LISTAS DE PRECIOS

Caputo, en guerra con empresas alimenticias: ¿último recurso para bajar la inflación?

El Gobierno espera seguir conteniendo la inflación en productos esenciales, pero desde las empresas de alimentos y bebidas insisten en remarcaciones
Por Antonio D'Eramo
ECONOMÍA - 12 de Mayo, 2025

La lucha por los precios se libra en los salones del Palacio de Hacienda (sede del ministerio de Economía), en los galpones de los supermercados mayoristas y en las oficinas de las principales empresas de alimentos nucleadas en la COPAL (coordinadora de las industrias de productos alimenticios), alguna de ellas, con números bordeando el rojo o morados directamente, como Molinos.

La batalla es para bajar la inflación como sea, a garrotazos, casi hasta a lo Moreno, a juzgar por los últimos movimientos de los subalternos del ministro Caputo que sigue felicitando y promoviendo que los supermercadistas rechacen las listas de las empresas de alimentos y bebidas que llegan con recargos de entre el 6% y el 9% de aumento para la segunda quincena del mes de mayo.

Inflación: el Gobierno presiona a empresas de alimentos para bajar precios

Si tomamos los datos de la Ciudad de Buenos Aires, que miden el costo de vida y puede servir como un testimonio o un anticipo de la inflación global que mide el INDEC para abril, y que se difundirá el 14 de mayo, hubo una importante moderación después del 3,2% de marzo. La baja fue impulsada por los precios estacionales y por los regulados.

Sin embargo, el problema está en la inflación núcleo, que mide la variación de precios sin tomar en cuenta la estacionalidad, aquellos que aumentan en determinada época del año, o los regulados por el Estado, que subió un 3% durante abril.

Vivir en CABA es caro, los ingresos de la población no alcanzan, y los súper reciben listados de productos con nuevos aumentos para lo que queda del mes. Un mes electoral.

Y, esa es la peor de las noticias para el ala política de la Casa Rosada. La inflación no es una sensación, se siente y duele cada vez que un cliente de un autoservicio saca la billetera o abre una cartera. Y, en ese contexto, la presión desde los funcionarios de economía para contener los precios se redobla.

Luis Caputo se reúne con supermercados

En las últimas horas, se conocieron nuevos contactos entre el equipo de Caputo y los ejecutivos de las cadenas de supermercados y ya hay un efecto. 

En una importante cadena de supermercado de capital extranjero, aseguraron a iProfesional que rechazaron la pretensión de una compañía de entregar productos con un 9% de aumento en promedio. Se sentarán a negociar nuevamente a fin de semana, pero en el súper explicaron que no esperan una lista con un número menor al 5% para que los camioneros comiencen a descargar la mercadería.

"Descontamos que van a haber aumentos las próximas semanas, pero deberán ser moderados. No del 9%. Ahora bien, parece que actuamos por mandato del Gobierno, pero no es así. Las ventas se resintieron, hay productos que no se venden de ninguna manera y antes si se comercializaban y ya no hay cupones de descuento o campañas con bancos que aguante el consumo. Su caída es visible y palpable y es un problema. Si encima aumentamos los precios al consumidor final. El escenario es desolador", explicó el ejecutivo.

Del otro lado del mostrador, en las empresas de alimentos, la situación no es fácil. "Como dicen en España, Caputo nos ha puesto a parir", señalan en una mega empresa de alimentos. El problema es que la rentabilidad en los balances cae. Y, desde que se anunció la flotación del dólar, con bandas de piso y techo móviles, en las empresas tomaron como medida o criterio el alza de la cotización de la moneda estadounidense durante el primer día de operaciones.

En esas primeras horas, afilaron el lápiz, le sacaron punta y enviaron a las cadenas de supermercados, listas con aumentos de entre 5% y 10%, que fueron resistidas por los comerciantes que atienden al público minorista y mayorista.

Ahora bien, hay descargos y explicaciones desde las empresas de la COPAL por su antipática conducta, si se la observa desde la posición de los consumidores con ingresos fijos.

La semana pasada, Aceitera General Deheza (AGD) envió listas con subas del 6%; Molino Cañuelas, aumentó un 7% en harinas y 9% por ciento en aceite de oliva.

A propósito de Molinos, la firma produjo un balance que reportó pérdidas, debido a que en el primer trimestre del año sus precios "aumentaron por debajo de los costos".

Los números de la compañía se justificaron en que "...con costos de venta unitarios aumentando nominalmente por encima de los precios (24,0% vs. 8,4%), el resultado neto fue negativo por $5.460 millones". Molinos registró, al cierre del primer trimestre, ingresos netos por $199.548 millones, lo que implicó una caída del 25,9% en términos reales, respecto del mismo período del ejercicio anterior.

El aceite va para arriba y Bunge, por su lado, también subió 4,5% su producto basado en girasol. Otras fábricas enviaron aumentos en galletitas dulces y se anotaron subas al 5% en bebidas de consumo diario. La preocupación en el gobierno es por el precio de la harina. Sube y sube desde el mes de marzo y no hay medida que parezca detenerla ni siquiera la escasa capacidad de compra de la población.

A diferencia de los empresarios que se reúnen en la COPAL, a Javier Milei no parece preocuparle la caída del consumo. "Yo miraría los balances de las empresas de e-commerce", se entusiasmó, observando el crecimiento de las operaciones por ese canal de venta.

Sin embargo, los empresarios son más cautos o realistas y confían en las cifras del INDEC que señalan que en febrero las ventas cayeron con respecto a enero y por eso planean un "black mayorista" entre el 19 y el 25 de mayo organizado por la Cámara Argentina de distribuidores y autoservicios mayoristas (CADAM).

Te puede interesar

Secciones