Se trata de un proyecto de la diputada nacional de Evolución Radical, Carla Carrizo, para que los huevos cuenten con una etiqueta o embalaje con información sobre qué sistema de producción fue usado si jaula en batería, galpón, campero u orgánico.

La iniciativa original fue presentada por el exdiputado por Mendoza, José Luis Ramón, pero perdió estado parlamentario, por lo que la diputada Carrizo lo vuelve a presentar con algunas variantes.

"Más del 90% de las gallinas ponedoras en Argentina viven confinadas en jaulas. Con este altísimo número, varios comercios anuncian la venta de huevos como de campo. Hay un vacío legal, falta de información y competencia desleal. La mitad de los argentinos no sabe de dónde provienen los huevos", indicó a iProfesional la diputada Carrizo, autora del proyecto.

En ese sentido, la legisladora precisó que "según una encuesta realizada por IPSOS en diciembre de 2021, 5 de cada 10 consumidores no conocen cómo es el sistema de producción de huevos. Ante esta realidad, el 31 de mayo presentamos un proyecto de ley bajo cuyo objetivo es el etiquetado de huevos". La iniciativa lleva las firmas además de Emiliano Yacobitti, Danya Tavela, Marcela Antola (Evolución) y Maximiliano Ferraro (CC).

Evolución Radical se unió con una ONG: ¿con qué objetivo?

Asimismo, la iniciativa es impulsada por Sinergia Animal, reconocida como una de las ONGs de protección animal más eficaces del mundo; y por la Asociación Coordinadora de Usuarios, Consumidores y Contribuyentes (ACUCC). Cuenta además con una petición en la plataforma Change.org que al día de hoy tiene alrededor de 15 mil firmas.

El proyecto persigue cuatro objetivos claros: "Garantizar el acceso a información veraz por parte de los consumidores; concientizar sobre cómo son tratados los animales en la industria del huevo; fomentar el consumo sustentable; promover una competencia más justa entre los productores. En definitiva, brega por un comercio más justo, visibilidad sobre la industria animal y derechos hacia los consumidores", afirmó Carrizo.

¿Qué dice el proyecto para el etiquetado de huevos?

El proyecto busca garantizar el acceso a información oportuna, clara, veraz y suficiente sobre los sistemas de producción de huevos, a fin de permitir a los consumidores tomar decisiones informadas respecto de su consumo.

• Las normas contenidas en esta ley se aplican a todas las personas humanas y jurídicas que se dediquen a la comercialización y/o producción de todo tipo de huevo de granjas avícolas.
• Se entenderá por: a) Granja avícola: establecimiento para el desarrollo de la actividad avícola, que tiene una capacidad instalada para alojar un número igual o superior a doscientas (200) aves de la misma especie y tipo de explotación. Sin perjuicio de ello, resulta facultativo para cualquier productor de menor cantidad de aves el etiquetado de su producto.
  • b) Producción de huevo en jaula: es el sistema de producción en el cual las aves están confinadas en jaulas de cualquier tamaño. Este tipo de producción impide el movimiento de la gallina privándola de sus hábitos típicos de especie causando un daño a su bienestar y salud. 1983/2023 - "40 años de democracia"
  • c) Producción de huevo en galpón cerrado: es el sistema de producción en el cual un grupo de aves de la misma especie y edad está permanentemente confinado en un establecimiento cerrado ya sea sistema de piso o aviario.
  • d) Producción de huevo campero o de campo: es el sistema de producción en el cual las aves tienen acceso a un área exterior amplia en contacto directo con el suelo y los pastos.
  • e) Producción de huevo libre de jaulas orgánico: además de ser criadas en las condiciones indicadas por el inciso d), las gallinas que producen huevos denominados orgánicos deben contar con una certificación emitida por la autoridad competente que garantice que su alimentación sea predominantemente orgánica, libre de químicos, además de otros estándares adicionales de la certificación.
• Todos los huevos que se comercialicen y/o se produzcan en Argentina incluyendo huevos frescos, líquidos y en polvo, así como también los importados, deben especificar el sistema en el que fueron producidos. Esta descripción deberá constar tanto en la etiqueta, como en la cara principal del envase o empaque.

La iniciativa permitirá a los consumidores conocer si los huevos son "de campo" o si se produjeron de otra manera.

¿Cuál es la situación actual del campo y su producción?

El proyecto toma importancia cada vez más debido a la toma de conciencia ambiental y el paso a un modelo productivo sustentable, no como una obligación ética, sino como una necesidad de época.

También, la pandemia dejó entrever lo falible que puede resultar la forma en la cual producimos, consumimos y descartamos pero la iniciativa lo que busca es la toma de conciencia sobre la industria alimenticia y los complejos industriales animales.

Desde una perspectiva eminentemente ambiental, el 90% de la producción de huevos en Argentina se lleva a cabo por medio de jaulas en batería: se trata del sistema que más sufrimiento infringe a las gallinas.

Esto tiene un doble impacto: por un lado, la afectación directa al ave como persona no humana sintiente y por otro, que la calidad de producto alimentario obtenida de dicho proceso resulta cualitativamente menor en términos salubres y proteicos.

Con todo, y con la impronta que significó la Ley de Etiquetado Frontal, la iniciativa busca que los consumidores de huevos tengan acceso a información clara sobre los sistemas de crianzas de gallinas, a fin de poder tomar decisiones conscientes y coherentes con el medio ambiente, su flora y fauna y además fomentando el consumo sostenible.

Argentina tiene un total de 45 millones de gallinas ponedoras que producen unos 436 huevos por segundo, en su mayoría a través de estos sistemas de "jaulas diminutas" en las que se encuentran entre 7 y 12 gallinas hacinadas, que no pueden caminar, moverse, estirar sus alas completamente ni realizar muchos de los hábitos naturales de la especie"

Un estudio de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) reveló que los sistemas de jaula "tienen una mayor prevalencia de Salmonella en comparación con los sistemas libres de jaulas", enfermedad que causa 93.8 millones de casos de gastroenteritis aguda y 155.000 de muertes a nivel global por año, de las cuales "aproximadamente el 85% se estima que son transmitidas por los alimentos", según la Organización Mundial de la Salud.