• 29/12/2025
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Dólar bajo control, inflación a la baja y compra de reservas: el BCRA definió sus metas para 2026

El Central se refirió al esquema de bandas, habló de la competencia de monedas, del cepo para las empresas y el acceso a los mercados de deuda
29/12/2025 - 19:47hs
Dólar bajo control, inflación a la baja y compra de reservas: el BCRA definió sus metas para 2026

El Banco Central de la República Argentina (BCRA) dio a conocer sus Objetivos y Planes para 2026, un documento estratégico en el que fija como prioridades la continuidad del proceso de desinflación, la estabilidad financiera y el fortalecimiento sostenido de las reservas internacionales.

También se refirió al levantamiento del cepo a las empresas y dijo que dependerá en parte del nivel de acceso a los mercados financieros de deuda.

La hoja de ruta oficial apunta a consolidar una economía remonetizada, más inclusiva y con mayor profundidad financiera, apoyada en la transformación digital y la innovación del sistema de pagos.

Según el organismo que conduce Santiago Bausili, el escenario macroeconómico actual permite extender el horizonte de planificación más allá del corto plazo. En ese marco, el Central busca profundizar los avances logrados desde 2024, con énfasis en la coordinación fiscal con el Tesoro, la eliminación definitiva de los pasivos remunerados y la normalización de la liquidez monetaria, pilares considerados indispensables para sostener una inflación baja y un balance externo más robusto.

"Durante el 2026, el BCRA desarrollará sus políticas guiado por los objetivos principales del programa de estabilización económica: avanzar en el proceso de desinflación, extender el horizonte de estabilidad financiera y sentar las bases para un crecimiento económico sostenido. Los avances logrados desde 2024, en coordinación con el Tesoro Nacional, permitieron eliminar la dominancia fiscal y financiera, resolver el exceso de liquidez monetaria (overhang) heredado y sanear el balance del BCRA", señala.

El informe define esta etapa como un proceso de remonetización compatible con el crecimiento de la actividad productiva, sustentado en la credibilidad institucional, la flexibilidad cambiaria y un entorno fiscal con menor presión sobre la política monetaria.

Política monetaria: sesgo contractivo y control de agregados

En materia monetaria, el BCRA ratificó una orientación contractiva, con un rol central asignado al control de los agregados monetarios. La expansión de la oferta de dinero acompañará de manera gradual la recuperación de la demanda, pero dentro de márgenes estrictos compatibles con la estabilidad de precios.

Desde el 1 de enero de 2026, el Central implementará un programa preanunciado de compras de reservas internacionales, diseñado para abastecer la remonetización sin generar una expansión excesiva de la base monetaria. La política será calibrada en función de la evolución de la inflación, la actividad económica y las condiciones financieras, variables clave para la demanda de dinero.

Mientras la inflación doméstica se mantenga por encima de la internacional, el organismo mantendrá el sesgo contractivo, intensificando el uso de instrumentos tradicionales como operaciones de mercado abierto y repos, con tasas alineadas a los valores del mercado secundario de LECAPs. Además, el BCRA retomará la publicación trimestral del Informe de Política Monetaria, reforzando su compromiso con la transparencia.

Encajes, reservas y balance externo

El Central también continuará con la normalización de la política de encajes bancarios, reconociendo su impacto sobre la intermediación financiera. "Cualquier modificación se realizará de forma consistente con la estabilidad de precios y la recuperación del crédito", señalaron desde la entidad.

En cuanto a las reservas, se mantendrá un esquema de compras programadas de divisas en el mercado de cambios, con una participación inicial equivalente al 5% del volumen diario operado, ajustable según el crecimiento de la demanda de dinero. Frente a episodios de volatilidad, el BCRA se reserva la posibilidad de realizar compras en bloque para estabilizar el mercado.

El comunicado oficial subraya que este proceso estará acompañado por la recuperación del acceso del Tesoro a los mercados internacionales de deuda, lo que permitiría refinanciar vencimientos sin utilizar reservas. "De este modo, el flujo de compras se traducirá en un aumento genuino del stock de reservas internacionales", indicó la autoridad monetaria.

Régimen cambiario y bandas móviles

Al referirse al dólar, para 2026 el régimen cambiario seguirá operando bajo un esquema de flotación administrada con bandas móviles. A partir de enero, los límites de la banda se ajustarán mensualmente en función del último dato de inflación del Indec, con un rezago de dos meses. Estas bandas actuarán como amortiguador frente a movimientos bruscos del tipo de cambio, habilitando la intervención del BCRA en los extremos si las condiciones de mercado lo requieren.

"El mercado de cambios continuará operando bajo un régimen de flotación entre bandas. A partir del 1 de enero de 2026, el techo y el piso de la banda de flotación cambiaria evolucionarán cada mes al ritmo correspondiente al último dato de inflación mensual informado por INDEC (es decir con rezago de dos meses, t-2). Las bandas de flotación cambiaria seguirán cumpliendo la función de limitar el riesgo de movimientos extremos y abruptos en el tipo de cambio", señaló el BCRA

Sistema financiero: crédito en expansión

Desde la perspectiva del Central, el sistema financiero argentino llega a 2026 con niveles sólidos de solvencia, liquidez y capitalización. El crédito al sector privado se duplicó respecto de los mínimos de 2024 y, al cierre del tercer trimestre de 2025, el saldo real de préstamos creció 63,4% interanual. El segmento hipotecario también mantiene una tendencia ascendente, con cerca de 172.000 deudores a septiembre de 2025.

Las proyecciones oficiales anticipan que la intermediación financiera continuará expandiéndose, impulsada por márgenes operativos favorables y un entorno macroeconómico más estable, lo que facilitará el acceso al financiamiento para empresas y familias.

Pagos digitales y competencia de monedas

En el eje de innovación, la agenda 2026 prioriza la consolidación de Transferencias 3.0, sistema que ya posicionó a los pagos inmediatos y con QR como instrumentos dominantes en el segmento minorista, representando cerca del 95% del PBI en 2025. El objetivo es avanzar hacia la interoperabilidad plena entre pagos con tarjetas en pesos y dólares, promoviendo la competencia de monedas y ampliando la inclusión financiera.

"El fortalecimiento de la confianza en el peso y la flexibilidad para la utilización del dólar facilitará el desarrollo de una competencia plena entre monedas. De esta manera, se podrá esperar que la intermediación financiera con el sector privado siga ampliándose tanto para sectores no-transables como transables. Junto con el avance de la inversión en el marco del RIGI, se espera que la mayor intermediación contribuya a la capacidad de expansión de la actividad económica", detalló.

También se prevé el desarrollo de nuevas modalidades de pagos con transferencia y la implementación de instrumentos electrónicos para el cobro de préstamos, con mayores estándares de seguridad. En paralelo, continuará el despliegue del Sistema de Finanzas Abiertas (SFA) y se ampliarán los programas de educación financiera a través del Campus BCRA y acuerdos con provincias.

Reformas y levantamiento gradual del cepo para empresas

El marco institucional diseñado para 2026 señala que la efectividad de estas políticas se potenciaría con la aprobación de reformas estructurales, como la modernización laboral, el alivio tributario y el fortalecimiento institucional. Según el BCRA, estas medidas facilitarían la remonetización, impulsarían la productividad y sostendrían el crecimiento, el empleo y la reducción de la pobreza.

Finalmente, el organismo anticipó que, a medida que se consolide el fortalecimiento externo y el acceso a los mercados, será posible avanzar de forma gradual en el levantamiento de restricciones aún vigentes, como el pago de dividendos y de deudas comerciales previas a 2025.

En concreto, el BCRA se refirió a la flexibilización del cepo para empresas, que dependerá en parte del nivel de acceso a los mercados internacionales de deuda. "A fin de preservar las condiciones de estabilidad financiera, durante el próximo año el BCRA continuará calibrando su política macro- y micro-prudencial para adaptarla a las particularidades del contexto local, en línea con las mejores prácticas internacionales en la materia. En la medida que se observen progresos en el fortalecimiento del equilibrio en el mercado cambiario y un acceso fluido a mercados externos por parte del Tesoro, BCRA podrá considerar oportuno continuar flexibilizando las restricciones cambiarias que persisten sobre stocks de dividendos y pago de deudas comerciales previas al 2025", concluyó.

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