La industria del juego en línea ha mostrado un crecimiento sostenido a lo largo de más de una década. Sin embargo, su actividad ha estado sujeta a  controversias, en especial a causa de los vacíos legales que dejan las reglamentaciones de distintos países. 

A pesar de que la mayoría de los gobiernos dispone de reglas concretas para los casinos físicos, el juego online está apenas comenzando a encontrar su lugar en las legislaciones.  En la actualidad, existen dos corrientes opuestas. Por un lado, están aquellos que se empeñan en poner obstáculos para la consolidación de los casinos online, sobre la base de los riesgos que conllevan las apuestas en los sectores vulnerables de la sociedad. Por otra parte, hay un grupo decidido a garantizar un marco legal para la industria del juego en línea, con la idea de promover las apuestas responsables y de activar las economías locales. 

La situación en España y las implicancias en América Latina

El epicentro de estas dispuestas ha sido España, en especial durante los últimos meses. El gobierno de Pedro Sánchez se mostró reticente a flexibilizar el juego online desde el inicio de su mandato. Las últimas reglamentaciones, en el marco de la (pos)pandemia, han estado orientadas a restringir el uso de los operadores online y de limitar el alcance de la publicidad.

El anuncio de la nueva ley de juego española ha impactado negativamente en el mercado de los casinos online. Los operadores habilitados deberán atenerse a varias pautas, que estarán estipuladas y controladas por la DGOJ (Dirección General de Ordenación del Juego, entidad perteneciente al Ministerio de Hacienda español). El gobierno del presidente Pedro Sánchez sostiene que estas políticas tienen la finalidad de cuidar la integridad de la población española y de promover hábitos sanos de entretenimiento.

En Argentina y en otros países de la región, estas controversias han tenido repercusiones. Muchos operadores funcionan tanto en Europa como en América Latina, y su actividad depende de las legislaciones de cada gobierno. Así pues, la misma disputa de intereses se ha instalado en este lado del mundo.

La industria del juego en línea ha mostrado un crecimiento sostenido a lo largo de más de una década

La situación del juego en Argentina 

Los casinos representan un fuerte ingreso tributario para la Argentina. Sus normas están estipuladas por las autoridades provinciales, aunque hay una gran distancia entre la situación en Buenos Aires, que está mucho más avanzada, y el resto del país. La institución encargada de habilitar y controlar los casinos físicos es el Instituto Provincial de Loterías y Casinos de la Provincia de Buenos Aires.  

El juego online también está regulado por esa entidad, según lo estipula el Decreto 181/9 del año 2018. Sin embargo, en la mayoría de las provincias no hay reglas claras para estos juegos de azar. Este hecho, lejos de desalentar la participación de los usuarios en los casinos, solo logra fomentar la aparición de operadores ilegales sin ningún tipo de control ni seguridad.

Este vacío legal, además, no permite que el Estado tenga una participación activa en esta industria. En otras palabras, Argentina podría estar perdiendo la oportunidad de recibir cuantiosos impuestos a través de la reglamentación adecuada de este sector. Por otra parte, los constantes cambios en la cotización del dólar no propician el funcionamiento correcto de los casinos online, que suelen ser firmas transnacionales de capitales extranjeros. 

Los casinos representan un fuerte ingreso tributario para la Argentina

El juego online en el resto de América Latina

En los demás países del continente la situación de la industria del juego no es mucho mejor. De hecho, la legislación Argentina está bastante organizada (o en vías de desarrollo) en comparación con la de países vecinos como Brasil o Bolivia, donde el juego prolifera en sus modalidades online y clásica sin ningún tipo de marco legal. Lo mismo sucede en países como Guatemala, Puerto Rico y Ecuador, entre otros.

Así pues, a pesar de que no estén reglamentados por la ley, los casinos online existen y prosperan. Entonces, ¿cómo es posible reconocer los operadores confiables de las estafas? En España, la certificación de la DGOJ es suficiente; en la provincia de Buenos Aires, ocurre lo mismo con la habilitación del Instituto Provincial de Loterías y Casinos. Sin embargo, en los demás casos donde no hay entidades oficiales de control, se debe confiar en las licencias de las autoridades internacionales.

Estas organizaciones se encargan de darle un marco coherente y unificado al juego online en todo el mundo. Entre ellas se cuentan la Autoridad de Juego de Malta (MGA), la Autoridad Regulatoria de Gibraltar (GRA) y la Comisión de Juego del Reino Unido, entre otras. Sus licencias dan cuenta de la transparencia de los operadores, aun en países donde el juego online no esté regulado.