El especialista en economía, Willy Kohan, analizó los primeros 100 días de gobierno del presidente Alberto Fernández, y aseguró que durante estos tres meses de gestión la economía empeoró cuando el mandatario se muestra más cerca de su vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner. 

"No ha pasado nada trágico en materia económica ya terminado el verano, ni hiperinflación ni default total por el momento; tampoco ha pasado nada muy bueno ni alentador para las expectativas", resumió Kohan.

Del estilo del Primer Mandatario, Kohan resaltó la vocación de vincular a la Argentina con el mundo, de acercarse a Europa y al Vaticano en búsqueda de una renegociación de la deuda con acreedores externos como el Fondo Monetario Internacional.

También consideró que el "trabajo silencioso" que realiza la cartera de Economía que conduce Martín Guzmán "parece cada vez más serio".

Sin embargo, a excepción de estos esfuerzos para evitar que el país caiga en el default, para Kohan el resto de la agenda económica resulta "decepcionante" y sin perspectiva para el ingreso de capitales o inversiones.

"Quitando la estrategia de saborear y militar el default como hizo Cristina en 2012 con el vamos por todo, el resto de la agenda económica del Presidente es un poco cristinismo de buenos modales. Casi un 'morenismo' ilustrado", indicó en un editorial de LN+.

Algunas de las medidas implementadas por la gestión del Frente de Todos le recuerdan al analista al período de Cristina Kirchner: economía cerrada, sustitución de importaciones, controles de precios, cada vez más Estado, más regulaciones y más impuestos, intervención en los mercados, pesificación de Vaca Muerta, atraso tarifario y crecimiento exponencial del déficit y los subsidios. A esto se suma la "novedad" del "impuestazo" de 30% al dólar, que supera el cepo y el control de capitales que aplicó Cristina en su segundo mandato y Mauricio Macri en el final de su experiencia.

"El impuesto al dólar, que ni siquiera tiene sentido recaudatorio ya que en el verano solo se recaudaron 150 millones de dólares, es en verdad lo que más está paralizando a la economía. Castiga a los que quieren invertir y a los argentinos que quieren vender sus dólares para ingresarlos en el proceso productivo", opinó Kohan.

En ese marco, destacó que incluso para el agro argentino, el "drama" no es tanto el aumento de las retenciones a la soja anunciado durante esta semana sino el hecho de tener retenciones más diferencia cambiaria. "La retención real a la soja supera el 50%, ya que los productores cobran a un dólar de 40 pesos y compran insumos de entre 70 y 80 pesos", evaluó el economista, y recordó que en el campo además hace dos semanas que no llueve y que una seca "podría afectar hasta 10% de los rindes en la cosecha" y es un factor de mucho malhumor social.

Además de las definiciones sobre la deuda y del vínculo del PJ con el campo, "surge como un dogma de fe en el oficialismo la confianza en que, despejado el problema de la deuda, allí se va a disparar la bonanza económica que le va a permitir al Presidente afianzarse en el poder y ganar las decisivas elecciones de medio término en 2021".

Mientras tanto, dice Kohan, persiste la inflación pese al congelamiento del dólar y tarifas, y tanto febrero como enero mostraron que la recaudación corre debajo de la suba general de precios. 

El especialista advirtió que la recaudación aumenta a un ritmo de 42% anual, mientras que los gastos trepan cerca de 60%: "Se amplía el déficit fiscal cada mes y aumenta la necesidad de emisión. Allí está el corazón del problema inflacionario de la Argentina hace más de un década".

Creció algo el consumo de productos esenciales en alimentos y bebidas, pero la actividad en bienes durables, automotores e inmuebles sigue sin reaccionar o incluso empeora.

"Para los mercados y los actores económicos las señales son todas relevantes. En la política, en la economía y en la Justicia. Cuanto más cerca se lo percibe al Presidente de Cristina Kirchner, más cautela y menos confianza en la recuperación", sentenció.