Fue casi un visto y no visto, pero suficiente para que Microsoft se pusiera por delante de Apple en lo que a capitalización bursátil se refiere y le arrebatara el primer puesto entre las compañías más valiosas del mundo -algo que no sucedía desde 2009-.

Aunque duró tan solo unos minutos, el valor en bolsa del diseñador del iPhone alcanzó los u$s809.600 millones, casi u$s2.000 millones por debajo de los 811.460 que marcaba la cotización del creador de Windows alrededor del mediodía en Wall Street. No obstante, hacia el final de la sesión, Apple sobrepasó a Microsoft y amplió de nuevo la distancia en el parqué con la firma de Seattle.

Desde que las acciones de Apple alcanzaron los 232 dólares a principios de octubre -el precio más elevado de su historia-, se desploman en torno a un 27%, hasta la zona de los 170 dólares. La rentabilidad anual está próxima a cero y la recomendación de consenso de los 40 analistas que siguen a la compañía estadounidense es un comprar que roza el mantener, una recomendación que se ha venido deteriorando desde comienzos de 2018.

En cambio, la trayectoria de Microsoft en el parqué es muy diferente: avanza en torno a un 25% desde enero, vuelve a acercarse a sus máximos anuales en los 115 dólares y recibe un consejo de comprar, según el consenso de analistas que siguen a la firma -su mayor nivel de recomendaciones favorables del último lustro-.

Los frentes abiertos se acumulan en la sede de Apple en California: el litigio con Qualcomm en los tribunales por el uso de patentes, el recorte en las estimaciones de beneficios de algunos de sus mayores proveedores, que el mercado asoció enseguida a una expectativas de ventas más exigua, y la languidez del mercado chino, menos hambriento de iPhone que en otras ocasiones.

"Los analistas de Wall Street han expresado preocupación porque la desaceleración en las ventas totales de teléfonos inteligentes haga más difícil a Apple mantener la cuota de mercado de los smartphone conforme la gente pospone la compra de estos teléfonos, generalmente más caros", explica Toni Sacconaghi, analista de Bernstein.

"Eso, a su vez, podría dañar el crecimiento de la división de servicios de Apple [como Music y iCloud]", añade el experto. Unos dos tercios de los 1.300 millones de aparatos de Apple que se usan en el mundo son iPhone, según informan desde Reuters, y un 14% de los ingresos totales de la compañía proceden de su negocio de servicios, un 8,5% más que en 2015.

Apple presentó un beneficio neto de 12.140 millones de euros en el trimestre que va de julio a septiembre, lo que supuso un 33% más que en el mismo periodo del año anterior. Sin embargo, la firma que preside Tim Cook sorprendió a los inversores con una previsión de ventas inferiores a las esperadas para la temporada navideña.

A eso hay que sumarle el desplome en bolsa de algunos de sus mayores proveedores, como Lumentum, Japan Display y IQE, tras anunciar sendos profit warnings, lo que ha hundido aún más el precio de la acción de Apple en dos meses.

El precio de los modelos más recientes de la firma estadounidense, los iPhone XS y XR, no son un impedimento para los usuarios más leales de Apple, pero está cada vez más lejos de los consumidores en mercados menos desarrollados, como India, Brasil y Rusia, en los que las compañías chinas Xiaomi, Oppo y Vivo han encontrado un nicho gracias a teléfonos que incorporan algunos de los avances del iPhone con un precio mucho más bajo.

El próximo 30 de noviembre está previsto que se ponga fecha al juicio en el que los responsables de Apple y Qualcomm se verán las caras. Qualcomm alega que Apple infringió algunas de las patentes de la compañía de semiconductores, mientras que la compañía de la manzana acusa al fabricante de microchips de romper el contrato y ser un competidor desleal.