El empleo registrado volvió a caer en febrero por la pérdida de 32.000 empleos en términos mensuales y 252.000 en los últimos 12 meses. Si bien las bajas son similares a las de enero, los datos mostraron una mayor destrucción del trabajo asalariado en el sector privado, que concentró más de un 60% del total de bajas, junto con una caída más pronunciada del salario real, según los datos difundidos hoy por el Ministerio de Producción y Trabajo.

El informe oficial sobre la situación y evolución del total de trabajadores registrados indicó que en febrero hubo 12.092.100 en todo el país, por debajo de los 12.344.500 millones existentes en igual periodo del año pasado, lo que representa un descenso del 2% interanual y la sexta caída en forma consecutiva. En la medición contra enero, la baja mensual fue del 0,3%. Así, los números conocidos siguen sin reflejar una mejora del mercado de trabajo.

Los funcionarios de Producción y Trabajo atribuyeron ayer el desempeño del mercado laboral al shock cambiario y la sequía del año pasado, por lo que ratificaron que no ven una situación "anormal" que amerite cambios en el uso del Programa de Recuperación Productiva (Repro), fondos destinados a sostener los salarios en empresas en problemas que en los últimos años se vieron reducidos, pese al incremento de los despidos y los procedimientos preventivos de crisis.

 

 

El sector más afectado fueron los empleados privados (8,6 millones), con una baja interanual en su nivel empleo de 178.000 personas. Le siguieron los monotributistas sociales (344.000), que disminuyeron en 79.000, mientras que los empleados del sector público (3,1 millones) crecieron en 4.700, lo que según las autoridades se debió en el primer caso a la falta de pago motivada por los recientes cambios en las alícuotas del monotributo y, en el segundo, a contrataciones realizadas por los municipios.

El resultado negativo en el sector privado (-2,0%) se explicó por la reducción en los últimos 12 meses de 160.000 asalariados (-2,5%), una cantidad aún mayor a los 145.000 que se perdieron en enero pasado. Además, hubo una disminución de 24.000 monotributistas (-1,5%) y 11.000 autónomos (-2,9%), mientras que las trabajadoras de casas particulares fueron las únicas que registraron un crecimiento, al aumentar en 17.000 (3,6%).

Los rubros más golpeados en el ámbito privado fueron aquellos que generan más empleo: la industria perdió 69.000 ocupados (-5,8%); comercio, 44.000 (-3,7%), transporte, 19.000 (3,5%) y la construcción, 11.000 (-2,5%). Así, la destrucción de empleos no alcanzó a ser compensada por la expansión de 5.000 trabajadores en explotación de minas y canteras, 4.000 en enseñanza, y 1.000 en agricultura, ganadería, caza y sivicultura, todos sectores de menor ocupación.

 

"Se debe a una dinámica interna", explicaron los funcionarios de Producción y Trabajo al ser consultados por el empeoramiento en la ocupación de asalariados privados. La evolución negativa coincidió con la caída del 8,5% registrada en febrero en la actividad industrial registrada por el INDEC, dentro de la cual la alimentación representa el 30% del empleo, según informaron durante la presentación de las estadísticas en la secretaría de Trabajo.

La dinámica por región, en tanto, mostró una caída generalizada del empleo. Solo en tres de 24 jurisdicciones crecieron los asalariados registrados en el sector privado. Ese fue el caso de Neuquén (3,6%), La Rioja (1,4%) y Santa Cruz (1,1%). Mientras que hubo fuertes bajas en Tierra del Fuego (-9,4%), Catamarca (-7,3%), Chaco y Formosa (-6,7%), una tendencia que se repitió en las provincias de mayor peso en la ocupación, como Córdoba (-3,2%), Buenos Aires (-3%) y Ciudad de Buenos Aires (-2,3%).

Los salarios tampoco mostraron un buen desempeño. Los asalariados privados ganaron en febrero en promedio $38.000, un 38% más que los $27.000 del mismo periodo del año pasado, pero la variación estuvo por debajo de la inflación de ese mes, del 51,3% interanual. De ese modo, la brecha entre ingresos y precios determinó una caída del 8,8% en las remuneraciones reales, más pronunciada que en enero y en la antesala del inicio de la mayoría de las paritarias en las que los gremios pretenden recuperar lo perdido.

 

La Encuesta de Indicadores Laborales mostró en marzo una caída interanual del empleo del 2,4% en el total de aglomerados. En el interior el descenso fue del 1,6% y en el Gran Buenos Aires, del 2,7%. Asimismo, el empleo registrado privado se redujo respecto a hace un año atrás en todas las ramas de actividad y en todos los tamaño de empresas: en las pequeñas, 2,7%; en las medianas, 2,1%, y en las grandes, 2,4%.

Por último, las expectativas empresarias de contratación para los próximos tres meses arrojaron un valor negativo de 0,8%, lo que implica una desaceleración respecto de las últimas caídas. Esto se debe a que el 6,9% de los empleadores prevé aumentar su dotación de personal, mientras que un 7,7% espera disminuirla. El 85,4% restante no anticipa cambios en su dotación.