El designado ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, ya tiene diseñado su equipo. Quedaron confirmados Ariel Schale, como secretario de Industria, Economía del Conocimiento y Gestión Comercial Externa; Paula Español, como secretaria de Comercio Interior; Guillermo Merediz, como secretario para la Pequeña y Mediana Empresa; Sergio Lanziani, como secretario de Energía, y Alberto Hensel, como secretario de Minería.

"Los focos del Ministerio estarán puestos sobre los temas de competitividad sectorial y desarrollo regional (con mucho énfasis en las agendas productivas de las provincias)", indicó una fuente al diario La Nación.

Su campo de acción contemplará sectores diversos, como atender las diferentes demandas de los distintos sectores industriales, la política hacia las empresas desarrolladoras de software (como Mercado Libre y Globant, entre muchas otras) y la política de apertura o limitación del comercio exterior, según describió la fuente, que estará desde el miércoles en el edificio de Julio A. Roca 651, cercano a la Plaza de Mayo.

Foco en el conocimiento

"El eje va a estar en el desarrollo de los sectores que generen dólares genuinos y en la tecnología del conocimiento", profundizó un futuro funcionario del área. "Eso, como líneas de trabajo; después saldrán medidas puntuales", señaló.

Esas dos líneas de trabajo tienen su origen en la visión del futuro ministro sobre la importancia que la llamada "restricción externa" tuvo siempre en las sucesivas crisis económicas de la Argentina.

En su último libro, Los tres kirchnerismos, el economista señala que "las políticas de desarrollo productivo tendrán que priorizar la inversión en aquellos proyectos que incrementen las exportaciones y sustituyan importaciones de manera genuina". Explica que si bien el sector agropecuario es generador de divisas, no son suficientes para lo que necesita la economía local. Como el sector industrial tiene un desarrollo intermedio, propone enfocarse en sectores intensivos en conocimiento y servicios.

El área energética también es considerada estratégica, tanto para profundizar el desarrollo de la formación de hidrocarburos en Vaca Muerta como para armar un esquema que contemple un congelamiento de tarifas en lo inmediato (según lo anticipado en el entorno del futuro secretario de Energía, como se informa por separado), pero con especial atención al volumen de subsidios fiscales que implicaría esa práctica.