Cavallo alerta por tasas altas, atraso cambiario y reglas claras pese al apoyo internacional a Milei

El texto publicado por Domingo Cavallo en su blog revisa el impacto político y financiero de las últimas semanas y expone qué decisiones considera centrales para sostener la estabilidad y reactivar la economía.

Según el economista, el apoyo público de Donald Trump y de Michael Bessent a Javier Milei, sumado al resultado electoral del 26 de octubre, redujo con fuerza tanto la expectativa de devaluación como el riesgo país. Ese cambio de clima —apunta— trajo tranquilidad a los mercados financieros tras los meses de mayor tensión.

No obstante, remarca que la inquietud persiste entre los sectores productivos y trabajadores que dependen del consumo interno.

Precios clave y reformas: lo urgente y lo que no moverá la aguja en el corto plazo

El exministro sostiene que para que un esquema de libre mercado genere mejoras en el bienestar se requiere no solo una inflación baja, sino también que la tasa real de interés y el tipo de cambio real surjan del equilibrio entre ahorro e inversión, y no de intervenciones "erráticas".

Aclara además que las reformas laboral y fiscal que el Gobierno intentará acordar en el Congreso, al igual que el RIGI, pueden apuntalar el crecimiento futuro, pero no tendrán impacto inmediato en la actividad ni en los precios.

El foco en los próximos meses: levantar distorsiones financieras y cambiarias

Para seguir la evolución de la inflación y de la reactivación, Cavallo enfatiza que lo relevante será cómo el Ejecutivo resuelva la actual represión financiera y cambiaria, que en su visión mantiene tasas reales demasiado altas y un tipo de cambio lejos del nivel de equilibrio.

Las señales oficiales hasta ahora, afirma, han sido "confusas", y considera que el diálogo con el FMI debería ayudar a aclarar el rumbo.

Hacia un plan integral: el rol del Presupuesto 2026 y la definición monetaria

El exministro considera deseable que cuestiones vinculadas al peso y al dólar —como convertibilidad o curso legal— se discutan junto con el Presupuesto 2026. Para él, aprobar esos temas en simultáneo permitiría cerrar "antes de 2027" un plan de estabilización consistente.

"El daño que causan las altas tasas reales (y nominales) de interés"

En un apartado específico, Cavallo describe los efectos adversos del costo del crédito. Sostiene que las tasas elevadas del tercer trimestre golpearon a familias, empresas y al propio sistema financiero debido a la suba de la morosidad.

Agrega que el financiamiento caro también alimenta la inercia inflacionaria, porque obliga a los productores a fijar precios alineados con el ritmo de los intereses para evitar pérdidas. Y reitera, además, que la única manera sostenible de reducir las tasas en pesos es bajando el riesgo país.

Reservas y cepo: por qué plantea actuar sin demoras

Cavallo considera que el atraso cambiario es producto de restricciones a los movimientos de capitales y de tasas en niveles anómalos. Entre sus efectos, menciona el estímulo a los gastos en turismo exterior y a las importaciones que compiten con producción local.

También advierte sobre la incertidumbre que genera el cepo para empresas y lo que podría ocurrir cuando se elimine.

El economista señala que la mayoría de los especialistas —y el staff del FMI— recomiendan un programa explícito de acumulación de reservas. Si bien reconoce que el Gobierno intenta evitar que esa estrategia presione el tipo de cambio o la inflación, él sostiene que es mejor comenzar pronto.

Cavallo propone combinar levantamiento total del cepo, compra de reservas y una prohibición legislativa futura de imponer controles de capitales, habilitando al mismo tiempo el uso pleno del dólar. Esa arquitectura, dice, permitiría un sistema bimonetario similar al de Uruguay o Perú.

Un escenario posible para 2027

Para Cavallo, un camino de este tipo —respaldado por el FMI y Estados Unidos— facilitaría una baja sostenida de la inflación y evitaría nuevas crisis. Con estabilidad en marcha, argumenta, la economía podría reactivarse más rápido y generar mejores condiciones para consensuar las reformas estructurales hacia adelante.