En la gestión de Javier Milei, la paritaria del sector de la alimentación fue una de las más conflictivas, con duras negociaciones entre el gremio y la cámara empresaria que jugueteaban con la posibilidad de medidas de fuerza. Finalmente, se llegó a un acuerdo con una mejora de sueldo del 62 por ciento más un bono por única vez.

El consejo directivo de la Federación de Trabajadores de la Alimentación (FTIA) expresó su satisfacción por el logro en la paritaria 2023-2024, pero también mandó un mensaje un día después del paro nacional y movilización encabezada por la Confederación General del Trabajo (CGT) y el acompañamiento de las dos CTA (de los Trabajadores y Autónoma) y de organizaciones sociales, jubilados y Pymes.

El secretario General de la FTIA, Héctor Morcillo, señaló a iProfesional que "las negociaciones con los representantes de la Federación de Industrias de Productos Alimenticios y Afines (FIPAA) fueron complicadas" y admitió que estuvieron a punto de aplicar un plan de lucha después de disponer el estado de alerta y movilización.

Desactivaron plan de lucha pero acompañaron el paro de la CGT

Asimismo, remarcó que "así como defendemos el salario de los trabajadores y trabajadoras de la alimentación, vamos a continuar la lucha en defensa de los derechos laborales y contra el avance de las políticas neoliberales, que se quieren imponer a través de la fuerza de un decreto que poco tiene de necesidad y urgencia".

Fuentes gremiales admitieron a este medio que, si en la última reunión con la cámara empresaria no se cerraba un acuerdo, el consejo directivo de la Federación estaba facultado para decidir las medidas de fuerza. En tal sentido, indicaron que las protestas se iban a iniciar con asambleas en los lugares de trabajo y paros por turno.

En la práctica, las asambleas son quite de colaboración que afectan la producción, mientras que los ceses de actividades (que comienzan con una hora por turno), tienen la modalidad de ser rotativos, golpeando en plantas que tienen entre dos y tres turnos, dependiendo de la actividad.

En el palco armado frente al Congreso, se pudo ver al secretario General del Sindicato Trabajadores Industrias de la Alimentación, Rodolfo Daer

Más allá del acuerdo, las fábricas de la alimentación pararon este miércoles desde las 12 horas hasta las cero, en respaldo a las demandas de la CGT. En el palco armado frente al Congreso, se pudo ver al secretario General del Sindicato Trabajadores Industrias de la Alimentación, Rodolfo Daer, quien compone el consejo directivo de la central obrera, mientras en la plaza flameaban banderas de la organización.

Cómo fue el aumento y cómo quedó el sueldo básico

Morcillo informó que el aumento salarial para el convenio colectivo de trabajo 244/94 se pagará de la siguiente manera:

• $40.000 en concepto de suma extraordinaria por única vez.
• Enero: 34 por ciento acumulativo sobre diciembre.
• Febrero: 20,9 por ciento acumulativo sobre enero.

Explicó que, si bien la suma de los incrementos de enero y febrero da un 54,9 por ciento, al tratarse de porcentajes acumulativos, la mejora total es del 62 por ciento con relación a los salarios de diciembre. A esto se agregan los 40.000 pesos en concepto de suma extraordinaria por única vez.

Con esos porcentajes, en febrero el salario promedio mensualizado superará los 600.000 pesos y en el caso de un jefe de sección alcanzará 1.000.000. En la industria se desempeñan alrededor de 80.000 trabajadores y trabajadoras, distribuidos sobre todo en plantas en las que se elaboran alimentos procesados, como conservas, dulces, galletitas, polenta, chocolates, golosinas y encurtidos.

Morcillo adelantó que en febrero volverán a reunirse con los paritarios de la cámara empresaria para acordar los salarios de marzo y abril, en una modalidad bimestral que están utilizando distintos gremios. Remarcó que "obviamente que el objetivo es no perder contra la inflación, ir acompañando la suba de precios".