• 18/12/2025
ALERTA

El BCRA cambió la regla del dólar y ahora todos miran el techo: qué puede pasar desde enero

El Central modificó el ajuste de las bandas cambiarias y formalizó un plan de acumulación de reservas. El mercado celebra, pero sigue de cerca temas claves
18/12/2025 - 11:51hs
dolar reservas

El dólar oficial opera este jueves 17 de diciembre a $1475, en la pizarra del Banco Nación. En el segmento mayorista, la divisa se negocia a $1450. En cuanto a los dólares financieros, el contado con liquidación se vende $1556 (+0,1%), y el MEP se ubica a $1514 (+0,2%). Por último, en el segmento informal, el blue se negocia, a $1500.

El dólar volvió a quedar en el centro de la escena financiera, incluso varios días después del anuncio oficial realizado el lunes, que el mercado sigue leyendo como un cambio estructural relevante. No se trató solo de un ajuste técnico, sino de una redefinición del marco bajo el cual se moverá el tipo de cambio en 2026, con implicancias directas sobre expectativas, reservas y política monetaria.

La clave del anuncio no pasa por el valor puntual del dólar hoy, sino por la trayectoria que se busca construir hacia adelante. Cuando el techo de las bandas se va erosionando en términos reales, el margen de maniobra se reduce y aumenta la probabilidad de correcciones futuras. En ese sentido, el nuevo esquema apunta a evitar ese escenario antes de que se vuelva crítico.

Al mismo tiempo, el foco se desplazó hacia el "cómo" del plan oficial: cuánto puede comprar el Banco Central sin forzar el mercado, qué rol jugará la demanda de dinero y qué instrumentos se utilizarán para manejar la liquidez. La estrategia busca combinar previsibilidad con flexibilidad, en un contexto donde el mercado exige señales claras y consistentes.

Con el anuncio ya digerido en lo inmediato, la atención ahora está puesta en la implementación. El nuevo marco promete ordenar expectativas y reforzar reservas, pero también deja abiertas preguntas sobre inflación, ritmo del ancla nominal y la capacidad de sostener el equilibrio sin sobresaltos.

El nuevo esquema de bandas y el fin del sesgo apreciatorio

Desde Portfolio Personal Inversiones señalaron que el cambio más relevante es la recalibración del ritmo de ajuste de las bandas cambiarias. A partir de 2026, tanto el techo como el piso comenzarán a actualizarse según el último dato de inflación mensual publicado por el INDEC con rezago, reemplazando el ajuste fijo del 1% mensual que regía hasta ahora.

Los expertos de la sociedad de bolsa explicaron que este cambio elimina el sesgo apreciatorio en términos reales del esquema previo. Al ajustar las bandas por inflación pasada, el tipo de cambio deja de quedar "pisado" frente a una dinámica inflacionaria que, especialmente en los precios no transables, venía licuando el techo real.

Sus analistas apuntaron que este nuevo mecanismo permite una depreciación real gradual, ya que las bandas no se actualizan por la inflación de los socios comerciales. Dado que la inflación promedio de Brasil, China, la zona euro y Estados Unidos es muy baja, el techo del tipo de cambio real multilateral tendería a subir, corrigiendo parte del atraso acumulado.

Para Max Capital, el objetivo implícito del nuevo esquema es que las bandas se vuelvan eventualmente abstractas. En su visión, un régimen de bandas solo puede funcionar de manera estable si deja de ser un límite operativo permanente y pasa a actuar como un marco de referencia que el mercado rara vez toca.

Reservas, remonetización y compras sin forzar el mercado

Desde PPI detallaron que el Banco Central pondrá en marcha un programa de acumulación de reservas alineado con el proceso de remonetización estimado por el Gobierno. En concreto, se proyecta un aumento de la base monetaria desde niveles equivalentes al 4,2% del PBI hasta el 4,8% del PBI en 2026.

Los especialistas del bróker explicaron que, bajo ciertos supuestos de inflación y crecimiento, este proceso habilitaría compras no esterilizadas de divisas por hasta USD 10.000 millones, siempre que exista una mayor demanda real de dinero. En caso contrario, el Banco Central intervendría esterilizando pesos para evitar desequilibrios monetarios.

Uno de los puntos más relevantes del anuncio, según PPI, es el criterio operativo: el Banco Central anunció que comprará hasta un porcentaje del volumen diario operado en el mercado cambiario, y no un monto fijo. Esto permite que las compras se adapten automáticamente a la profundidad del mercado, reduciendo el riesgo de presiones artificiales sobre el tipo de cambio.

Para Max Capital, esta limitación es clave. Sus analistas remarcaron que las compras estarían condicionadas a la liquidez del mercado y a la demanda de dinero, y que el esquema contempla también operaciones en bloque, lo que agrega flexibilidad para ejecutar compras puntuales sin generar ruido en el mercado.

El anuncio y los hechos: compras del Tesoro y reacción del mercado

Desde PPI señalaron que la comunicación de la nueva fase coincidió con compras significativas del Tesoro en el mercado oficial, realizadas mediante operaciones en bloque. Este dato fue leído como una señal concreta de que el cambio de discurso viene acompañado de acciones alineadas con el objetivo de acumular reservas.

Los expertos del bróker detallaron que el Tesoro viene realizando compras sostenidas desde mediados de noviembre, proceso que se intensificó en las últimas semanas. Estas operaciones estuvieron impulsadas por flujos financieros asociados a colocaciones, liquidación de la cosecha de trigo y un aumento estacional de la demanda de pesos.

Para Max Capital, el anuncio fue bien recibido porque aporta mayor claridad sobre la intención oficial de acumular reservas, una de las principales demandas de los inversores. En su análisis, el ajuste es moderado pero positivo, ya que corrige un techo que iba camino a volverse demasiado exigente en términos reales.

Desde PPI agregaron que, tras el anuncio, los dólares financieros mostraron subas, reflejando que el mercado comenzó a recalibrar expectativas. El movimiento dejó en evidencia que el nuevo esquema mejora el panorama de mediano plazo, aunque también reordena precios en el corto.

Las dudas que siguen abiertas: inflación, liquidez y ejecución

Para PPI, el anuncio representa un giro positivo, pero no exento de interrogantes. Recalibrar un esquema que llevaba implícita una apreciación real y asumir un compromiso explícito con la acumulación de reservas fue bien recibido por el mercado, aunque la consistencia entre el techo de la banda y el ritmo de compras será clave.

Los analistas del bróker advirtieron que el nuevo esquema plantea una pregunta relevante: si el mayor ritmo de ajuste del techo, combinado con la intervención del Tesoro en el mercado oficial, podría ralentizar el proceso de desinflación, dado que el tipo de cambio pasa a moverse a un ritmo mayor como ancla nominal.

Desde Max Capital, la mirada coincide en la dirección, pero pone el foco en la implementación. Sus especialistas señalaron que es positivo alejarse de bandas muy estrechas, pero todavía no está claro cómo se materializarán las compras de reservas ni en qué magnitudes efectivas, ya que el esquema está sujeto a condiciones estrictas.

En su escenario base de balanza de pagos, Max Capital considera factible una acumulación de reservas más moderada, consistente con un escenario sin cambios significativos en la demanda de dinero. Una acumulación adicional sería posible si esa demanda creciera más de lo previsto, aunque requeriría un mayor nivel de endeudamiento externo y un rollover pleno de los vencimientos de 2026.

Las proyecciones de bandas y el nuevo mapa del dólar

Desde PPI explicaron que, bajo el nuevo ajuste por inflación y utilizando las expectativas del REM, el techo de la banda en términos reales mostraría una trayectoria más favorable que bajo el esquema previo. En comparación, el régimen anterior habría implicado una apreciación real adicional del tipo de cambio.

Los analistas del bróker subrayaron que el cambio de régimen mejora la posición relativa del techo, aunque recordaron que los niveles originales de comienzos de 2025 eran más elevados. Este punto sirve como referencia para dimensionar cuánto se había comprimido el margen real antes del anuncio.

Para Max Capital, este es el núcleo del debate cambiario. La inflación local, en especial en los precios no transables, venía licuando el techo real y hacía cada vez más probable una corrección. El nuevo mecanismo permite una depreciación real lenta, alineada con la inflación global, con la expectativa de que eso alcance para estabilizar el esquema.

En conjunto, ambos equipos coinciden en que el futuro del dólar dependerá menos de un salto discreto y más de dos pruebas concretas: la capacidad de acumular reservas sin distorsionar el mercado y la convivencia entre el nuevo ancla cambiaria y la desinflación. El anuncio del lunes dejó una señal fuerte; ahora, el mercado espera que la ejecución la transforme en credibilidad.

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