DÓLAR

Faltan dólares y sufren marcas de autos: cómo es el plan que limitará las importaciones de 0Km

El Gobierno evalúa alternativas para permitir la recuperación del sector automotriz sin sacrificar los dólares de las reservas del Banco Central
ECONOMÍA - 17 de Agosto, 2020

La reactivación de la actividad automotriz en la Argentina implica un dilema para el Gobierno. Si bien el despegue de las ventas en los concesionarios y de la producción en las fábricas es un anhelo que comparten empresarios y funcionarios, la realidad es que esto necesitaría un fuerte aporte de dólares: una importante cantidad de insumos industriales provienen del exterior y, además, casi todas las terminales tienen en su catálogo vehículos importados.

Frente a esta situación, desde la Casa Rosada buscan la manera de evitar que una revitalización de las ventas de autos impacte de manera negativa en las alicaídas reservas de dólares del Banco Central.

Tal como anticipó iProfesional, uno de los esquemas que se analizan es el del "uno a uno". Así, habría una imposición a las automotrices para que sólo puedan importar vehículos por el mismo valor de lo que exporten. Un esquema donde por cada dólar importado debe ser compensado por un dólar de exportación.

Este tipo de condición ya fue ensayada en su momento por Guillermo Moreno durante el gobierno de Cristina Kirchner. La diferencia notable, ahora con las automotrices, sería que a estas empresas no se les permitiría exportar otra cosa que no sean automóviles o productos fabricados en sus plantas argentinas.

"No puede ser que Ratazzi nos pida dólares a nosotros pero cuando vende a Brasil, allá acepta que le paguen en reales. Si Fiat o las demás terminales van a querer importar vehículos tendrán que salir a exportar. Un dólar por un dólar", contaron a iProfesional en estricto off the record.

Importaciones con techo

Otra de las aproximaciones del Gobierno al tema de los autos y el dólar se basa en el realismo de admitir que habrá pérdidas, pero se apuntará a reducirlas de manera significativa. Fuentes de la industria automotriz señalaron a La Nación que normalmente el sector tiene un déficit comercial anual de u$s8.000 millones, pero los límites impuestos por el ministerio de Desarrollo Productivo -dirigido por Matías Kulfas- podrían bajar esa cifra a u$s2.000 millones.

El plan que desde la cartera de Kulfas ya consultaron con las terminales proyecta que este año se lleguen a vender unos 290.000 autos, de los que cuales solamente 80.000 podrían ser importados.

La industria automotriz es deficitaria en dólares, pero se busca reducir su impacto.

Las fábricas todavía tendrían vía libre para importar partes, debido a que la fabricación local de sustitutos -que implica seleccionar y certificar proveedores- no puede realizarse en corto tiempo.

La idea de este acuerdo es dar previsibilidad al mercado en cuanto el acceso a las importaciones. Sin embargo, la extensión de la pandemia y la prolongación del panorama recesivo siguen generando incertidumbre acerca de lo que vendrá en cuanto a demanda de automóviles.

La sangría de reservas, eje de las preocupaciones

El Banco Central vive días de tensión, con la lupa puesta en la evolución del mercado cambiario. Preocupa, especialmente, la ola de compras de dólares que realizan personas físicas mediante su cupo de u$s200 mensuales.

Si continúa la tendencia de las primeras dos semanas de agosto, esas compras minoristas se llevarán unos u$s1.000 millones este mes. Un monto récord. Supone más de cinco millones de personas que compran el denominado "dólar ahorro", que cerró la semana en $100,50.

En las últimas horas hubo cruces y contradicciones oficiales al respecto. La posibilidad de cortar la compra de dólares "oficiales" es respaldada por Miguel Pesce y la mayoría del Directorio de la entidad.

En cambio, es rechazada por Martín Guzmán. La evaluación del ministro de Economía es que una mutilación del cupo de u$s200 tendrá perjuicios notorios. La más evidente tiene que ver con el lógico salto del dólar "blue". Guzmán teme, además, que con esa medida restrictiva se evaporará la expectativa positiva generada tras el arreglo con los acreedores por la deuda.

Guzmán y Pesce ya han tenido, en el seno del gabinete económico, diferencias de opiniones sobre las medidas que deberían tomarse. Pero hasta ahora nunca sobre un punto tan decisivo como qué hacer frente a la pérdida de las Reservas del Banco Central.

Tiemblas las reservas: las compras minoristas podrían alcanzar los u$s1.000 millones este mes.

Hasta el último martes (último dato disponible), el BCRA registró una pérdida de u$s507 millones por la creciente demanda de divisas. En lo que va del año, la sangría ya roza los u$s1.000 millones. Para tener una idea de la gravedad del escenario: en estos primeros ocho meses y medio, el superávit comercial ascendió a unos u$s10.000 millones. El Banco Central, en lugar de atesorar esas divisas, es un espectador de la fuga.

"Esos dólares los necesitamos para producir. Las empresas tienen que comprar insumos para poder producir y necesitamos darle dólares y en algunos casos para que las empresas paguen deudas y también para girar utilidades", enfatizó por su parte Cecilia Todesca, vicejefa de Gabinete.

"Lo que no podemos hacer -remarcó Todesca Bocco- es gastar los dólares en ahorro que van a parar al colchón y, con mucha suerte, a una cuenta en el banco", agregó.

En este sentido, afirmó que "las regulaciones son una condición de posibilidad para estabilizar la macroeconomia y poder darle valor a la producción en términos de créditos. Hacer girar todo el ahorro de los argentinos hacia el sistema productivo".

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