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Banco Ciudad emite bonos por $3.000 millones y marca el regreso de las entidades al mercado de deuda

Así logran fondearse a largo plazo y evitar tener que salir a pagar tasas desorbitantes para captar plazos fijos, en un mercado cada vez menos líquido
19/10/2018 - 09:21hs
Banco Ciudad emite bonos por $3.000 millones y marca el regreso de las entidades al mercado de deuda

Después de seis meses de estar prácticamente paralizado, el mercado de deuda comienza a mostrar signos de reactivación. El que da el puntapié inicial es el Banco Ciudad, que saldrá al mercado con un bono atado a UVA a 24 meses y otro a Badlar a 12 meses, con los que espera captar un total de hasta 3.000 millones de pesos.

En la city ya anticipan que en los próximos días otras entidades seguirán los pasos del banco porteño para fondearse a largo plazo y reducir el riesgo inflacionario de sus carteras de préstamos UVA.

En rigor, la obligación negociable (ON) atada a UVA tendrá un plazo de 24 meses (es el mínimo permitido por el BCRA), pagará intereses trimestrales y amortizará el 25% en los últimos 4 trimestres.

El bono Badlar también pagará intereses cada tres meses, y será bajo la modalidad bullet, con lo cual amortizará en una sola cuota al vencimiento, en el mes 12. Fuentes cercanas a la operación calculan que pagará entre 7,5 y 8 puntos por encima de la indexación.

Si bien las operaciones se liquidarán por Euroclear, no esperan que haya mucha participación de inversores extranjeros porque el precio del dólar les quita algo de atractivo. "Se podrá captar todos los pesos que fueron quedando de otras emisiones que no salieron", comentaron las fuentes.

Los que llevarán adelante la colocación junto con el Ciudad son Banco Galicia, ICBC, Balanz Capital y Macro Securities y recibirán ofertas hasta las 16. Como en anteriores colocaciones, con la diversificación de las fuentes de fondeo el Ciudad busca ampliar el financiamiento a las pymes, que representan el 90% de su cartera de empresas, y a las familias a través de créditos hipotecarios.

"No me extrañaría que salgan más bancos a emitir deuda en UVA porque así machean sus balances y se cubren del riesgo de inflación. Todos los bancos tienen descalce de plazo, de moneda, de tipo de ajuste y así en parte los reducen", comentó Gustavo Neffa, socio y director de Research for Traders.

Otro factor que motiva a los bancos a salir a emitir deuda en UVA o Badlar es que logran fondearse a largo plazo y evitar tener que salir a pagar tasas desorbitantes para captar plazos fijos, en un mercado cada vez menos líquido.

Ayer, de hecho, bancos llegaron a pagar hasta 65% anual por plazos fijos a 30 días a empresas de segunda línea. "Con los nuevos encajes hoy por depósitos a la vista se deja casi el 44% y el 38% por los plazos fijos. Más allá de que una parte es remunerable, casi la mitad la dejamos en el BCRA, y por eso estamos saliendo a pagar mucho por los depósitos", graficaba el jefe de la mesa de dinero de un banco local, que se preparaba para la suba de 2 puntos en los encajes a partir del próximo mes.

En abril, antes del día 25, cuando se desató la primera corrida contra del dólar -por la salida masiva de inversores extranjeros de las Lebac-, se habían colocado 31 obligaciones negociables por un total de $30.414 millones. Más de la mitad de esos fondos fueron emitidos por el sistema financiero: el Santander, el Galicia, el Macro y la financiera Tarjeta Naranja, colocaron un total de $16.470 millones con ON a tasa fija y atada a Badlar, a plazos de entre 15 meses y 37 meses.

Después de abril, con un mercado local mucho más agitado e inversores externos con menos aversión a activos emergentes, la cifra se pinchó a menos de $370 millones mensuales, con colocaciones puntuales de alguna ON pymes o un Valor de Corto Plazo (VCP). Justamente el último que intentó salir al mercado fue el Banco Ciudad, que planeaba emitir un bono internacional por hasta u$s500 millones en pesos a 6 años y el 26 de abril envió un comunicado a la Bolsa de Comercio para anunciar que suspendía la emisión.

Hoy, según BAE, después de las 16 se verá qué tan grande es el apetito de los inversores por activos atados a la inflación y a la tasa de interés, y cuánto están dispuestos a pagar los bancos por conseguir fondos frescos a largo plazo.

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