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Es jefa de Ginecología de un hospital porteño y un VW Escarabajo restaurado se convirtió en su cable a tierra

Alicia Amato es médica en un hospital porteño, pero en poco tiempo libre recorre muestras con el auto Volkswagen Súper Beetle sedán para contar su historia
16/01/2024 - 08:05hs
Es jefa de Ginecología de un hospital porteño y un VW Escarabajo restaurado se convirtió en su cable a tierra

La historia de Alicia Amato entre la medicina y el Volkswagen Beetle, conocido popularmente como Escarabajo, está íntimamente ligada: en 1984, cuando ya era Ginecóloga y tenía que visitar a sus pacientes, necesitaba una movilidad propia, y siendo muy joven y con los pesos contados, eligió el auto que había lanzado Volkswagen pensando en un modelo económico para el pueblo.

Alicia compró entonces su primer Escarabajo 1962, el cual le permitió asistir pacientes entre Martín Coronado y El Palomar, recorriendo la General Paz que en ese entonces era un corredor cercado de árboles que poco tenía que ver con la autopista actual.

En 1991, cuando lo llevó al taller de siempre, su mecánico Roberto Brenner le dijo: "Alicia, tengo un auto para usted. Es más ancho, más largo y sale 7.500 dólares". Entonces comenzó su segunda etapa con el auto que se convertiría en una verdadera pasión.

"Inmediatamente supe que lo quería comprar, aunque tuve que pasar el interrogatorio de su dueña que me preguntó dónde iba a dormir, quién lo iba a manejar y cuál sería su uso, entre otros cuestionamientos", contó a Iprofesional en una exhibición que organizó Volkswagen la semana pasada en su stand en Cariló, durante las acciones de verano. Así, el Súper Beetle sedán modelo '74 llegó a sus manos en 1991, siendo la tercera dueña, y convirtiéndose en la puerta de ingreso a un mundo de coleccionistas, fanáticos y enamorados del auto de Volkswagen.

De auto para todos los días, a modelo de colección

Cuando Alicia compró su primer y segundo auto, optó por este modelo porque era de fácil mecánica, cómodo, barato y sencillo, pero pasado el tiempo, el parque automotor argentino empezó a llenarse de una oferta más moderna y tecnológica, las rutas mejoraron y la doctora sintió que necesitaba dar un salto en su movilidad.

Su tercer auto fue un Volkswagen Pointer, y luego empezó a comprar japoneses de Mitsubishi, Nissan y Honda (los siente más cómodos al ser muy alta). Sin embargo, apenas dejó de usar el Escarabajo para el día a día, decidió que guardarlo en un garaje cercano. Sentía que tenía que conservarlo para restaurarlo y dejarlo "como nuevo". Se había convertido en un sentimiento más que un auto en sí mismo.

El Volkswagen Beetle sedán salió de la fábrica alemana el 29 de noviembre de 1973.
El auto salió de fábrica en noviembre del '73, según el Certificado del Museo del Automotor de Alemania que ella posée.

Alicia empezó a "cranear" una idea que la acompaña hasta hoy: "Este modelo tiene una característica única, y es que existe sin envejecer en el concepto. Tiene magia, pero a la vez es sencillo y confiable", comentó Amato.

Además, era un auto con valor para toda la familia, y hasta su perro Kurt, fiel compañero, tenía su lugar especial con un protector en el asiento y al escuchar el ruido del motor sabía que era momento de alistarse para salir.

El restaurador del Escarabajo

Encontrar mecánicos y restauradores para un vehículo de estas características no era sencillo, pero Alicia tuvo paciencia, y gracias a las nuevas tecnologías encontró en Facebook un especialista en Volkswagen Beetle, donde se dirigió con el sedán ’74.

Un tiempo después de estar guardado encontró esa persona ideal para restaurarlo. Es Taller Los Hermanos, de Daniel Jacobi.

Más ancho y más largo, este Escarabajo tiene un gran baúl delantero.
Más ancho y más largo, este Escarabajo tiene un gran baúl delantero.

En más, en cada congreso médico que realiza en el exterior, se "hace una escapada" para adquirir todo lo que le falta al Escarabajo. Su lugar preferido es en la Costa Oeste de California, en la West Coast Metric: luces nuevas, burletes resecos y detalles para embellecerlo, como un pen drive que es un Beetle con luces para escuchar música, y no falta la típica flor azul de Volkswagen. 

Entre contacto y contacto con los restauradores, su auto que pertenecía a un club de fans, fue localizado por la Asociación Amigos del Escarabajo de Argentina -AADEA-, y desde entonces integra el comité, además de estar presente cada año en Autoclásica, la muestra de autos clásicos más grande de la región.

El motor del Escarabajo se sitúa en la parte de atrás.
El motor del Escarabajo se sitúa en la parte de atrás.

"No somos muchas mujeres las que participamos de estos encuentros, pero cada vez somos más", contó Alicia. Tampoco en la comunidad médica encuentra colegas apasionadas por este mundo, y admite que son más los hombres que se dedican a coleccionar autos.

Su uso cotidiano y su cuidado intensivo

El trato de la médica ginécologa con su auto fue siempre especial. Nunca fue "celosa" de ponerlo en la calle, de usarlo y hacerle los kilómetros que fueron necesarios, pero al mismo tiempo, lo cuidaba y no hacía que le falte nada.  "La ventaja del Escarabajo es que es un auto noble, lo usaba todos los días pero siempre lo tuve cuidado, con la mecánica al día"; comenta más seria.

Su búsqueda de talleres fue siempre la máxima preocupación. Con el modelo ’62, tenía un viejo mecánico que luego desapareció, y tardó mucho en encontrar a Bremen, su experto actual. De todos modos, este noble modelo no le trae problemas. "Este auto está impecable", agregó orgullosa.

El motor del Beetle, en estado original.
El motor del Súper Beetle sedán luce impecable, como en estado original.

Así, la jefa de Ginecología de un hospital porteño, una mujer que pasa sus horas entre congresos y capacitaciones de alta complejidad, dedica su tiempo libre a exponer el Escarabajo, y a deleitarse cuando lo miran y le dicen cosas lindas.

"Tengo mucho trabajo, pero trato de participar lo más que puede de todos los eventos y exposiciones que hay. Disfruto del auto, me gusta que le digan piropos. Es muy llamativo porque en la calle todos te dicen algo, no hay distinción de clase social. Y entre los coleccionistas, también cada uno lo conserva a su manera. Muchos me dicen lo tengo oxidado porque es así original. Es un auto que genera sentimientos y eso me hace feliz", se emociona Alicia al referirse a su vehículo.

Quien firma la nota junto a Alicia, disfrutando su auto y escuchando música.
Quien firma la nota junto a Alicia, disfrutando su auto y escuchando música.

Para finalizar, la pregunta típica: ¿Agrandarías la colección?: "Como voy a siempre a Autoclásica me paso horas mirando un Austin Healey del ’60, pero no tengo mucho tiempo y por ahora el Escarabajo es un auto noble, siempre fácil de resolver si algo le pasa", sintetizó Alicia.

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