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El Gobierno despidió al “cerebro” de la reforma laboral: se reaviva puja por estrategia con gremios

Los últimos cambios limitaron el poder de Dante Sica, quien ahora debe repartir áreas con Dietrich en temas clave como convenios y paritarias
27/12/2018 - 05:37hs
El Gobierno despidió al “cerebro” de la reforma laboral: se reaviva puja por estrategia con gremios

El Gobierno comenzó a evaluar nuevos proyectos de reforma laboral. Se trata de propuestas alternativas más suaves que las impulsadas en su momento por Jorge Triaca desde la cartera de Trabajo y que siguen generando rechazo en el sindicalismo.

Pero, por ahora, son mantenidas en reserva ante las dudas sobre la conveniencia de avanzar por ese carril en un año de incertidumbre electoral, según informaron fuentes oficiales a iProfesional.

El FMI advirtió la semana pasada en su último memorandum sobre la necesidad de darle un nuevo impulso a las reformas estructurales, incluidos los cambios en materia laboral y previsional, aunque reconoció la necesidad de ampliar el consenso político.

De buen diálogo con empresarios y sindicalistas, el ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, avanzó en los últimos días en la puesta a punto de las 23 mesas sectoriales. Desde allí apunta a “adaptar nuestro sistema de regulaciones laborales” y, a la vez, garantizar en los conflictos “una negociación limpia” mediante el uso de la conciliación obligatoria.

De esa forma, intenta ofrecer un enfoque menos confrontativo que el de Triaca, cuyo equipo había abandonado el uso de la conciliación; pero también marca cierta distancia del ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, el principal beneficiado por la reestructuración de la secretaría de Trabajo ordenada por Macri.

Los últimos cambios en ese área limitaron el poder del “superministro”, quien había expandido su influencia al asumir de hecho las funciones de Triaca con el traspaso a su órbita del ex Ministerio de Trabajo, reconvertido luego en Secretaría.

Con rostro de piedra, Sica debió aceptar el desembarco del nuevo secretario de Trabajo, Lucas Fernández Aparicio, un hombre de Dietrich que ahora manejará los convenios, las paritarias y la regulación de toda la actividad gremial.

En otras palabras, tendrá en sus manos la "llave de Trabajo", una clara señal -dicen en Cambiemos- de que el titular de Producción y Trabajo sigue siendo visto como “un ministro peronista”.

Adiós al “cerebro” de la reforma laboral

La puja por el reparto de poder se llevó puesto entre otros al secretario de Coordinación Administrativa de Trabajo, Estebán Eseverri, la mano derecha de Triaca y uno de los “cerebros” del fallido paquete de reforma laboral más ambicioso del macrismo que hoy duerme en el Congreso.

Según pudo saber iProfesional, el abogado de la UBA se despidió la semana pasada del equipo con una carta de tono emotivo en la que se mostró satisfecho por su rol en la IV Conferencia Mundial por la Erradicación del Trabajo Infantil y el Grupo de Empleo del G20, a la vez que aseguró haber asumido “funciones que hacen notorio cualquier error, y silenciosos los aciertos”.

Por una resolución de Producción y Trabajo, su cargo lo ocupó Sebastián Bideberrepi, exdirector del Instituto de Propiedad Industrial (INPI) y exsubsecretario de Salud en la gestión del intendente kirchnerista de Florencio Varela Julio Pereyra.En este escenario, Aparicio estará mejor posicionado para idear nuevas leyes laborales y modificar convenios colectivos. El funcionario “todo terreno” había desembarcado a principios de año en Trabajo, en donde ocupó el cargo de subsecretario de Fiscalización y luego pasó a controlar la Secretaría de Atención Ciudadana y Servicios Federales, hasta que las tensiones con Triaca por el manejo de los subsidios Repro derivaron en su salida.

Ahora, de regreso y fortalecido, quienes lo conocen aseguran que el exdirectivo de UPCN y del PJ porteño buscará desmarcarse de la estrategia negociadora de Sica mediante un endurecimiento con los gremios.

"Quieren meter la reforma laboral, por ahí lo mandan para cumplir esa tarea, porque no veo que sea un interlocutor de los sindicatos", especularon fuentes oficiales.

Durante su gestión previa en Trabajo, el funcionario intervino activamente en el último conflicto en el subterráneo. Fue al encabezar una mesa de trabajo en mayo pasado desde donde tejió lazos con la UTA y se enfrentó a los metrodelegados mediante una disposición por la que los bancos dejaron de retener la cuota sindical a sus afiliados, lo que motivó una denuncia penal en su contra por parte del sindicato alternativo.

En su paso por Transporte, donde fue hasta hace poco titular de Ferrocarriles Argentinos, el delfín de Dietrich se ocupó de negociar con los gremios y dirigió Ferrobaires, la empresa ferroviaria de la provincia de Buenos Aires que ordenó cerrar el Gobierno, lo que derivó en más de 1.500 despidos.

Nueva era

Uno de los principales desafíos del nuevo secretario de Trabajo será el de encaminar la conflictividad laboral en el rubro aeronáutico, que este jueves será testigo de una nueva protesta encabezada por los aeronavegantes.

Los gremios de la actividad ya se calzaron el casco frente a lo que anticipan como un escenario de guerra que, aseguran, los encontrará resistiendo cualquier intento de reconvertir Aerolíneas Argentinas e instaurar convenios flexibles de la mano de las low cost. Dos objetivos que figurarían en primer orden en la agenda de Dietrich y el aún influyente asesor de Macri, el exLAN Gustavo Lopetegui.

“Aparicio va a venir a romper, multar e intervenir, pero no tiene mucho más margen porque ya destruyeron todo y hay que ver si las elecciones se lo permiten”, advirtió a iProfesional el líder de los pilotos de APLA, Pablo Biró.

Durante la gestión de Isela Costantini en Aerolíneas Argentinas, el hombre de Dietrich logró acercarse al frente aeronáutico FAPA, integrado por los siete gremios de pilotos, técnicos, personal de vuelo y tierra. El acuerdo logró separar al aeronavegante Juan Pablo Brey al negociar un trato más beneficioso con mejoras en el convenio, pero pronto estalló en un conflicto con los pilotos que concluyó con la extensión de los beneficios al resto de los sindicatos.

La pelea dejó en la mira a Costantini, quien fue responsabilizada por los días de huelga y finalmente, a pedido del ministro de Transporte, debió renunciar en diciembre de ese año junto a su gerente de RRHH, el exLAN Daniel Maggi.

Los cambios en el área de Trabajo tampoco fueron recibidos con entusiasmo en el ámbito empresarial, en donde esperaban poder ubicar a alguien de sus propias filas. “A nosotros nunca nos van a dar la Secretaría”, se quejó un miembro de la UIA. Pero los industriales no van a extrañar a Triaca, a quien criticaban por los niveles de conflictividad reinantes. Lo que les preocupa es que Sica pueda perder influencia.

En rigor, la salida de Horacio Pitrau de la secretaría de Trabajo fue acompañada por la del secretario de Empleo Miguel Ponte, un exTechint cuyo cargo fue ocupado ahora por Federico Premoli, hombre de Francisco Cabrera.

Previamente, tal como reveló iProfesional, el exfuncionario de María Eugenia Vidal, Sebastián Neuspiller, ya comenzó a manejar los recursos de las obras sociales en la Superintendencia de Salud, ahora bajo la órbita del Ministerio de Desarrollo Social. La CGT elevó a Sica este mes un listado con los reclamos para descongelar los fondos para la seguridad social. 

Mientras tanto, los abogados de un centenar de sindicatos de la CGT, CTA Autónoma y los gremios más duros crearon un foro la semana pasada para rechazar “la eliminación del Ministerio de Trabajo y a la supresión de gran parte de sus facultades”, así como al proyecto de reforma laboral y a “la que se lleva a cabo en forma encubierta a través de todo tipo de presiones a los sindicatos para modificar a la baja los convenios colectivos”, según lo dieron a conocer en un manifiesto.

Así se refirieron a los casos como el del sector marítimo, en el que los empresarios condicionaron un acuerdo salarial a la pérdida de beneficios del convenio.

El acercamiento inédito entre asesores de gremios enfrentados fue motivado además por las multas millonarias a varios sindicatos, la intervención de una decena de organizaciones y las tensiones existentes en el fuero laboral.

La Asociación Nacional de Jueces y Juezas del Trabajo se mostró preocupada el miércoles pasado por una denuncia presentada por el Gobierno en el Consejo de la Magistratura contra sus pares de la sala V de la Cámara Nacional del Trabajo Enrique Arias Gibert y Néstor Rodrígez Brunengo, por fallar a favor de la reinstalación de un grupo de trabajadores de Télam, un conflicto que el jueves pasado se reavivó tras la represión con gas pimienta a una protesta del sindicato de prensa de Buenos Aires frente al Centro Cultural Kirchner por la ausencia de paritarias en los medios públicos en todo el 2018.

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