• 4/12/2025
ALERTA

Caputo compra reservas pero el mercado igual se prepara para un dólar más alto post octubre

Entraron u$s2.000 millones y se terminará de liquidar el martes. Subió fuerte el volumen y las cotizaciones del mercado futuro. Caputo vende "dólar linked"
26/09/2025 - 07:00hs
Qué están haciendo inversores mientras Luis Caputo compra dólares

El mercado se está reacomodando al nuevo escenario político-financiero, que además del "efecto Scott Bessent", implica el shock de oferta de dólares por los u$s7.000 millones de exportación agrícola -de las cuales ya se liquidaron u$s2.000 millones. Los analistas celebraron las señales de que el Tesoro está comprando divisas -se habla de más de u$s700 millones comprados entre martes y jueves-, pero, aun así, las advertencias y las señales de inestabilidad no desaparecieron.

El dato que llamó la atención es el de la búsqueda de cobertura contra devaluación. Se notó primero por el ensanchamiento de la brecha entre el tipo de cambio oficial y el "contado con liqui", que ya está en 4,8%. Es cierto que, en comparación con la brecha de hace un año resulta una cifra menor, pero igualmente es el doble del lunes pasado, lo que está dando indicios de que hay jugadores del mercado -probablemente los exportadores sojeros- que después de liquidar al precio oficial se redolarizan en el mercado financiero.

Si esa brecha se sigue ensanchando, implica una mala noticia para el gobierno y para todo el mercado, porque precisamente el clamor generalizado que se hace desde el sistema financiero es que Toto Caputo no desaproveche la oportunidad de comprar una cantidad sustancial de dólares.

Para algunos analistas, una caída muy acelerada en el tipo de cambio oficial es algo que ya ingresaría en la categoría de las malas noticias, porque implicaría que ante una sobreoferta generada por el "tax holiday" del agro, las compras fueron menos voluminosas de lo que se podría esperar. Y, en consecuencia, el posterior rebote del dólar podría ser más violento.

Y se instaló la inquietud por el riesgo de que, si el gobierno demora, el sector privado se quede con buena parte de esa inyección de u$s7.000 millones, que se tiene que terminar de liquidar hasta el martes próximo. Si eso ocurriera, el peor escenario sería que el dólar sólo baje para tomar un nuevo impulso que lo acerque al techo y sin que haya aumentado significativamente el "poder de fuego" del BCRA y el Tesoro.

Otra vez, explosión en dólar futuro

Toto Caputo y Santiago Bausili ya captaron ese temor del mercado, lo cual se refleja en algunos cambios de estrategia financiera, con el objetivo de convencer a los inversores de quedarse en pesos. Primero, hubo un agregado de último momento en el "menú" del llamado a licitación del Tesoro de este viernes, ante el vencimiento de deuda por unos $6 billones: reaparecieron los bonos "dólar linked", que ajustan igual que el dólar oficial y suelen tener demanda en los momentos de expectativa devaluatoria.

El secretario de Finanzas, Pablo Quirno, fue el encargado de hacer el anuncio, que implica un bono con vencimiento al 31 de octubre, otro al 28 de noviembre y un tercero al 15 de diciembre. Es decir, todos inmediatamente posteriores a la elección legislativa. En la oferta original, también había un título dólar linked, pero con vencimiento a abril del año próximo.

Pero, sobre todo, la situación que causó sorpresa entre los analistas fue el "regreso" del mercado de futuros, donde se operó un volumen de u$s2.700 millones, con subas en todas las posiciones. En algunas fechas, la cotización volvió al nivel que se negociaba en medio del pánico "pre- tuit de Scott Bessent".

En algunos casos, como los contratos a mayo 2026, la suba de la cotización llegó al 70%. Y todas las posiciones correspondientes al año próximo se ubicaron, otra vez, por encima del techo de la banda de flotación. Hablando en términos de tasas, implicaría pagar hasta 60% anualizado por tomar el "seguro de devaluación".

Por un lado, fue una situación sorpresiva, dado que quienes habían tomado coberturas en las últimas semanas sufrieron grandes pérdidas -se estiman en $700.000 millones, que embolsó el Banco Central-. El dolor de esas pérdidas fue tan grande que hasta hubo quejas en el mercado en el sentido de que el estilo de intervención oficial estaba poniendo en riesgo la utilidad del mercado de futuros como herramienta financiera.

Sin embargo, retornó una fuerte demanda y, por consiguiente, también la oferta. El BCRA volvió a intervenir, y se espera que la colocación de los bonos "dólar linked" emitidos por el Tesoro ayuden a calmar ese apetito de cobertura.

El campo, entre el enojo y la cobertura

Pero, si bien los analistas -y el propio gobierno- mostraron sorpresa, también es cierto que ese repunte era una consecuencia previsible por el masivo ingreso de los dólares del campo. Ocurre que las grandes exportadoras agrícolas, para aprovechar el beneficio fiscal de corto plazo, anotaron las declaraciones juradas por exportaciones todavía no concretadas. Eso, en los hechos, implica que recurrieron a la toma de fondos propios o de financiación para darle a Caputo los u$s7.000 millones.

Como contrapartida, se quedan con unos $9 billones, que usarán para comprar granos a los productores y, además, divisas para repagar lo que hayan tomado de líneas crediticias.

El negocio consiste, justamente, en la exención de las retenciones, que se calcula en u$s1.500 millones -hay mucho enojo por parte de los pequeños productores, que sostienen que prácticamente no verán en sus bolsillos nada del beneficio impositivo-.

Los analistas del campo asimilan esta operación a un préstamo que las grandes cerealeras le hacen al gobierno, con un interés de 21%. El final de esa cadena es la recuperación de los dólares para las exportadoras, que ocurrirá cuando compren la mercadería a los productores y efectivicen la exportación. Esto puede demandar varios meses.

Por eso, hay quienes ven la mano de las cerealeras detrás del súbito incremento del volumen negociado en el mercado del dólar futuro, donde los contratos de mayor demanda coinciden con los meses de la cosecha gruesa.

Esto, claro, no significa que los exportadores sean los únicos dispuestos a cubrirse de un salto del dólar, porque tanto el mercado bursátil como el de bonos soberanos demostraron que, al menos hasta las elecciones, seguirán volátiles.

Preparándose para la devaluación

Y, sobre todo, lo que se está percibiendo es una expectativa generalizada de un nuevo esquema cambiario, que le permita al BCRA la acumulación de reservas en cualquier momento. Es algo que a Caputo se lo reclaman los economistas desde las redes sociales, los banqueros y empresarios en reuniones privadas y hasta figuras de alto perfil en las finanzas globales, como Gita Gopinath, ex vicedirectora del Fondo Monetario Internacional.

Nadie se anima a dar una cifra concreta sobre cuál sería un dólar "de equilibrio", aunque hay unanimidad en que estaría bien por encima del techo de la banda -hoy de $1.478.

El argumento de los economistas es que cuantas más reservas se compre en este período, menos brusco será el salto cambiario. Por eso, se escuchan más críticas cuando el tipo de cambio mayorista cae mucho, dado que se lo interpreta como cierta lentitud de reflejos en la compra de divisas para las arcas estatales.

Entre los bancos, hay una percepción en el sentido de que el escenario más probable será el de una flotación "sucia", con intervenciones oficiales para evitar reacciones de "overshooting", y muestran escepticismo sobre que el gobierno se anime a un esquema de flotación puro y sin restricciones regulatorias.

Se interpretó como una buena noticia la baja de la tasa de interés "repo" de 35% a 25%, a la que se ve como una señal de normalización en el crédito. De todas formas, la advertencia es que la economía seguirá frenada en la medida en que el BCRA mantengan los encajes obligatorios en 53%, un nivel que consideran sólo explicable por el pánico de las últimas semanas.

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