Dólar bajo presión: el BCRA vendió u$s379 millones para contener al oficial y los financieros superaron los $1.500
El Banco Central vendió reservas por segundo día consecutivo para contener el dólar oficial, que llegó al techo de la banda. Este jueves, tal como informó oficialmente la entidad, intervino en el mercado con u$s379 millones, luego de vender u$s53 millones el día previo.
Así, las reservas brutas del BCRA quedaron en u$s39.407 millones. En este escenario, es que el mercado se pregunta si podrá sostener el Gobierno el esquema de bandas cambiarias hasta las elecciones de octubre o deberá pegar un "volantazo" antes de ese tiempo.
Lo cierto es que l a plaza cambiaria opera este jueves bajo máxima tensión, con el foco puesto en la dinámica de las reservas y en la capacidad de la autoridad monetaria para sostener el esquema cambiario.
Así, el dólar oficial del Banco Nación subió este jueves cinco pesos y cotiza a $1.490, mientras que en el mercado mayorista se negoció a $1.474,5, cerca del techo de la banda cambiaria hoy ubicado en $1.474,83. En el segmento bursátil, el contado con liquidación avanza 1,7% y alcanza los $1.525, mientras que el dólar MEP gana 1,6% hasta los $1.510. En el circuito informal, el dólar blue sube $25, a $1.515.
Lo cierto es que a comienzos de septiembre, el Tesoro había empezado a intervenir con ventas de divisas en el mercado para aportar liquidez y mitigar los movimientos en la previa a las elecciones legislativas.
Las ventas del Tesoro, estimaron operadores, superaron los u$s500 millones.Tras las elecciones bonaerenses, Luis Caputo aseguró que el Tesoro dejó de vender dólares y que el tipo de cambio flotó entre las bandas sin intervención oficial.
El gobierno nacional atraviesa un momento crítico, marcado por reservas netas limitadas, compromisos crecientes en moneda extranjera y una fuerte dependencia de los flujos financieros para sostener la estabilidad. La falta de acumulación de divisas redujo el margen de maniobra de la autoridad monetaria y debilitó la credibilidad del esquema cambiario, que depende cada vez más de fondos externos para contener las presiones sobre el peso.
Elecciones en la mira: el mercado apuesta a un cambio de esquema
Desde PPI señalaron que el interrogante central es cómo evolucionará el equilibrio entre oferta y demanda de divisas en las semanas previas a las elecciones legislativas del 26 de octubre. En su análisis, el mercado parece estar anticipando un cambio inevitable en el régimen cambiario inmediatamente después de los comicios, lo que modifica los incentivos de los distintos jugadores.
Los analistas del bróker consideraron que, ante la expectativa de un ajuste, es probable que los exportadores posterguen liquidaciones y los importadores adelanten compras, mientras los ahorristas intensifican la dolarización de sus carteras. Este comportamiento reduciría el ingreso de divisas y aumentaría la demanda, presionando aún más sobre el techo de la banda.
Desde Max Capital destacaron que ya se observa un patrón similar al que ocurrió entre marzo y abril, cuando el mercado anticipaba un cambio de esquema en el marco de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional. En ese período, el BCRA llegó a perder en promedio u$s 110 millones diarios por intervenciones para contener el dólar.
Para Max Capital, este antecedente ilustra el riesgo de que la presión se acelere en la previa electoral. Estimaron que, si la dinámica actual persiste, las ventas podrían escalar hasta un promedio de u$s 200 millones diarios, duplicando los niveles de marzo-abril y forzando un drenaje de reservas difícil de sostener.
Las reservas bajo presión: el margen de maniobra se reduce
PPI analizó la capacidad de intervención del BCRA y del Tesoro Nacional ante este escenario. Señalaron que, mientras el Tesoro prácticamente agotó su margen con apenas u$s 640 millones de depósitos en el BCRA, la autoridad monetaria conserva unos u$s 17.100 millones de reservas líquidas incluyendo DEGs, que constituyen su principal herramienta para contener el tipo de cambio.
Sin embargo, advirtieron que estas reservas son finitas y su utilización agresiva podría tener un efecto contraproducente en las expectativas del mercado. Un drenaje acelerado podría alimentar la percepción de vulnerabilidad y precipitar nuevas presiones sobre el dólar, agravando la inestabilidad en lugar de contenerla.
Max Capital coincidió en este diagnóstico y agregó que, excluyendo los DEGs, las reservas netas ya se encuentran en terreno negativo. Con este nivel de debilidad, proyectaron que las ventas totales hasta octubre podrían ubicarse entre u$s 3.000 y u$s 5.000 millones, una cifra que pondría a prueba la sostenibilidad del esquema actual.
Las fuentes remarcaron que la evolución de las reservas será el termómetro central para los inversores en las próximas semanas. Si el BCRA logra defender el techo de la banda sin un drenaje significativo, podría estabilizar expectativas en el corto plazo. Pero si las reservas comienzan a caer con fuerza, el mercado anticipará un cambio inminente en el régimen.
Expectativas de cambio tras las elecciones
Para PPI, el mercado ya está priceando un cambio de régimen cambiario inmediatamente después de las elecciones de medio término. Consideran que esta expectativa es el principal motor detrás del comportamiento de los agentes, que buscan anticiparse a un eventual salto del dólar post-electoral.
Max Capital también proyectó un escenario similar: sostienen que, si los comicios confirman un resultado equilibrado con el oficialismo y el Partido Justicialista rondando cada uno entre 34% y 38% de los votos, el Gobierno podría verse forzado a reconfigurar el esquema cambiario hacia fines de octubre para recuperar margen de maniobra.
Los expertos de ambas firmas advirtieron que el objetivo de sostener el actual sistema hasta los comicios es evitar un shock de expectativas que desestabilice el escenario político, pero que los desequilibrios acumulados lo vuelven insostenible por mucho más tiempo.
Y coincidieron en que el desenlace dependerá de la capacidad del BCRA para administrar la tensión sin agotar sus reservas antes del 26 de octubre. Si fracasa en ese intento, el ajuste podría adelantarse y el salto del dólar llegar antes de lo previsto.