Después de tener una activa participación en el lanzamiento de "Precios Justos", el consejo directivo de la Confederación General del Trabajo (CGT) se prepara para recibir en los próximos días la visita del ministro de Economía, Sergio Massa, con la intención de dar señales de alineamiento tanto en lo laboral como en lo político.

El jefe del Palacio de Hacienda busca incansablemente ganar la guerra contra la inflación y para eso necesita el respaldo del movimiento obrero. Ya hay dos casos concretos de respaldo explicito a un techo paritario del 60 por ciento para todo 2023. Tan cierto como que el grado de conflictividad está al rojo vivo como las temperaturas que azotan al país.

Si bien todavía no está confirmada la fecha del encuentro, que sería en el histórico salón Felipe Vallese del edificio de Azopardo al 800, Massa abriría su apretada agenda para el miércoles próximo. La visita del tigrense podría enmarcarse en una especie de lanzamiento de su candidatura, habida cuenta de que cuenta con el apoyo de la gran mayoría de la dirigencia gremial, salvo de la CTA Autónoma. Desde el entorno del ministro, prefieren que no se cuelen cánticos electoralistas, por eso todavía no está definida la logística de la reunión.

Lo concreto es que, así como en el control de precios la CGT tuvo su espacio con el discurso de uno de los titulares, Héctor Daer, y el acompañamiento de su par Carlos Acuña, más la asistencia de miembros del consejo directivo (Rodolfo Daer, Alimentación; Luis Hlebowicz, Pasteleros y CASIA; Cristian Jerónimo, Empleados del Vidrio; y José Minaberrigaray, Empleados Textiles), ahora se buscará dar marco a las paritarias pero sin hablar concretamente de un techo de aumentos, sino sostener el mensaje del Gobierno: Que las paritarias le ganen a la inflación.

Los trabajadores no registrados pierden por goleada ante la inflación

Fuentes consultadas por iProfesional dejaron entrever su malestar por el título de "Salarios Justos". "Estamos convencidos de que debemos seguir en el modelo de producción y empleo, pero hay que tener en cuenta que, hoy por hoy, trabajadores registrados están por debajo de la línea de la pobreza; pero el problema mayor es que tenemos un 40 por ciento de trabajo no registrado y ese universo viene perdiendo por goleada contra el costo de vida", remarcaron.

Después de atender las constantes demandas de la Mesa de Enlace y otros grupos económicos, Massa entiende que debe tener la foto con la CGT, aunque insista en que no será candidato a Presidente. Desde esta columna anticipamos las coincidencias que hay en la mayoría de la dirigencia gremial en posicionarlo de cara a las PASO pero una cosa es la política y otra las demandas salariales y laborales.

El techo salarial impuesto por Massa causó variedad de reacciones en la CGT. Intentará convencer a los reacios.

En el citado encuentro de "Precios Justos", Héctor Daer advirtió: "Representamos a un sector que está convencido de que tenemos que ir en contra de la inflación y por eso acompañamos esta iniciativa. También la acompañamos desde una lógica de interés propio, de reivindicar la libertad de paritarias que tenemos y que no vamos a resignar nunca". Destacó "la historia del movimiento obrero organizado" y agregó: "Vamos ir con la responsabilidad necesaria para que todas estas medidas tengan el doble éxito; aumentar el poder adquisitivo del salario y aplanar en una pendiente definitiva este proceso inflacionario".

Moyano no cree en el 60% y Acuña prefiere acompañar

Pablo Moyano, el otro cotitular de la CGT, no fue de la partida como tampoco participaría del encuentro en Azopardo, pero ya adelantó su posición. "Si se llega a un 60 por ciento de aumento en las paritarias sería un éxito, porque se controla la inflación", afirmó y  definió que el bono de fin de año "fue poco". En cuanto a la posición de Camioneros en la puja salarial, explicó que tendrá un porcentaje aproximado cuando empiecen a discutir a mediados de año.

El siempre influyente Gerardo Martínez, titular de la Unión Obrera de la Construcción (UOCRA), también dejó en claro que "la CGT no negocia paritarias" ni acepta pisos o techos salariales del Poder Ejecutivo.

Por su parte, Acuña aseguré. "Esperamos que el ministro venga a la CGT para que podamos dialogar sobre la situación laboral y salarial". Admitió que "sería bueno un acuerdo para bajar la inflación, pero los que tienen que cumplir son los empresarios, los formadores de precios que nos llevaron a este desastre".

En tanto, Massa consiguió que dos organizaciones gremiales adopten el techo del 60 por ciento de aumento anual. Se trata de los municipales porteños (SUTECBA) del histórico Amadeo Genta que cerró una mejora de dicho porcentaje en siete cuotas con revisiones. El acuerdo contó con un impensado aliado para el Ejecutivo: El jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta, quien por un lado cuestiona el plan económico, pero tiene que negociar salarios en varias actividades (desde administrativos y Policía hasta docentes) y está decidido a acompañar la pauta de Hacienda.

El otro sindicato es la Unión Tranviarios Automotor (UTA), liderada por Roberto Fernández, quién inclusive había amenazado con medidas de fuerza si no se homologaba la mejora que ya fue firmada por las autoridades de la Federación Argentina de Transportadores por Automotor de Pasajeros (FATAP) y ratificada por el ministerio de Trabajo. El incremento consiste en tres tramos: 10 por ciento en enero, 10 en marzo y 7 por ciento en mayo. Al tratarse de porcentajes acumulativos da un 29,47 por ciento para el semestre.

El gremio de transportistas fue el primero al que Massa logró convencer de cerrar un aumento salarial del 60% para 2023.

Crece el grado de conflictividad gremial

A estas dos negociaciones se le suma un grado de conflictividad no habitual para la temporada veraniega. La Asociación Bancaria que encabeza Sergio Palazzo dispuso el "estado de alerta y movilización" y amenaza con medidas de fuerza, si no hay una propuesta salarial acorde en la próxima reunión. Desde el gremio sospechan de alguna traba desde Economía, aunque prefieren no alimentar teorías conspirativas y cargan todas las críticas a las patronales.

Los despachantes de aduanas paralizaron los servicios y ahora retomaron la mesa del diálogo. Los trabajadores de la Televisión (SATSAID) están en conciliación obligatoria en los canales de aire y productoras. El personal de Seguridad también proyecta un plan de lucha ante la falta de aumentos. Y se está negociando la paritaria nacional docente donde alguna Federación ya anunció medidas de fuerza.

Si bien no se expondrá como uno de los temas centrales, la preocupación de los sindicatos pasa por la crítica situación que atraviesan las obras sociales, por la retención de fondos de parte del Gobierno. Fuentes gremiales afirmaron que Massa se había comprometido con la mesa chica de CGT que, en el último cuatrimestre de 2022 giraría compensaciones por las coberturas de sus afiliados discapacitados por unos 24.000 millones de pesos (en cuatro pagos de 6.000 millones cada uno). Sin embargo, solo se recibieron dos desembolsos de 4.000 millones cada uno.