El recalentamiento de la inflación de las últimas semanas ya está mostrando algún impacto en el consumo masivo. Lo más contundente se observa en la carne, pero no es el único nicho afectado.

En las últimas horas, hubo un dato que llamó la atención: una cámara de supermercados -con amplia presencia en el interior del país, y que incluye a pequeños y medianos cadenas- rubricó un acuerdo de precios para abaratar un 20% algunos productos de consumo masivo, como azúcar, aceites, fideos, harinas y yerba, además de una canasta de artículos de limpieza e higiene personal.

La nueva canasta, que será definida por cada cadena, sin ninguna intervención del Estado, llevará por nombre "Precios Diferenciados".

El acuerdo provocó sorpresa entre fabricantes y en las grandes cadenas de supermercados. Va en contra del discurso y las promesas de Javier Milei. La intervención estatal para fijar precios está entre las herejías del flamante mandatario. Sin embargo, la realidad pudo más que la doctrina, al menos en esta medida.

Fuentes del Palacio de Hacienda reniegan de un control, a la vieja usanza. "A todos les cuesta entender que estamos ante un cambio de régimen. Los controles fracasaron en los últimos 17 años. No volveremos ahí", asegura un destacado funcionario a iProfesional.

Antes del fin de semana terminará una ronda de consultas a supermercados. Apenas comience el nuevo año también se citará a las empresas fabricantes de productos de la canasta básica.

El recalentamiento de la inflación de las últimas semanas ya está mostrando algún impacto en el consumo masivo

La suba de los precios de la comida superó las expectativas. Tras la fuerte devaluación de mediados de mes, la eliminación de "Precios Justos" y la suspensión de los fideicomisos que servían para subsidiar materias primas básicas, como el trigo, provocaron el salto escalofriante de los precios en las góndolas.

¿Cambio de estrategia?

Después de Navidad, y tras el acuerdo divulgado por los supermercados y autoservicios nucleados en CAS y FASA, con gran presencia en el interior del país, las cadenas más grandes del país salieron a cruzar cualquier posibilidad de nuevos acuerdos de precios.

Ante la consulta de iProfesional, una fuente del supermercadismo fue determinante: "Las grandes cadenas se están esforzando en mantener el diferencial de precios favorable a los consumidores negociando intensamente las nuevas listas de precios que les llegan. Por otro lado, muchas están ofreciendo promociones que hacen que el mejor precio siga estando en estas grandes cadenas".

Las definiciones en el Palacio de Hacienda son contundentes: "Acá se desmontaron todos los controles que no sirvieron para nada. Nosotros ponemos en práctica las políticas activas, para que sea el sector privado el que encuentre la mejor manera de vincularse con los consumidores", explica la fuente consultada.

Desde el Gobierno pretenden dejar en claro que acá no habrá ninguna intervención estatal.

"Los comercios tienen todo a favor para trabajar bien: se derogó la ley de Góndolas, la ley de Abastecimiento, el Observatorio de Precios, el control de los stocks. Nadie los va a perseguir", afirma un funcionario clave del equipo de Luis Caputo.

Las cadenas más grandes del país salieron a cruzar cualquier posibilidad de nuevos acuerdos de precios.

Sin ser un reclamo formal, lo que el Gobierno pretende es un "acompañamiento" del sector privado "en medio de un tembladeral de precios".

Sin embargo, los funcionarios buscan ser categóricos. Esta vez no habrá controles desde el Estado e, incluso, los precios que sean rebajados serán elegidos por los comerciantes; no por el Estado.

- ¿Cómo se explica que un supermercado pueda abaratar un 20% productos de la canasta básica, si uno de los argumentos históricos del sector es que los comercios no tienen margen para mover ese porcentaje tan significativo y que ellos no son formadores de precios?, quiso saber iProfesional.

- "Sin dudas, en esos productos elegidos tendrán un quiebre de rentabilidad, que las cadenas buscarán compensar con otros rubros", fue la respuesta oficial.

Inflación caliente

Los últimos relevamientos de los precios causaron alarma. La consultora LCG -que monitorea semana tras semana la evolución de los precios- dio que la inflación de los alimentos trepó al 11,5% en la tercera semana de diciembre. Acumula un 27% a falta de siete días para que termine el último mes del año.

El índice de precios de los alimentos subirá arriba del 30% este mes.

Luego de las remarcaciones furiosas trasla devaluación, ahora habrá que monitorear las nuevas listas que las empresas fabricantes preparan para el primer mes de 2024.