El asado fue el producto que más aumentó y multiplicó por cinco a la inflación de noviembre
El panorama económico argentino sigue siendo un desafío constante para el poder adquisitivo, y las cifras de inflación de noviembre encendieron las alarmas al confirmar una aceleración en el índice general. El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) difundió este jueves un Índice de Precios al Consumidor (IPC) del 2,5%, el valor mensual más alto registrado en los últimos seis meses, consolidando una tendencia de incremento sostenido en el último tramo del año. Sin embargo, detrás de esta cifra promedio, existe un componente que se disparó de forma dramática, ejerciendo una presión inusitada sobre la canasta básica y golpeando de lleno una tradición ineludible en la mesa familiar argentina: la carne vacuna.
En ese sentido el precio del asado, el corte más popular de los que se comercializan en el país, tuvo un salto que no se observaba desde hace mucho tiempo y el kilo cerró el mes en $13.304, lo que representa un incremento de casi $2.000 respecto del valor de octubre, cuando se ubicaba en $11.775. En términos porcentuales, la suba fue de un impresionante 13% en apenas 30 días.
De esta manera, el aumento de la carne quintuplicó el movimiento promedio de precios, demostrando que la distorsión inflacionaria sigue vigente y afecta de manera desproporcionada a productos sensibles. La fuerza detrás de este furor de precios reside, en parte, en la necesidad de los productores de recomponer los valores tras un período de atraso en el precio de la hacienda en pie, y en la fuerte demanda interna que comienza a competir con la exportación.
Qué pasará con el precio de la carne vacuna para las Fiestas
El brutal incremento del 13% no solo impacta en la realidad inmediata, sino que sienta un precedente sombrío para el mes de diciembre. Históricamente, la demanda por cortes de carne se dispara en las semanas previas a las Fiestas de Navidad y Fin de año, un factor estacional que siempre ejerce una presión adicional sobre los precios. Los analistas del sector ganadero y los operadores de mercado anticipan que la tendencia alcista continuará.
Existe una alta probabilidad de que los precios de los cortes parrilleros sufran una nueva suba que podría oscilar entre el 8% y el 12% antes de la última semana del año. De concretarse este pronóstico, el kilo de asado podría superar la barrera de los $14.500 e incluso acercarse a los $15.000 en los principales centros de consumo. De esta manera, un asado familiar para seis personas, que requiere unos tres kilos de corte, implicaría un desembolso superior a los $45.000, solo en carne, sin contar el resto de la mesa festiva.