• 4/12/2025
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Caputo se planta ante el mercado: no devaluará y promete avanzar con reformas estructurales

Pese a la presión del mercado, el Gobierno nacional sostiene la estabilidad macro y prepara cambios en los regímenes laboral y fiscal.
16/10/2025 - 12:11hs
Caputo se planta ante el mercado: no devaluará y promete avanzar con reformas estructurales

El Ministro de Economía, Luis Caputo, volvió a rechazar una devaluación como herramienta para ganar competitividad e insistió que en el gobierno avanzará en las reformas laboral y tributaria para lograr ese objetivo.

En momentos de tensión cambiaria y con apuestas en el mercado financiero en contra del peso, el jefe del Palacio de Hacienda manifestó que la competitividad de Argentina "no debe venir más de una devaluación".

"Realmente, a esta altura encuentro casi arcaico a la gente que cree que la única forma en que Argentina puede ser competitiva es teniendo una moneda débil", subrayó.

Caputo reivindicó la estabilización macro y anunció reformas de "segunda generación"

Caputo hizo un repaso de lo que considera los logros del gobierno y pese a la volátil coyuntura afirmó que hay una macroeconomía estabilizada

"Creo que estamos en un contexto económico mucho más previsible; en un nuevo modelo en el que hemos logrado estabilizar la macroeconomía, logrando el tan ansiado equilibrio fiscal, que Argentina no lograba desde hacía casi un centenar de años y además hay equilibrio monetario", dijo Caputo.

También valoró la baja de la inflación y prometió que en los próximos meses convergerá a las variaciones internacionales.

Una de las declaraciones que más llamó la atención fue su consideración de que el gobierno está viendo "una recuperación de los salarios reales".

"Para nosotros que este es el camino por el cual todos los argentinos se van a beneficiar", enfatizó el jefe del Palacio de Hacienda y prometió que "ahora viene una segunda etapa que son las reformas de segunda generación", señaló el funcionario.

Caputo afirmó que "la reforma laboral es fundamental porque venimos de un régimen laboral arcaico, rígido e imprevisible" y por ende señaló que "necesitamos un régimen más ágil, más dinámico y que termine con la industria del juicio, que favorece a un puñadito así en contra de todos los argentinos".

Asimismo, anunció que se encarará una "reforma tributaria que va a implicar la eliminación de muchos impuestos, la baja de otros, la simplificación del régimen tributario" y añadió una propuesta de "incentivos para desarrollar el ahorro interno".

"Sé que para muchos es difícil porque venimos de muchos años de un esquema realmente muy diferente, de una economía cerrada. Abrirse a la competencia y tener que invertir es todo un desafío, pero tenemos que pensar que finalmente hay que lograr construir un nuevo país", señaló el ministro.

Caputo no convalidó tasas récord: renovó menos de la mitad de vencimientos e inyectó $2 billones

La actitud de Luis Caputo en la última licitación del Tesoro refleja una aceptación del momento hipersensible que vive el mercado financiero en la previa electoral: prefirió dejar desiertas las colocaciones de letras con renta fija para no convalidar las tasas de interés estratosféricas que le exigían los bancos. Y solamente colocó bonos "dólar linked" de corto plazo, por menos dinero del que le ofrecieron.

En conclusión: el Tesoro, cortando su política de los últimos meses, prefirió renovar apenas un 45,6% del monto de deuda que vencía, lo que implica que dejó "sueltos" en el mercado $2,1 billones.

Todo un contraste con lo ocurrido hace dos semanas, cuando el gobierno celebró el "logro" de haber renovado la totalidad de los vencimientos y, además, captar un 30% extra de liquidez. En aquella ocasión, Caputo argumentaba que esa reabsorción de pesos por $1,7 billones era una confirmación de la política monetaria estricta, que el mercado debería decodificar como una garantía de que no habría presiones cambiarias ni efectos de "contagio" a los precios.

Tanto se celebraba esa absorción de pesos que el propio Javier Milei, en las redes sociales, había calificado de "datazo" el resultado de la licitación. En esa ocasión, las letras de capitalización fiscal (Lecap) se habían colocado a una tasa anualizada de 53%. Pese a ser muy alta, esa tasa no dejaba de ser una mejora respecto del 59,6% de la licitación anterior, y ni qué decir respecto del 75,6% que el Tesoro llegó a pagar en pleno pánico del mercado luego del desarme de régimen de las LEFIs que le daban refugio "overnight" a la liquidez bancaria.

Pero esta vez, nadie dijo que la licitación era un "datazo". La licitación se realizó al día siguiente del encuentro entre Milei y su colega estadounidense, Donald Trump, y en la misma jornada en la que el secretario del U.S. Treasury, Scott Bessent, volvía a "comprar pesos" para transmitir calma al mercado.

Aun con esas señales, los inversores -bancos, en su gran mayoría- prefirieron quedarse con bonos que ajustan según el tipo de cambio. No es exactamente una señal de confianza hacia el gobierno, que ha dicho de manera explícita que no habrá modificación alguna en el régimen de banda de flotación cambiaria luego de las elecciones.