MERCADO CAMBIARIO

El plan secreto de Caputo para recomprar u$s10.000 millones que puede tensar (o calmar) al dólar

El cambio de fase abre una apuesta doble: sumar hasta u$s10.000 millones de reservas sin disparar el tipo de cambio. Qué mira la City para creerle.
Por Marcos Phillip
ECONOMÍA - 23 de Diciembre, 2025

El dólar oficial opera este martes 23 de diciembre a $1475, en la pizarra del Banco Nación. En el segmento mayorista, la divisa se negocia a $1450. En cuanto a los dólares financieros, el contado con liquidación se vende $1.535 ( 0,4%), y el MEP se ubica a $1.486 ( 0,4%). Por último, en el segmento informal, el blue se negocia, a $1505.

El cierre del año dejó una señal inequívoca para el mercado: el programa económico entró en una etapa de ajustes finos, con el dólar y las reservas otra vez en el centro del tablero. Tras semanas de debate sobre la consistencia del esquema de bandas, las autoridades redefinieron piezas clave del régimen cambiario y monetario, y la City volvió a recalcular escenarios con mayor cautela.

El cambio no llegó en el vacío. Se dio después de una colocación de deuda en dólares que no colmó expectativas y en un contexto en el que el tipo de cambio se movía sin el "shock" optimista que muchos esperaban tras el resultado electoral. En paralelo, la inflación de los últimos meses empezó a tensionar los supuestos con los que se venían valuando los activos financieros.

En la práctica, la nueva hoja de ruta propone dos ideas que en Argentina suelen chocar: acumular reservas sin desordenar el precio del dólar y, al mismo tiempo, evitar que el tipo de cambio real siga perdiendo competitividad. La forma de instrumentarlo abre preguntas sobre cuánto margen habrá para comprar divisas y cómo se moverá el tipo de cambio dentro de la banda.

Con esas señales, se reordenaron las expectativas de inflación, tasas e incluso del dólar esperado para 2026. Y el punto crítico, según coinciden los análisis privados, será la velocidad con la que entren dólares financieros y se normalice el mercado, porque de eso depende que la recomposición de reservas no empuje al tipo de cambio hacia el techo del esquema.

Reservas: el plan para recomprar dólares sin "pisar" el mercado

Desde Ecolatina señalaron que la nueva etapa —definida como una Fase de Remonetización— incluye un programa formal de recomposición de reservas a partir del 1° de enero de 2026, atado a la evolución de la demanda de dinero y a la liquidez del mercado cambiario. La idea central es que el Banco Central acumule divisas de manera consistente con un mercado que no quede "seco" ni sufra saltos por intervención excesiva.

Los expertos de la consultora explicaron que el escenario base supone que la Base Monetaria pase del 4,2% del PBI al 4,8% en diciembre de 2026, una expansión que se traduciría en compras por alrededor de u$s10.000 millones, con un potencial adicional si la relación base-producto se elevara aún más. En ese esquema, la acumulación de reservas no es un objetivo aislado, sino una consecuencia de una economía que demande más pesos.

Para Mega QM, el punto clave es que el mercado venía mirando este capítulo como la pieza que faltaba. Sus analistas apuntaron que ahora se explicita una referencia de compras para 2026, pero que la cifra es indicativa y no automática, ya que depende tanto de la recuperación de la demanda real de dinero como del volumen operado en el mercado de cambios.

Los especialistas del bróker detallaron que el límite operativo también funciona como señal de prudencia: las compras diarias no deberían exceder una porción acotada del volumen negociado, para evitar que la intervención oficial se transforme en una presión directa sobre el dólar. Ese diseño explica por qué el interrogante sigue abierto: ¿es posible sumar reservas sin empujar el tipo de cambio al alza?

Bandas y crawling: por qué el "techo" del dólar cambió de dinámica

Desde Mega QM señalaron que la recalibración del esquema de bandas llega después de que el mercado detectara una inconsistencia creciente. Con un techo que subía a ritmo fijo y expectativas de inflación más altas, el tipo de cambio real tendía a apreciarse, generando dudas sobre la sostenibilidad del esquema.

Para Ecolatina, el rediseño apunta a corregir ese problema. A partir de ahora, las bandas se ajustarán mensualmente según el último dato de inflación publicado, lo que cambia de manera sustancial el ritmo de deslizamiento esperado para el tipo de cambio y redefine el mapa de precios relativos de cara a 2026.

Los expertos de la consultora explicaron que esta indexación permite que el techo de la banda deje de atrasarse en términos reales e incluso gane competitividad en el margen, dependiendo también de la inflación de los socios comerciales y del contexto internacional. En ese sentido, el foco deja de estar solo en el nivel nominal del dólar y pasa al tipo de cambio real.

Sus analistas advirtieron, sin embargo, una contracara relevante: el dólar deja de funcionar como ancla nominal del programa, lo que introduce un componente inercial en la dinámica de precios. Como resultado, el proceso de desinflación podría volverse más lento, aun cuando se evite un atraso cambiario pronunciado.

Remonetización, expectativas y tasas: el mercado recalcula el "dólar esperado"

Para Mega QM, el cambio de reglas impacta de lleno en la formación de expectativas. Sus especialistas explicaron que, bajo el esquema previo, el mercado empezaba a poner en precios un ajuste cambiario implícito, pero sin claridad sobre su timing ni magnitud. La nueva señal apunta a ordenar ese proceso, aunque no elimina la incertidumbre.

Los analistas del bróker destacaron que la remonetización es una pieza central del esquema. Comprar USD 10.000 millones implicaría una inyección de pesos equivalente a unos $15 billones, una magnitud relevante frente al tamaño actual de la Base Monetaria, cuyo impacto dependerá de cómo se distribuya esa liquidez en el sistema.

Desde Ecolatina señalaron que, más allá del diseño técnico, lo verdaderamente determinante será el equilibrio del tipo de cambio dentro de la banda, donde interactúan oferta, demanda y expectativas. En ese marco, la acumulación de reservas tiene una condición explícita: evitar presiones alcistas, lo que deja margen para una implementación flexible y no mecánica.

Para Mega QM, el primer efecto ya se vio en precios: subió el dólar esperado, se recalibraron expectativas de inflación y la tasa nominal de equilibrio se movió al alza. Al mismo tiempo, remarcaron que las tasas reales más bajas ayudan al arbitraje con la curva en dólares y contribuyen a seguir reduciendo el riesgo país.

Dólar, riesgo país y flujo financiero: la condición para que el plan no choque con el techo

Desde Ecolatina explicaron que el gran interrogante es la compatibilidad entre dos objetivos simultáneos: recomponer reservas y sostener el techo de la banda cambiaria. La demanda adicional de dólares —del Banco Central, de empresas y de personas— puede tensionar a un tipo de cambio que ya se mueve cerca del límite superior.

Los expertos de la consultora detallaron que, tras el anuncio, se observaron cambios en la operatoria del Tesoro en el mercado de cambios, con compras iniciales de divisas y luego ventas para contener la cotización. Esa dinámica permitió que el dólar se mantuviera estable durante varias ruedas, aun con volúmenes elevados, mientras el mercado digería la nueva señal oficial.

Para Mega QM, la transición hacia una etapa más estable exige dos condiciones claras: certezas sobre el pago de los vencimientos de deuda de enero y un inicio ordenado del programa de compras de dólares. Solo con esas señales, sostienen, podría abrirse una etapa de menor ruido y, más adelante, de reducción gradual de expectativas inflacionarias.

Desde Ecolatina señalaron que, para que el escenario base se consolide, el Riesgo País debe seguir bajando y habilitar el regreso del Tesoro al mercado de capitales en 2026. A eso deberían sumarse dólares por la Cuenta Financiera, el aporte del sector agropecuario y eventuales inversiones. En definitiva, qué pasará con el dólar dependerá menos de la regla escrita y más de la capacidad del esquema para atraer dólares sin empujar el tipo de cambio contra el techo.

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