Gobierno redobla la apuesta a Alberto F.: dice que si gana Macri el dólar valdrá menos que ahora
"No sabe de qué está hablando. Pero independientemente de eso, nadie puede decir cuál es el precio del dólar hacia adelante porque dependerá de las elecciones. Si ganamos nosotros, seguramente el peso tenderá a apreciarse, porque habrá más inversiones tentadas con entrar a la Argentina. Pero si gana el kirchnerismo, muy posiblemente habrá un tipo de cambio sustancialmente superior al actual. Por ende, lo que dice el candidado Fernández podría ser un profecía autocumplida: si resulta gobierno, el dólar será bastante más alto, tal como él pide ahora".
La frase corre por cuenta de una altísima fuente del Gobierno que aceptó dialogar con iProfesional; y tiene que ver con el debate que comenzó el candidato del kirchnerismo sobre el tipo de cambio actual.
El valor de la divisa, que todavía transita por el camino de la pax cambiaria a pesar de estar a pocos días de la PASO, volvió al centro de la escena. Esta vez no porque se haya disparado, sino porque uno de los candidatos a presidente reflotó el debate por el futuro precio del billete verde.
Alberto Fernández disparó en un raid mediático que el valor de la divisa actual es "una ilusión óptica" y que "toda la Argentina sabe que está retrasado". No sólo eso: afirmó que el tipo de cambio debería subir (algo que él mismo propiciaría) para poder mejorar las exportaciones.
No sólo los economistas privados se sumaron a la discusión técnica sobre el tipo de cambio real (o sea descontando el efecto de la inflación), sino que el mismo equipo económico salió a redoblarle la apuesta a Alberto F.
Mientras que el candidato del Frente de Todos vaticina un dólar más alto si resulta electo -una promesa de campaña insólita en la Argentina, teniendo en cuenta que la sensibilidad del votante con la estabilidad cambiaria-, desde el Gobierno lo cruzaron.
"Si me apurás, te diría lo siguiente. En caso de que el resultado electoral sea favorable, el año que viene el dólar puede estar más abajo que ahora", sentenció una altísima fuente del Gobierno.
¿Ahora sí, el aluvión?
El "jugado" pronóstico tiene una explicación, al menos en el pensamiento oficial. "El valor del dólar tiene que ver con un tema de flujos e inversión. Y si este Gobierno es reelecto en las urnas, va a haber una fuerte presión a que se aprecie la moneda por el ingreso de capitales no solo financieros, sino también para la economía real vía las inversiones extranjeras directas", agregan.
En Casa de Gobierno admiten que la promesa de campaña del 2015 acerca del "aluvión" de inversiones nunca terminó por concretarse.
"Mejoró desde la nada que había durante el kirchnerismo, pero claramente no fue lo que esperábamos. Sin embargo, creo que si el país demuestra que apuesta una continuidad de políticas por cuatro años más, va a haber un convencimiento de que esto va en serio. Vamos a seguir siendo Argentina, con todo lo que significa para los inversores, pero nos van a creer un poco más", intentó explicar el funcionario en diálogo con iProfesional.
En el mercado financiero se manejan ciertos números con respecto al dólar según quién gane las presidenciales. Se habla de un tipo de cambio de $70 a fin de año si triunfa Alberto F. y uno de $45 (o sea sin cambios con los precios actuales) en caso de que el macrismo se mantiene en Balcarce 50.
La visión desde el elenco oficial es que el tipo de cambio no está atrasado, como dice Alberto F.. Según datos del Banco Central, por ejemplo, tras registrar una evolución relativamente estable a lo largo del segundo trimestre, el Índice de Tipo de Cambio Real Multilateral (ITCRM) bajó (o sea se apreció) en los últimos días de junio pero ya en julio volvió a depreciarse.
Este índice, que mide el precio relativo de los bienes y servicios de la economía argentina con respecto al de los de los principales 12 socios comerciales del país en función del flujo de comercio de manufacturas, se encuentra un 51% por encima del valor de noviembre de 2015.
El Gobierno ve un colchón de competitividad
Otras razones por las cuales en el Gobierno no se asustan por una hipotética presión bajista del tipo de cambio, mirando hacia adelante, serían las siguientes:
-Señalan que el tipo de cambio real es todavía 10% mejor que en 2016. Si bien parte del colchón ganado por el overshooting del 2018 se fue consumiendo, todavía hay margen.
-Además, dicen que la política que viene implementando el Gobierno tiende a aumentar la productividad y bajar el costo argentino. Esto ayuda a mejor la competitividad.
-Las exportaciones crecen desde 2016 en parte porque hay una mejora en la infraestructura. Las obras viales reducen entre un 9% y un 12% los costos de exportar. Además, la reducción del peso del Estado en la demanda genera más inversión, dicen, y todo esto por lo general modifica el tipo de cambio.
"Este Gobierno tiende a fomentar políticas que mejoran la productividad. Entonces, el tipo de cambio es un factor más pero no el único para ser competitivos. Hacia adelante, y teniendo en cuenta la capacidad ociosa que tendrá la economía, creemos que hay margen para ganancia por productividad, sin llegar a que el tema cambiario genere un cuello de botella", explican en los pasillos oficiales.
"Vas a tener una apreciación del peso en 2020 si ganamos, pero no va a ser insostenible porque se va a genera de la mano de un mejora de la competitividad", confían.
Entre los economistas privados concuerdan, en su mayoría, que el dólar actual no está retrasado. Gabriel Caamaño, economista jefe de consultora Ledesma, el tipo de cambio está 25% más alto que el promedio 2011-2015 y sólo 7,7% más bajo que el promedio 2002-2015. "Hay que tener poco pudor para hablar de atraso", agregó el especialista.
Y desde la Fundación Mediterránea calcularon que el tipo de cambio real cayó casi 20% entre setiembre de 2018 y julio de 2019, pero se encuentra un 5% por debajo del promedio de los últimos 40 años.
"Pese a la tendencia de los últimos meses, el precio de un sandwich de McDonald´s es de u$s3,55 en la Argentina versus u$s5,74 en Estados Unidos, una brecha que encuadra en el equilibrio de mediano y largo plazo, dadas las diferencias de productividad entre ambos países", remarcan.
Y dicen que en un escenario extremo, en el que el Gobierno lograse mantener congelado el tipo de cambio hasta el fin del proceso electoral, entonces la cotización del billete verde sería el equivalente a $39 a precios de hoy, con riesgo de un rebote posterior.
"La variable más importante para la evolución del precio del dólar de aquí a fin de año es lo que ocurra con el proceso electoral. El triunfo de candidatos con historial 'poco amistoso' con los mercados de crédito puede desatar presiones sobre la paridad peso-dólar", indican.
Por eso, y como recordaban desde el Gobierno, "el dólar puede valer cualquier cosa" dependiendo de quien gane las elecciones. ¿Atraso sí o no ahora? Poco importa a escasas semanas de comenzar a definirse una elección completamente polarizada con final incierto.