Qué explica la suba de la carne en las últimas semanas y qué puede pasar con los precios
El mercado ganadero atraviesa un nuevo movimiento de precios que vuelve a poner en foco la relación entre la hacienda, la carne y el consumo. De acuerdo con un informe reciente de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), los valores venían mostrando un retraso frente a otros eslabones de la cadena, una brecha que comenzó a corregirse en las últimas semanas.
Hacia mediados de noviembre, la diferencia respecto del precio de la hacienda en pie —e incluso frente a la carne mayorista— reflejaba un atraso estimado de entre 10 y 15 puntos porcentuales. Ese desfasaje empezó a achicarse con las subas más recientes.
El precio del novillito acelera y marca nuevos valores
Durante el último mes, y tomando como referencia los promedios de la semana pasada, el valor del novillito liviano en el Mercado Agroganadero (MAG) registró un incremento cercano al 10%, al pasar de $4.000 a $4.400 por kilo vivo.
La tendencia también se replicó en el precio en gancho. Según datos del Centro de Consignatarios Directos de Hacienda (CCDH), esa categoría avanzó un 7,5%, al subir de $7.000 a un promedio de $7.525 por kilo.
Escasez de animales y cambios productivos
Desde la BCR señalaron que el ajuste responde a una combinación de factores de fondo y coyunturales.
"Detrás de esta suba en el precio de la hacienda existen factores estructurales de escasez de animales, a los que se suman ciertos cambios en la dinámica productiva que también impactan —de manera transitoria— sobre el nivel de oferta disponible", explicó la entidad.
Uno de los elementos centrales es el comportamiento del ternero, que enfrenta una oferta limitada frente a una demanda firme. "Dentro de los factores estructurales, el principal es sin duda el precio del ternero que, si bien suele reflejar una menor disponibilidad estacional para esta época del año, actualmente presenta una oferta anual limitada frente a una demanda sostenida. Esto ha llevado a que sus valores se ubiquen en niveles históricos", agregó el informe.
A ese escenario se suman las buenas condiciones forrajeras de la primavera, que favorecen la retención de animales livianos en los campos y reducen la salida al mercado.
¿Un anticipo del ciclo habitual?
La BCR también advirtió que podría estar produciéndose un corrimiento temporal en la estacionalidad de la oferta.
"Más allá de la tensión estructural existente entre la disponibilidad de hacienda —afectada por la retracción del stock ganadero registrada en los últimos años— y la sólida demanda internacional que exhibe el mercado de carnes, podría estarse configurando un cambio transitorio en la estacionalidad de la oferta de animales para faena", agrega el informe.
Según el análisis, las subas actuales podrían estar adelantando movimientos que normalmente se observan hacia el segundo bimestre del año.
"El punto central consiste en evaluar si los eslabones intermedios podrán seguir amortiguando los aumentos en el precio de la hacienda, evitando un traslado prematuro al consumidor que afecte negativamente el ritmo de ventas en un momento sumamente sensible para sector comercial", concluyó la BCR.
¿La suba de la hacienda llegó a las carnicerías?
Por el momento, el aumento no se reflejó con fuerza en los mostradores. De acuerdo con LCG, durante la tercera semana de diciembre los precios de la carne se mantuvieron estables. No obstante, un relevamiento de Analytica indicó que, en el promedio de las últimas cuatro semanas, el rubro carnes y derivados acumuló una suba del 4,8%.
La mirada de la Sociedad Rural
Desde la Sociedad Rural Argentina aportaron una lectura más amplia del fenómeno. En un informe reciente, atribuyeron el encarecimiento de la hacienda a la convergencia de factores climáticos, productivos, logísticos y biológicos, en un contexto definido como de "profunda transición" para la actividad.
El documento remarca que no se trata de un salto aislado, sino del reordenamiento de un mercado que durante varios años quedó rezagado frente a la inflación. Según el análisis, las políticas aplicadas entre 2019 y 2023 desalentaron la producción y hoy comienzan a evidenciarse sus consecuencias.
La entidad sostuvo que la oferta actual responde a decisiones que frenaron la inversión, mientras la demanda —tanto local como externa— se consolidó y la estacionalidad limitó la disponibilidad de animales.
"El nuevo marco político devolvió señales claras al mercado, pero la ganadería tiene tiempos biológicos que no pueden acelerarse. La recomposición llevará entre 2 y 4 años. Los precios de hoy marcan el comienzo de un nuevo ciclo, no su final", concluyó la Sociedad Rural