habilitaron canales específicos para realizar denuncias ante la presencia de puntos de venta clandestinos o el uso indebido de explosivos en los barrios. En CABA, las denuncias pueden canalizarse a través de la línea 147 o mediante el número gratuito de la ANMaC (0800-666-4378). Además, especialistas en salud recuerdan que, más allá de la legalidad, el uso de pirotecnia de fabricación casera o no autorizada conlleva un riesgo altísimo de quemaduras y lesiones oculares permanentes, por lo que la recomendación oficial es prescindir totalmente de estos elementos para asegurar una Navidad en paz.