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Lacunza sorteó el primer test del mercado: mix de gestos y ventas de reservas para bajar al dólar

Sin anuncios, pero con algunas definiciones, Lacunza convenció a la City. Calmar al dólar como objetivo central, metas fiscales y diálogo con la oposición
21/08/2019 - 06:00hs
Lacunza sorteó el primer test del mercado: mix de gestos y ventas de reservas para bajar al dólar

En su primer día al frente del Palacio de Hacienda, y tras reconocer abiertamente que su principal objetivo es garantizar la estabilidad del tipo de cambio, Hernán Lacunza parece haber sorteado el test de los mercados.

Aunque las acciones y los bonos se pusieron a tono con las fuertes pérdidas que marcaron el lunes en Wall Street, el dólar abrió con un alza de poco más del 1%, pero luego fue perdiendo fuerza hasta cerrar a $54,75 en el mercado mayorista, una baja de 0,45%.

Sin anuncios concretos -ni de él ni de Guido Sandleris, quien también habló en el Banco Central-, los aspectos clave fueron tres: las definiciones que el ex ministro bonaerense dio respecto de las metas fiscales, que van de la mano con el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI); un llamado al diálogo a los referentes económicos de la oposición; y la visión de ambos funcionarios sobre el nivel actual del tipo de cambio.

"Creo que la conferencia de Lacunza dejó dos datos positivos con respecto a la semana a la pasada. Por un lado, que el Gobierno mantiene el objetivo fiscal, por lo tanto por el momento sigue viva la relación con el FMI; y por otro, intentar un acuerdo con economistas de la oposición para morigerar los misiles", explica Norberto Sosa, director de Invertir en Bolsa.

"Esto último lo siento como un código de guerra: 'dejemos entrar a la cruz roja y no envenenar el agua'", acota el ex Raymond James.

Media hora después del discurso de Lacunza y minutos antes de que abrieran los mercados, Sandleris confirmó que estaba dispuesto a usar todas las herramientas a su alcance para evitar saltos bruscos en el dólar y reconoció que hay consenso de que en los valores actuales el tipo de cambio es competitivo. Así, se alineó a las palabras del flamante titular de Hacienda, quien había dicho que no hacía falta un dólar más alto y que en estos precios hasta está "largamente" por encima de su valor de equilibrio.

"Hemos coordinado objetivos con el Banco Central, que usará a su criterio todas las herramientas necesarias para que el tipo de cambio no abandone el rango de precios de la semana pasada", había advertido Lacunza durante su presentación.

La fuerza de la palabra

Señales, de eso se trata. Que las máximas autoridades económicas del Gobierno salgan a anunciar públicamente que van a defender el dólar a un determinado valor debería ser una indicación más que suficiente para ponerle un techo.

"Si te dicen que ese es su techo, ¿quién sale a comprar ahora? Salvo que quieran empezar a medir el poder de fuego del BCRA", explican en la mesa de dinero de un banco local.

De todos modos, el discurso de Sandleris fue mucho más moderado de lo que muchos esperaban, más después de que Lacunza adelantó que harían todo lo que fuera necesario para frenar al dólar.

El titular del BCRA no mostró ninguna carta nueva en materia de intervención cambiaria, aunque dio a entender una postura más restrictiva en términos monetarios y se comprometió a cumplir con la meta de base monetaria de agosto.

Sandleris aprovechó para dejar en claro que "las reservas internacionales son esencialmente para moderar la volatilidad en el tipo de cambio y garantizar la estabilidad del sistema financiero y descartó usar esos dólares para recomprar bonos, como algunos sugirieron la semana pasada.

"No se usarán las reservas internacionales para contener cotizaciones de activos financieros alejadas de sus fundamentos económicos", disparó.

Para la gente de Delphos Investment, ambas conferencias de prensa dejaron sabor a poco. "Buenas intenciones pero escasas medidas. Se confirmó el rumbo fiscal, monetario y cambiario, pero ahora se busca el apoyo político de la oposición y conservar el sustento del FMI", destacaron en un breve informe que enviaron a sus clientes.

"El objetivo parece ser el de llegar al 27 de octubre con la ayuda de todos, ya que solos ahora no pueden", acotaron.

Un dato no menor es que minutos después de la conferencia de Sandleris, el vocero del FMI, Gerry Rice, dijo desde su cuenta de Twitter que están en constante diálogo con las autoridades argentinas y adelantaron que "pronto" una misión del organismo llegará a Buenos Aires. Fue el primer mensaje del Fondo sobre Argentina después de las PASO.

Lo cierto es que el hermetismo del FMI en la semana posterior a la elección había sido sugestivo y fue motivo de controversia en la City. De hecho, nadie se animaba a afirmar si la programada misión técnica vendría al país ni, mucho menos, si se concretaría el desembolso de u$s5.400 millones previsto para septiembre.

Ahora, con la publicación del comunicado, al menos queda la tranquilidad de que habrá una continuidad del diálogo con el equipo de Lacunza, luego de la salida de Dujovne, que en los hechos era el garante del cumplimiento del acuerdo "stand by".

Nuevas ventas

En ese nuevo contexto, la jornada financiera transcurrió con una tranquilidad mayor a la que podía suponerse después del derrumbe de valores argentinos durante el lunes feriado.

El dólar abrió en leve alza, pero en menos de media hora comenzó a perder terreno. El Banco Central salió temprano a vender u$s50 millones a través de licitación y terminó el día con ventas por u$s112 millones.

No tuvo necesidad de subir las tasas de interés, más allá de que en la conferencia Sandleris dijo que seguirán usando esa herramienta para contener al dólar y seguir sacando pesos del mercado. La tasa de la Leliq quedó en 74,96% -prácticamente el mismo nivel en que se ubicó el viernes pasado- y logró retirar del mercado unos $43.000 millones.

El BCRA también operó fuerte en el mercado de futuros, principalmente en los contratos que vencen a fin de agosto y septiembre. En las mesas de algunos bancos coinciden en que también se vio a entidades públicas vendiendo dólares en mercado spot, lo que contribuyó a reforzar la tendencia bajista de la divisa.

El volumen total operado en cambios fue de 544 millones de dólares, un 9% menos que el viernes. En Rofex, donde se concentra la mayor parte de los negocios a futuros, se negociaron 724 millones de dólares, una baja de 23%.

"La coordinación entre Hacienda y BCRA, el objetivo de bajar la volatilidad del tipo de cambio y la apertura al diálogo con la oposición hacen mejorar los bonos", destacó Nery Persichini, gerente de inversiones de GMA Capital en su cuenta de Twitter.

Sandleris insistió en el consenso que hay en el mercado respecto de que el dólar está en un precio de equilibrio. En rigor, el titular del BCRA se refería al candidato del Frente de Todos, Alberto Fernández, quien la semana pasada dijo que en estos valores el tipo de cambio estaría en un precio acorde.

Para Sandleris, este "consenso" es lo que les permite estar más confiados a la hora de realizar intervenciones en el mercado cambiario", como dijo en la conferencia. "Creemos que el Banco Central tiene todas las herramientas necesarias para moderar la volatilidad", destacó el funcionario.

Así, después de dejar en claro que su principal objetivo es domar al dólar -"Es lo mejor que podemos hacer para las familias argentinas", dijo-, Lacunza sorteó el primer test del mercado. Sandleris, además, no necesitó utilizar munición gruesa para contener la divisa, que en las pizarras cerró a $57,39.

Calmar las aguas del mercado es clave para Lacunza. No sólo por el impacto directo que tienen variables como el dólar sobre la economía real, sino porque en los próximos 60 días deberá afrontar vencimientos de Letes por un total de u$s13.600 millones.

El primer test fue superado. Pero las semanas que restan para el fin del mandato prometen ser largas.

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