La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) detectó a 184 contribuyentes con saldos no declarados por un total de algo más de $1.500 millones que poseían en sus billeteras virtuales.

Las tareas de fiscalización se concentraron en las Declaraciones Juradas del impuesto sobre los Bienes Personales, para verificar que incluyeran la correcta exteriorización de criptomonedas y otros activos.

Tras realizar distintos controles y cruces con la información disponible en bases de datos, la AFIP detectó irregularidades en la situación fiscal de 184 contribuyentes, por un monto total gravable de $1.523.241.357.

Los contribuyentes intimados tenían en sus billeteras virtuales pesos, moneda extranjera y criptomonedas que no incluyeron en sus declaraciones juradas de Bienes Personales del período fiscal 2021 o que lo hicieron por un valor inferior al real.

Las inconsistencias –señala la AFIP en un comunicado- "fueron encontradas a partir de la optimización de controles sobre el crecimiento que tuvieron las transacciones con billeteras virtuales y criptoactivos a lo largo de los últimos años".

Aduana detectó sobrefacturación en laboratorios argentinos

Personal de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) analizó cinco operaciones de importación de máquinas, llevadas adelante por un importante laboratorio argentino en la cual se detectó "sobrefacturación flagrante". 

Desde Aduana informaron en un comunicado que el propio organismo presentó una denuncia en lo Penal Económico y ordenó allanamientos en dos inmuebles, donde se secuestró documentación, que podría aportar a la causa. Uno de los laboratorios, según informó Télam, sería Alfapharma.

Desde el organismos que dirige Guillermo Michel, aclararon que las operaciones fueron declaradas en unos cinco millones de dólares. Sin embargo, en China las exportaciones de maquinaria se registraron con un monto de apenas u$s555.920. La irregularidad desencadenó la investigación que tiene cómo objetivo determinar el destino del resto de los fondos u$s4.484.04 (un 907%).

"En este caso, no se encontró ningún valor agregado tangible que aportara la intermediaria panameña para justificar los precios de refacturación. Se presume que fue incluida para sobrefacturar la importación y dejar u$s4,5 millones en un banco de ese país", explicaron fuentes de Aduana.

Lo que más llamó la atención de Aduana fue la refacturación de la mercadería mediante una firma radicada en Panamá, teniendo en cuenta que la mercadería fue enviada desde China a la Argentina en forma directa. En rigor, para la Aduana las operaciones trianguladas son legales y habituales en el comercio exterior, pero representan un indicador de riesgo a analizar.

"En efecto, documentos a los que accedió la Aduana permiten creer que la mercadería salió de China a nombre del importador y que la operatoria comercial fue cerrada y concluida entre la empresa china y el laboratorio argentino en forma directa por una empleada jerárquica de éste. La misma figura en los documentos con el nombre de Raquel", añadieron en el comunicado.

Los operativos de AFIP se realizaron en San Isidro y Liniers.

La denuncia fue tramitada en el Juzgado Penal Económico Nº2 y abarcó tanto el ilícito previsto en el Código Aduanero como en el egreso indebido de divisas, "situación altamente nociva para la coyuntura económica de nuestro país", detallaron. En ese marco, la Aduana estimó una multa que rondaría los u$s22,6 millones.