EL PLAN DE PAOLO ROCCA

Alberto, bajo presión: ¿Qué le pide Techint para frenar un nuevo ajuste que ya impacta en el empleo?

El gigante industrial dio a conocer sus reclamos en medio del conflicto con la UOM por recortes salariales y una nueva tanda de despidos.
ECONOMÍA - 04 de Agosto, 2020

Techint inició este lunes negociaciones para avanzar en un fuerte recorte de sus costos laborales. Después de que Alberto Fernández lo tachara de "miserable" por el despido de 1.500 obreros en marzo, el CEO del grupo, Paolo Rocca, busca ahora reducir una cantidad similar deempleados y bajar un 50% el salario de más de 3.000 suspendidos en tres plantas siderúrgicas del holding Tenaris.

El empresario había recibido fondos estatales destinados al pago de salarios (ATP), pero los devolvió una vez que se restringió el giro de dividendos a los beneficiarios del programa. Sin esa ayuda, las nuevas medidas apuntan a compensar la caída del mercado interno y enviar una nueva señal al Gobierno, al que le reclama beneficios para impulsar las exportaciones y mantener sus plantillas.

La situación más complicada es la de Siderca, la fabricante de tubos sin costura para la industria petrolera ubicada en Campana, en donde parte del personal fue licenciado el viernes y 200 contratos fueron dados de baja. Después de realizar un apagón en mayo y otro en julio, la firma con 4.000 operarios trabaja al 20% de su capacidad, afectada por la caída de la actividad hidrocarburífera derivada de la falta de consumo de combustible.

También hay negociaciones en Siat, la productora de tubos sin costura en Valentín Alsina, y el establecimiento de Villa Constitución.

Alberto, bajo presión

En ese marco, el Ministerio de Trabajo, encabezado por Claudio Moroni, dictó este lunes la conciliación obligatoria, dejando sin efecto los despidos en Menéndez Hnos, Fumistería Serscay SRL y Comibor SA. El secretario de organización de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) y titular de la seccional Campana, Abel Furlán, denunció las cesantías en una audiencia con los representantes de Tenaris, un hecho que hasta ahora no había sido notificado.

El sindicalista alertó el viernes pasado a las autoridades sobre una parálisis progresiva de actividades desde el 27 de julio, con el fin de producir un "lock out patronal" a partir del lunes y generar eventuales suspensiones, despidos y cambios laborales.

Además de pedir la reincorporación inmediata de los despedidos, Furlán rechazó la rebaja salarial del 50% a los trabajadores sin tareas. Se trata de una cifra inferior al 70% del sueldo bruto acordado con las cámaras metalúrgicas y al piso del 75% del ingreso neto estampado en el pacto de la UIA con CGT. En ambos casos, se buscan renovar los mismos porcentajes.

El gremio encabezado por Antonio Caló, además, busca llegar a un acuerdo con Techint y evitar un escenario de conflictividad para preservar las fuentes de trabajo. La cúpula metalúrgica estaría dispuesta a aceptar el 70% del bruto.

El acuerdo en el grupo siderúrgico es seguido por el mercado, que lo toma como un modelo para la nueva fase del período de pandemia

El conflicto se precipitó el viernes pasado al vencer los licenciamientos pactados antes de la pandemia en las tres plantas de Tenaris. En el caso de Campana, las suspensiones eran por el 80% del salario básico bruto, equivalente a un 65 o 70% del sueldo de bolsillo. Y, con la nueva propuesta, un trabajador sin tareas que percibía $30.000 pasará a ganar $17.500, un nivel inaceptable para las bases.

Por otra parte, Techint dispuso en paralelo retiros voluntarios de hasta $250.000, pero la mayoría los desestimó por considerarlos insuficientes, por lo que la empresa avanzó igualmente la semana pasada en la reducción de contratos con proveedoras.

El Gobierno considera que los tercerizados representan un punto ciego en las normas vigentes por la emergencia laboral. "Es una zona gris, no es lo mismo un despido que una no renovación de contratos", afirman en la cartera laboral encabezada por Claudio Moroni, que convalidó las 1.500 cesantías efectuadas por el grupo en marzo.

El plan de Paolo Rocca

Al igual que entonces, Rocca busca eludir la prohibición a los despidos y la doble indemnización, dos medidas rechazadas por el sector empresario y a pesar de las cuales en mayo y junio se perdieron más de 280.000 empleos registrados debido a la interrupción de contratos, según la explicación del propio ministro.

Las otras plantas de Tenaris siguieron este lunes por su propio carril. La seccional de Villa Constitución aceptó el pago del 70% del salario neto en lugar del 75% previo, con la condición de fijar un tope de 11 días de suspensión por mes. Ese esquema, según la UOM, representa a fin de mes un 80% de la remuneración, pero la empresa lo rechaza. Mientras la filial de Siat decidió atar su negociación al entendimiento del gremio con las cámaras metalúrgicas.

Caló se reunirá este martes para extender las suspensiones por cuatro meses y una suma puente hasta reabrir las paritarias en diciembre, equivalente a una suba del 20%. Ese fue el pedido que le hicieron varias seccionales díscolas.

El líder sindical enfrenta otro desafío interno al igual que su par del sindicato metalmecánico (Smata), Ricardo Pignanelli. El Movimiento de Agrupaciones Clasistas, liderado por el PTS en el Frente de Izquierda, convocó el próximo sábado al " plenario de trabajadores metalúrgicos y de la industria automotriz".

El encuentro virtual es en reclamo de la apertura de paritarias, un salario igual a la canasta familiar y el freno a los despidos, suspensiones y rebajas salariales. También rechazan la tercerización, los contratos "basura", y exigen el uso de protocolos. Apuntan a Techint, las terminales y autopartistas, pero también al "pacto social" del gobierno con empresarios y sindicalistas.

Paolo Rocca, líder de Techint, ejerció presión para revisar el régimen de pago al personal suspendido

Tenaris se embarcó en un plan de "redimensionamiento" tras perder u$s600 millones en el primer trimestre. Y ahora intensificó las medidas en medio de las tensiones con la estrategia de Alberto Fernández para salir de la crisis.

La idea de que el "motor de la economía" será el mercado interno empujado por las pymes genera malestar en los grandes empresarios, incluido Rocca. Buena parte de ellos apuesta a una rebaja de impuestos, el impulso de las exportaciones y el rápido cierre de la negociación de la deuda que Guzmán estaría a un paso de concretar.

Los negocios de una de las mayores fortunas del país se vieron afectados por la caída en junio del 41% en la producción de acero crudo y del 31% en laminados, según los datos de la Cámara del Acero, encabezada por Techint y Acindar. Fue el primer mes de operaciones luego de las paradas y cierres derivados de las medidas de aislamiento.

Mientras el consumo de acero repuntó en los sectores de maquinaria agrícola, construcción, línea blanca y, en forma más gradual, automotriz y autopartes, la producción ligada a la energía sigue en niveles mínimos por la reducción de la actividad en Vaca Muerta. Ese es el caso de Siderca, también afectada por la reducción de contratos en YPF.

La prenda de cambio para sostener el empleo sería la revisión del fin de los reintegros y las retenciones a las exportaciones industriales fijadas en 2018 por la gestión de Mauricio Macri.

"Eliminando las retenciones a las exportaciones y restituyendo los reintegros, Argentina podría lograr ingreso de divisas derivadas del mayor nivel de exportaciones con impacto fiscal neutro. Esto posibilitaría que las plantas productoras operen con un mayor índice de ocupación mejorando su productividad, con el consiguiente impacto positivo en la demanda de productos y servicios y en la actividad económica en general", señaló la Cámara de Acero en su último comunicado.

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