En medio del derrumbe del mercado interno, y la contracción que atraviesa la actividad industrial, la producción de vehículos se contrajo 30,7%, durante el primer trimestre del año, en la comparación con el mismo período de 2018 y de esta forma batió el récord del menor nivel de los últimos 10 años.

De acuerdo a un informe del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad de Avellaneda, hoy la situación es más crítica, "si se tiene en cuenta que en el país operan don terminales más que en ese entonces y que por ende el nivel de capacidad instalada es significativamente mayor al registrado una década atrás".

La menor producción se explica por la baja extraordinaria en el rubro de los automóviles equivalente al 48,2% interanual y del 56,1% respecto al primer trimestre de 2015 y la menor fabricación de vehículos utilitarios con caídas del 10,3% y 7,6%, respectivamente, según BAE.

Durante 2018, la industria automotriz ya había registrado una caída interanual del 22,9%. Pero aun así, hasta ese momento, el nivel de ventas internas a los concesionarios se mantuvo 16,1% por encima del nivel registrado en 2015. Pero la contracción registrada durante los primeros meses de éste año pegaron con fuerza y hundieron al sector por debajo de los niveles previos a la gestión Cambiemos.

Así, se percibe que durante el primer trimestre de 2019 "como consecuencia de la crisis económica, la caída del poder adquisitivo de la población, las elevadas tasas de interés, la ausencia de financiación y la devaluación, las ventas de vehículos a concesionarios se derrumbaron marcando una caída del 56,8% respecto al mismo período de 2019 y del 24,9% comparado con 2015".

De la misma forma, según Acara, al hacer la misma comparación temporal, se observa que el total de patentamientos se redujo prácticamente a la mitad (cayó 49,4%) comparado con los primeros tres meses del año pasado y en un 12,2% respecto al mismo período de 2015."Las consecuencias del modelo se ven reflejadas no sólo en la destrucción del aparato productivo sino también en la pérdida de casi 5.000 puestos de trabajo registrados sólo en el sector automotor, a lo que se suman otros 5.000 nuevos anuncios de despidos, suspensiones y procesos preventivos de crisis", expresó el informe.

Y es que a la caída de la demanda por el lado interno se le sumó el desplazamiento de la producción local por los vehículos importados, lo que se vio reflejado en un abultado déficit comercial. En 2018, tal como mostró el informe, el mismo alcanzó un total de u$s1.309 millones, explicando el 34,2% del déficit comercial general. La influencia clave para ese número es el incremento de las importaciones desde Brasil.

En ese sentido, el Observatorio remarcó que la menor demanda interna brindó algún alivio por el lado externo pero que aun existe alguna brecha: "Si bien en los primeros dos meses de 2019 el déficit se redujo como consecuencia de la crisis que atraviesa el sector, aún se mantiene muy lejos del superávit registrado en el primer bimestre de 2015 (fue de u$s92 millones) en tanto que las importaciones continúan siendo significativamente mayores (crecieron 29,1%) y las exportaciones menores (cayeron 16,8%) respecto a lo sucedido en el último año de la gestión anterior".