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Luz amarilla: desde la "semana histérica" de abril se aceleró el desarme de plazos fijos en pesos

El stock de plazos fijos cayó más de $13.000 M durante el mes, lo que marca el primer número en rojo desde junio de 2018. Quiénes lideraron el desarme
07/05/2019 - 11:00hs
Luz amarilla: desde la "semana histérica" de abril se aceleró el desarme de plazos fijos en pesos

En la penúltima semana de abril, desde el lunes 22 al viernes 26, se vivieron días de histeria en la City porteña.

Apenas en dos días de operaciones, el dólar saltó 10,1% hasta coquetear con los $47 y el riesgo país volvió a la agenda de medios generalistas. Solo la intervención de la Anses, con compras de bonos, y del Nación, con ventas en el mercado de cambios, lograron aplacar los ánimos.

Sin embargo, este clima de agitación no solo se dio en activos como el dólar, acciones o bonos, sino que el contagio llegó a todo el sistema financiero. De hecho, en los cinco días de la semana se fueron 11.398 millones de pesos de los plazos fijos del sector privado, y provocaron que el stock cerrase el mes con números rojos por primera vez desde junio de 2018.

Además, al analizar en detalle los números que aporta el Banco Central, se ve que los grandes inversores fueron los que lideraron esta salida de fondos, de la cual gran parte se dolarizó. En esa semana, la peor del año en términos financieros para el Gobierno, el stock de depósitos a plazo de más de un millón se redujo $10.572 millones, lo que explica el 92,75% de la caída total.

Si bien el salto del dólar muy lejos está de generar una corrida bancaria, los números encendieron la luz de alarma en el Banco Central, y fueron determinantes para que Guido Sandleris y Nicolás Dujovne aceleren los contactos para finalmente lograr que el Fondo Monetario Internacional les permita intervenir con reservas en el mercado de cambios.

Números rojos, al compás del dólar

Con esa abrupta sangría semanal, abril cerró con una caída de $13.054 millones (1,16%) en el stock de plazos fijos privados. Esto marca la primera reducción nominal desde junio de 2018, cuando bajó $6.305 millones. En el caso de los depósitos de más de un millón, la salida fue de $11.450 millones, lo que representa el 87,7% de la caída mensual.

Un dato a tener en cuenta es que la baja nominal del stock esconde detrás una salida mayor de fondos, ya que ahí se computan los intereses que generaron los depósitos preexistentes. De hecho, si se tienen en cuenta que la tasa Badlar privados (para depósitos de más de un millón) promedió el 46,9% anual, sólo manteniendo los plazos fijos del mes anterior el stock debería haber aumentado 3,9%, que es el rendimiento mensual que pagó el banco.

En ese sentido, en la consultora Alpha, timoneada por Hernán del Villar, analizan los datos de los depósitos por semana y al flujo diario le restan la tasa de interés, de modo de conocer cuánto se renovó o se dio de baja.

Esos números muestran que después de meses de crecimiento, en la tercera y cuarta semana de febrero registraron una caída, coincidente con el salto del dólar. Luego, en marzo volvieron a ver estabilidad. Finalmente, en abril la cuenta dio negativa nuevamente debido, en gran parte, a la influencia de la última semana.

"Vemos que no crecen los nuevos depósitos. Todavía no es grave, es un comportamiento bastante inestable. Lo que sí se ve es que hay una relación entre ese movimiento y el dólar", sostiene Del Villar, en diálogo con iProfesional.

Los datos del Central coinciden con la apreciación del economista. La situación se refleja, además en la fuerte demanda de billete estadounidense, que llevó el precio al borde de los $47. En rigor, en la semana del 22 al 26 de abril los depósitos privados en dólares de más de un millón crecieron 255 millones de dólares, equivalente a poco más de $11.000 millones.

En uno de los principales bancos minoristas del país explicaron que en la semana en que saltó el dólar tuvieron más demanda de dólares de sus clientes, pero lejos de los picos de 2018. Lo mismo señalaron en otra entidad con menos capilaridad de sucursales, pero activa entre los pequeños ahorristas. "Hubo más movimiento en esos días de abril, nada llamativo, pero se estabilizó ahora", comentan desde la entidad.

La tasa pierde su encanto

Para Miguel Arrigoni, CEO de FIRST Corporate Finance Advisors, la clave es que a la hora de ahorrar el argentino piensa en dólares. "Lo que pasa es que la tasa tiene que ser positiva en término de ahorro, o sea frente al dólar, no a la inflación", explica a iProfesional.

Además, agrega, a estos niveles la tasa ya no surte efecto sobre los ahorristas. "Aunque te paguen el 70% anual, llega un punto en el que la gente ya desconfía, cree que no le van a dar el premio que le están ofreciendo", asegura.

"Si bien la cartera de los bancos son sanas, si esto se mantiene así van a empezar a tener activos tóxicos", acota Arrigoni, en relación a la mora y a la menor capacidad de pago que tienen tanto las familias como las empresas.

Del Villar, en tanto, también pone en duda la efectividad de la tasa para seducir inversores y desalentar la demanda de dólares, como piensan en el BCRA. "A esta altura se ve poca sensibilidad a la tasa de interés. No es que el banco sube tres puntos la tasa y toma más depósitos", asegura.

El economista, quien sigue de cerca todos los movimientos del sistema bancario, considera que hay otros factores más relevantes. "Que el Banco Central ahora pueda vender quizá ayuda, porque los agentes ven más poder de venta", ejemplifica.

De todas formas, la sangría de depósitos encendió alarmó al Central por el potencial impacto que puede tener sobre el dólar y no por la salud del sistema financiero. De hecho, en los bancos no hay preocupación por esta salida de fondos que, si bien rompe una racha de crecimiento nominal de 10 meses, no es tan significativa.

Un factor que muestra la ausencia de nerviosismo en la banca es que la brecha entre la tasa de la Leliq y las tasas pasivas (lo que pagan por los depósitos) se mantiene elevada. "Si estuvieran alarmados porque se les van depósitos subirían la tasa de plazos fijos, ya que tienen margen para hacerlo y no lo hacen", explican en la City. Y agregan que agregan que los niveles de liquidez de los bancos son elevados.

Justamente, achicar el spread entre la Leliq y la tasa de los depósitos fue lo que se propuso el Banco Central para que se traslade a los ahorristas el mejor rendimiento que les da a los bancos por sus letras. Además, tras el intento fallido de ampliar de 7 días a un mes el plazo de las Leliqs, las autoridades del BCRA autorizaron a que se pudiera hacer un plazo fijo en cualquier banco, sin tener que ser cliente, algo que entró en vigencia hace menos de una semana.

En los pasillos de Reconquista 266 apuntan a que esa medida efectivamente aumente la tasa que pagan los bancos y que logre tentar a los ahorristas a permanecer en pesos. Esto quizás logre algo de efecto entre los clientes minoristas, pero los números de la "semana histérica" muestran que los que realmente mueven el amperímetro son los grandes jugadores.

En los próximos meses habrá que seguir de cerca no sólo la evolución de los depósitos mayoristas, sino también qué hacen los inversores con las Lecaps u otros títulos en pesos.

En un año electoral, y con más dudas que certezas de cara a octubre, es difícil definir qué nivel de tasa en pesos puede llegar a ser más atractiva para un inversor que estar posicionado en dólares.