OLA DE RUMORES

Guzmán, presionado y preso de una dura interna en un momento clave de su gestión

La trifulca del viernes por el "caso Basualdo" dejó al descubierto las internas en el seno del oficialismo, especialmente en un tema sensible como tarifas
ECONOMÍA - 01 de Mayo, 2021

Martín Guzmán entró al fin de semana un poco más debilitado. El viernes apenas pasado el mediodía había tenido el gesto de autoridad más fuerte desde que Alberto Fernández lo designó ministro: mandar a pedirle la renuncia a Federico Basualdo, subsecretario de Energía, que lo había desautorizado públicamente respecto de qué hacer con las tarifas.

En simultáneo, el Gobierno dejaba trascender que las boletas de luz aumentaban 9% a partir de hoy, 1° de mayo. Un par de horas después de que voceros oficiales confirmaban la salida de Basualdo, otros portavoces, esta vez referentes del kirchnerismo, desestimaron la renuncia del subsecretario. Es decir, Basualdo seguía en el Gobierno a pesar de los deseos de Guzmán.

En definitiva, una ola de versiones cruzadas sobre la continuidad del funcionario que dejó al descubierto las internas en el seno del oficialismo, pero -acaso más relevante que eso- da cuenta de los límites de maniobra de Guzmán, y del propio Alberto Fernández, en un tema tan sensible como las tarifas.

Sensible por el costado político y social -sin ninguna duda- pero también porque hoy en día la discusión tarifaria forma parte del nudo en las negociaciones entre Guzmán y el Fondo Monetario.

Todo esto ocurría mientras la tarifa eléctrica subía 8%, un punto menos que el anunciado previamente.

Cristina Kirchner dejó bien en claro cuál es su postura respecto de las tarifas en diciembre último, cuando participó de un acto en el estadio de La Plata. "No quiero que el crecimiento de 2021 se lo queden tres o cuatro vivos, nada más. Y para eso hay que alinear salarios y jubilaciones, precios —sobre todo de los alimentos— y tarifas", había dicho la vicepresidenta.

La duda que quedaba hasta acá es si Cristina respaldaba o no la idea de Guzmán de mantener los subsidios constantes en términos del PIB, lo que implicaría aumentos de las tarifas por encima del 30%.

Ayer por la tarde, al mismo tiempo que desmentían la salida de Basualdo, fuentes cercanas a la vicepresidenta aseguraban que el incremento del 8% sería el único para este año.

El ida y vuelta de ayer pone en suspenso la idea del ministro para llevar adelante la negociación con el Fondo Monetario.

Los subsidios, justamente, fue el tema más ríspido en las últimas conversaciones entre Economía y los técnicos del organismo.

El cortocircuito existe sobre el tema de las tarifas. Básicamente porque el staff del FMI pretende que el Gobierno achique el volumen de los subsidios. Algo que la vicepresidenta resiste. Aunque se trabaja en un plan de aumentos de luz y gas mucho más acotado de lo que quiere el staff del FMI para avanzar en la negociación.

Guzmán está, por estas horas, doblemente tironeado. Por las negociaciones con el Fondo Monetario y también por el Instituto Patria, que le ha hecho saber que los aumentos, en plena pandemia, deberían correr por debajo del ritmo inflacionario.

El ministro creía que había logrado un consenso interno sobre ese punto tras la aprobación del Presupuesto 2021. Allí se establece que los subsidios energéticos debían mantenerse constantes este año en relación al PIB. Lo que implicaría aumentos tarifarios unos puntos por arriba de la inflación de este año.

El oficialismo -inclusive los legisladores del Frente de Todos que responden al Patria- votaron a favor del Presupuesto, con la venia de Cristina Kirchner.

Sin embargo, esa posibilidad fue severamente cuestionada en las últimas semanas por los funcionarios que responden a la vicepresidenta y que ocupan cargos estratégicos en la administración.

Sobre todo por parte del subsecretario de Energía, Federico Basualdo, que dijo directamente que las tarifas de electricidad podrían mantenerse congeladas este año.

Respecto del gas, el interventor del Enargas, Federico Bernal, un funcionario con diálogo directo con CFK, dijo en las últimas horas que las tarifas de gas se incrementarían entre 6% y 7% para los usuarios residenciales a partir del próximo mes. Mientras que la suba rondaría el 4% para las pymes.

Para el Fondo Monetario, estas subas son cuestionadas ya que resultan escasas para avalar un acuerdo con la Argentina.

Guzmán le hizo saber la cuestión a Alberto Fernández hace algunas semanas, justo antes de subirse al avión que lo llevó a Alemania, en el inicio de su gira por el viejo continente.

Ahora, tres semanas más tarde, la cuestión vuelve a la primera plana: ¿de qué manera digerirá el ministro esta dura disputa de poder con la porción más poderosa de la coalición gobernante?

Quedaron a la luz los límites de su margen de maniobra. ¿Podrá llevar adelante lo que él mismo hasta acá se imaginaba de lo que sería su gestión?

A esta hora, hay más dudas que certezas alrededor del joven ministro.

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